Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



jueves, 19 de enero de 2006

Mi segunda maravilla, una niña


Había dedicado una entrada al mayor de mis hijos , también al menor y tenía en carpeta una para la mayor de las hijas, pero ahí quedó el proyecto que espero concretar hoy.

La hermanita del mayor se insinuó muy pronto y nació-- "justo para ser del año de la vaca y no del tigre"-- como dice con gracia, el 30 de diciembre y no el 6 de enero como estaba previsto luego que los médicos vieran sus calendarios --en tiempos en que aún los niños se gestaban en nueve meses y no en cuarenta semanas, cosas de la modernidad nunca vista por el homre antes--y vaticinaran su día posible de arribo oficial a la familia, porque, que estaba destinada a llegar como todos, lo estaba desde antes de la creación del mundo, pero otra cosa es que se anuncie y deje sentir su arribo con malestares para su madre que- tarde lo supe--indican que la criatura viene bien y me alegra creerlo aunque no sepa las razones para ello.

Era una niña alta, delgada y lo más notable eran sus dedos "de fosforito" arrugados y muy lindos. Lo de delgada le duró poco pues se ha caracterizado por amar la comida y si hoy es esbelta es por su cuidado en el tema, pues si hiciera lo que desea no sería talla 42 --que reparte en su metro setenta y seis-- o talla 38 en Alemania donde reside desde que se casó.

Esta hija es muy divertida, con un especial sentido del humor; a todo le saca punta con una chispa especial que tenemos en la familia, en que una cosa lleva a otra hasta hacerse descabellado y "jugoso", un término moderno para este fenómeno de reírse de un modo en que se necesita una cultura y claves algo especiales.

Querida por amigas increíblemente leales en que el paso de los años no hace mella a pesar de la distancia. Quizás les podría dedicar más de su vida si no la quisiera compartir toda con nosotros cuando podemos estar juntos unas semanas cada año.

Perfeccionista y estudiosa, me hizo aprender mucho de su profesión de economía y negocios, pues jamás consideraba suficientemente estudiada una lección sin hacer que se la preguntaran hasta el cansancio para declarar que nada sabía y que "esta vez sí que me irá horrible" para terminar con notas máximas o sacando la universidad sin jamás perder un ramo. Por suerte para mí, era algo que contenía letras escritas y comprensibles, pues lo de los números no se me dan bien y con tantos ingenieros en casa, me siento como gallina criando patos, imagen que las citadinas quizás no entiendan, pues las pobres plumíferas se desesperan de esos hijos que se tiran al agua sin que ellas se puedan meter de igual modo, presintiendo que su prole está loca al hacer esas temeridades.



Siempre una linda caja de lápices fue un regalo maravilloso para ella, por eso pongo esta imagen

Esta hija es muy artista, muy creativa, y hace unos dibujos estupendos, pero se hace de rogar. Yo tendría muchos si sólo hubiera tenido la correspondencia que mantenía con sus amigos cuando se escribía a mano y cada carta era un ejemplar único, casi un incunable. Hoy ya no se ven cartas así, y, aunque la web sea el medio de que no la extrañe tanto, pues nos acerca como jamás generación humana vió, le falta ese plus de que lo que leo es algo que estuvo en las manos amadas y fue escrito con su letra y es exclusivo para mí. Si cayeron una lágrimas sobre el papel , ahí se secaron.

Viajera incansable por gusto o necesidad. Estuvo de intercambio en los EE.UU a los diecisiete, y a los veinte en Nueva Zelanda; luego en Alemania haciendo un curso que le permitió conocer a su esposo germano, mi yerno querido pues ama de verdad a mi hija. Ya habla como el propio tres idiomas y ha estudiado francés y japonés anque no los domina como el inglés, alemán e italiano aparte del materno castellano de Chile.

No tengo nietos de ellos y esa es mi pena. ¡Los sueño despierta!, pero no es de mi resorte aunque lo sean de mi corazón, pero en fin, así es la vida. Uno habló y es tiempo de callar.

Bueno, esta entrada era casi una deuda conmigo misma, y puede ser que no le guste a la inspiradora, pero ya que estoy haciendo un recorrido de los míos, le tocaba una mención especial.

6 comentarios:

almena dijo...

Precioso y tierno, Alemama. Me encanta cómo hablas de ellos y sentir que te plenifican, que te hacen feliz.
¡Ah! me ha encantado lo de "gallina criando patos" jajajajaj
un besazo

me alegra saber que todo va mejor

AleMamá dijo...

Gracias, amigos.
Este post es una expansión del corazón.

Por supuesto que mi Maravilla Segunda tiene defectos (¡por ser mi hija es humana!) pero los defectos a uno se los echan en cara otras personas en público. Los padres corregimos en privado y con mucho cariño :)
Lo digo, pues se me nota el orgullo materno, y la verdad es que ¡no me importa! las madres somos así :)

mixtu dijo...

muito carinho mirei neste teu texto.
gostei muito, mamã.´
beijo

AleMamá dijo...

Gracias Mitxu. Es lindo tu sitio de poesías y tienes muchas vistas ahí. Yo soy una de ellas :)

hna. josefina dijo...

No había llegado a leerlo, porque siempre paso rápido. ¡Me encantó!

Anónimo dijo...

Debes de estar orgullosa de esta hija, de todos los hijos lo está una, pero aquí hablas de ella y se siente, al leer, tu amor.

Besos

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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