Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



viernes, 6 de febrero de 2009

Haz el bien y no mires a quién


Veníamos viajando desde el sur, cuando a pocos kilómetros se enfermó nuestro chófer oficial y debí conducir yo --que detesto manejar en carreteras a 120 por hora-- y para colmo, debiendo parar cada 20 kilómetros para permitir que el enfermito devolviera hasta el agua del bautismo.

Estábamos en una de esas paradas obligadas y en cualquier lugar de la ruta, cuando un mujer muy pobre --que vivía en una casita destartalada un poco más allá-- ha llegado con un vaso desechable impecablemente limpio, con una tisana hecha con unos saquitos para infusiones sin preguntar nada, y solamente "porque lo vió hacía tanto rato y tan mal".... luego, pidió permiso para retirarse porque debía ir a cuidar a su guagua/bebé.

No sabía quiénes éramos; no esperaba recompensa; abandonó un momento sus deberes para atender una necesidad urgente... en fin, fue una buena samaritana en el más literal de los casos y le estaremos eternamente agradecidos. Su gesto no quedará sin pago aunque yo no sepa su nombre y con dificultad pueda llegar a su casa de nuevo pues no sabía muy bien mi ubicación en el largo camino a casa.

Que Dios la bendiga como sólo Él puede hacerlo.



18 comentarios:

Flo dijo...

qué linda la historia.
son sorpresas como ésa las que impiden que uno pierda del todo la fe en la gente, ¿no?

Hilda dijo...

Coincido con Flo, historias como esas hacen que mantengamos la fe en la humanidad. Gracias por compartirla con nosotros.
Saludos. Hilda

maria jesus dijo...

Es más la buena gente que la mala, solo que esta última suena más

Fernando dijo...

Pues sí, querida Alemamá, que Dios la bendiga, a ella y a todos los que hacen algo por los demás, no porque sean conocidos suyos o porque esperen lograr nada a cambio, sino porque sí, por amor al prójimo. Por desgracia, es algo cada vez menos habitual, incluso entre nosotros, los cristianos.

zocadiz dijo...

historias así hacen que renazca la esperanza y las ganas de seguir el ejemplo de esa mujer.

Desire dijo...

Cada vez resulta mas dificil escuchar historias como éstas, pero como reconfortan el alma!

eligelavida dijo...

Esta sí que es una historia emocionante, de esas que parecen pequeñas pero que lo dicen todo. Santa Teresa de Jesús pasó toda su vida rezando por un hombre que, en uno de sus viajes, y estando ella muy sedienta, paró a darle un vaso de agua.

Santisiembra dijo...

Si se lo permitimos, Dios se rebosa en el corazón del hombre, como lo hizo en el de esa Sra. que sin miramientos acude al auxilio de quien lo necesita, ojala todos nos dejemos rebasar de esa Gracias de Dios, me encanto el relato.

AleMamá dijo...

Perdón por estar alejada de sus sitios, y es que no me da la vida para hacerlo por ahora pues hemos ido enfermándonos de uno en uno con el enterovirus (recién me he levantado hoy) y tengo mi casa desastrosa con tantas maletas y encargos varios. Ya volveré.

Anónimo dijo...

Ale, cuídate mucho, pero tranquila, que te esperamos.

Un beso

Guillermo N. A. dijo...

Hola Ale...
Sí, sí... son detalles como esos los que me hacen pensar que acaso haya cosas que valen la pena... en fin...
Cuídense mucho Ale...

Hilda dijo...

¡que te mejores pronto!! saludos. Hilda

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Cuídate, Alemamá, espero tu rápida mejoría y la de los tuyos que hayan sucumbido al vuris.
Un beso.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Querida amiga Alemamá:
Si te apetece, te ruego pases por mi blog para recoger un meme que espero tenga un buen aliciente para ti.
Un beso y mil gracias.

hna. josefina dijo...

¿Cómo estás?!!!
No había leído que te habías enfermado, aunque no es la primera vez que leo esta lindísima entrada.
Iba a preguntarte si el chofer enfermo era de la familia, pero ahora que comentás que te enfermaste creo que ya la contestación es Sí.
¡Que se mejoren todos!
Un abrazo.

Gabriela dijo...

¡Qué linda historia!
Yo creo que estos son los pequeños milagros que nos regala Dios para no perder la fe.

almena dijo...

Estas son las noticias que nos hacen creer en el ser humano.
Sí.

Besos!

Marta Salazar dijo...

qué bien! debiera haber más gente como esta sra.! un abrazo!

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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