Sus padres salieron a comer fuera y quedó a cargo de Lila, su niñera, que en un momento se le perdió de vista, a lo que el niño la llamaba a grandes voces:
_¡Lila! ¡¡Lilaaaaa!!--
_Sí, acá estoy, ¿qué pasa, Nacho?_
_No te alejes, Lila, ¿no ves que me encargaron de cuidarte?_
Me encantó tu blog,le voy a hacer un link desde mi blog, que es http://masplatonymenosprozac.blogspot.com. Sigue escribiendo tan bien!!.
ResponderBorrarUn beso. Cata
Tengo un sobrino de cinco años, podría contarte cientos de frases suyas que me hacen sonreír.
ResponderBorrarEl otro día le contaba que cuando era bebé le encantaba que le hiciera mimitos y arrumacos, y el me contestó: Cuando tú eras pequeña también te los hacía yo, lo que pasa que no te acuerdas.
Se sentía importante el crío cuidando de Lila. Caballero él.
ResponderBorrarAbrazos