sábado, 5 de abril de 2008

Combates aéreos en pequeño


Mientras el mayor de mis hermanos acababa de recibir su grado de subteniente de la Fuerza Aérea, el segundo de los hombres debió sufrirse por diez días el ser "pelado conscripto" en un regimiento de artillería antiaérea, pasado lo cual lo dieron de baja por sus eternos problemas de otitis.

Fueron pocos días, pero suficientes para la siguiente anécdota:

Entró un zancudo (mosquito) al dormitorio que compartían en nuestra casa, y el mayor, recién estrenado piloto de guerra, comenzó a dar saltos por la pieza con una revista en la mano, pero aún así el insecto siguió zumbando. Mientras seguían los aletazos, el segundo, se paró muy quieto con las dos manos separadas, listo para dar la palmada única que derribó al molesto intruso. Su comentario fué: "lo que no hace el piloto de guerra, lo hace la artillería antiaérea". Todavía lo recordamos con risas.


10 comentarios: