Parto por el fin de semana a ver a mi madre. Esperaba hacerlo con mi marido, pero él no pudo acompañarme. Por el camino me cruzaré con mi hijo Pablo, sacerdote, que viene por dos días a Santiago, y cuando yo regrese, nos volveremos a cruzar sin habernos visto. Ya habrá ocasión.
¡Qué casualidad!, mi hermano sacerdote también se llama Pablo.
ResponderBorrarUn saludo,
¡Muy buen patrón, Paterfamilias, hay que tenerlos para perseverar haciendo el bien.
ResponderBorrarA ver si logran verse y se saludan de un lado al otro de la carretera.
ResponderBorraru.u
Buen viaje querida Ale. Un beso y hasta tu regreso
ResponderBorrarBasta de presumir aquí de sus hermanos sacerdotes, che (ja, ja...)
ResponderBorrarUna familia movida. ¡Buan viaje a los dos!
ResponderBorrar¡¡Buen viaje, Alemamá!!
ResponderBorrarSiempre he pensado que las mamas de los sacerdotes son mamas especiales. Al menos Nuestra Señora seguro les tiene como más confianza, por coincidir sus vidas en tantas cosas.
ResponderBorrarBuen viaje y cuidte mucho
Que sea un viaje feliz, Alemamá.
ResponderBorrarAbrazos
Que tengas feliz viaje y pases unos dias tranquilos con tu madre. Yo tambien tengo un Pablo pero no es sacerdote ¡Lastima! me hubiera gustado.
ResponderBorrarUn beso
¡Que tengas muy buen viaje!. Y eso es la vida, un cruzarse continuo.
ResponderBorrarBesos
Nela