Cuestión de sexo. Niños y niñas o niñas y niños
Otro amigo de Bloguilandia ha publicado un interesante post sobre las diferencias innatas que los niños tienen para jugar, con los mismos elementos, inclusive, dependiendo de su sexo.
Destaco el innatas porque lo tengo requete comprobado en mis propios hijos, otros niños que he conocido desde chicos y en mis sobrinos, que Releante, el autor que comento tiene razón. No es verdad que los adultos los determinemos de uno u otro modo para elegir lo que ahora llaman "género", salvo casos patológicos, entre los que también incluyo la nueva moda de experimentar con los hijos educándolos sin ninguna referencia a su sexo, El sexo viene dado, sólo hay que vivirlo así y no debiera ser tan difícil, creo yo, y si lo fuera, debiera poder pedirse ayuda, cosa que los lobbys gays se han encargado de ir haciendo imposible, como cuenta el caso que vivió una psiquiatra del Reino Unido.
No pensaba llegar hasta lo que he escrito, pero lo dejaré. Vale la pena expresarse y decir lo que pensamos. Los que creen que es igual de normal ser homosexual que heterosexual están es su derecho y merecen respeto: nosotros, que pensamos diferente, también.
Para terminar, dejo el comentario que originó este post:
En casa hemos tenido Legos por generaciones, y los niños hacen monstruos y máquinas y las niñas casitas habitables, por dentro o por fuera, y temas por el estilo. Uno de mis niños iba donde sus compañeros de colegio (solo de niños) "a jugar a las barbies" ¿¿¿QUÉ ONDA??? ... claro, luego supimos que las usaban para hacer ¡LUCHA LIBRE!
Una sobrina mia era genial haciendo robots y monstruos con el lego jaja n beso
ResponderBorrarSí, Winnie, los hay, como un primo mío con el que tejíamos ropa para las muñecas.....bueno, hacíamos como que tejíamos en "punto molocotón" (sic)
ResponderBorrarCreo que son reglas impuestas culturalmente. He visto niñas que detestan a las Barbies y no tienen problemas con patear una pelota, por ejemplo. Y son muy felices así.
ResponderBorrarJAjaja lucha libre con las barbies...!!
ResponderBorrarMi hija jugaba con... AUTITOS! Te acuerdas? El rojo era el papá, el blanco la mamá y el chiquitito de plástico era ella, después les hacía garages que era donde dormían... Con lego les hizo después un galpón y ahí metía todos los autos chicos que tenía, pues ese era el kindergarten.
Ale, tu comentario ilustra lo que digo. Jugaba con autos, O.K, pero ¡mira lo que hacía! los personalizaba y los cuidaba.
ResponderBorrarBesos
Crecí en el Sur, un lugar medio campo y medio ciudad, TODOS (debería decir y TODAS), jugábamos a saltar la cuerda, a los volantines, los zancos, hachita y cuarta, el chiclín, el luche en todas sus formas, cosechábamos ciruelas verdes, sacábamos camarones y le tirábamos la cola a los cerdos (jejej), a la escondida o a tirar piedritas a las taguas, eramos bien malillas. Mi mundo fue tan feliz (los niños y niñas no tienen esos dramas de los adultos) que no tengo ni CERO trauma.
ResponderBorrarY por supuesto a veces a las muñecas, a las casitas, a tomar el té, en fin.
Creo que hoy la infancia está muy manipulada...sobrexpuesta. Vivo al lado de un Hogar de Niños y los veo tristes y felices, igual disfrutan a pesar de su estado de abandono, porque tienen tías que se sacrifican para darles una buena vida.
Gran tema.
El tema que tratas fue obsesivo en España durante los años de gobierno de Zapatero, Alemamá. Su máxima locura fue -en mi opinión- cuando desapareció la distinción entre funcionarios y funcionarias de prisiones, de tal forma que ahora hay funcionarios que vigilan a las presas y funcionarias que vigilan a los presos, una locura. El gobierno de Rajoy no ha hecho más locuras en el tema de género, aunque tampoco se ha atrevido a desmontar las de los socialistas.
ResponderBorrarOjito, igual cosa fue mi infancia en la zona del Maule, igual, además que leía lo que me cayera en las manos. Siempre he sido bastante sedentaria, desde chica.
ResponderBorrarCariños mojados. Llueve, ¡gracias a Dios!
Yo no pescaba mucho las barbies ni me gustaba jugar a cocinar y esas típicas cosas. Me gustaba mi Hugga Bunch y los Pin&Pon con los que inventaba historias eternas... Pero lo que más me gustaba eran los juguetes de mi hermano, desde los soldaditos de plástico verde, hasta las espadas, las polcas (bolitas) y autos.
ResponderBorrarAhora trabajando con niños muchas veces ellos me han enseñado que un niño puede querer pintar la imagen de una niña en vez de la de un niño y vice versa... A veces al repartir lápices de colores tiendo a pasarle el rosado a las niñas y algunos niños me lo reclaman porque también quieren pintar de ese color... me hacen sentir la más sexista del universo... me enseñan ellos a mí...
Gracias, Iranzu por venir y comentar. Siempre es un placer saber de las antiguas amigas.
ResponderBorrarBesos
Durante cuatro años fui directora de una escuela infantil. Había un baul enorme donde había todo tipo de juguetes. Los niños y las niñas jugaban indistintamente con todos ellos, pero los niños se lanzaban las muñecas y se pegaban con ellas y las niñas cuidaban a los dinosaurios y los coches.
ResponderBorrarNadie interfería en sus juegos.
Era curioso cómo ellos se negaban una y otra vez a recoger los juguetes y ellas interiorizaban rápidamente la dinámica de recoger.
Besazo
Dolega, lo que dices sí que es interesante, por la autoridad que te da el conocer así, desde la dirección de un kinder como son las cosas en realidad.
ResponderBorrar¡Gracias por venir, pasearte por el sitio, como has hecho y dejar huellas de tu paso. Para un bloguero es muy lindo e importante. como sabes.
He criado un niño y dos niñas y desde el principio son totalmente diferentes. Creo que es bueno que así sea. Un beso.
ResponderBorrarHola Ale:
ResponderBorrarSuscribo en su totalidad tu acertado análisis.
Un beso.
Gracias, Esteban, querido amigo y susana, campeona y valiente defensora del sentido común.
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