Detrás de la puerta abandonada
Ya nada pasa tras sus maderas blanqueadas por el tiempo y el clima. Casi se confunde con lo que la rodea; se ve poco. Su vejez y color sin más gracia que la pátina de sus años dan una imagen triste y pobre, pero no se engañen: ¡cuántos acontecimientos han pasado tras ella!
Detrás de la puerta abandonada, ¿qué hay?, ¿qué pasó? Les invito a contar lo que les sugiere. Ya contaré mi versión.
Detrás de esa puerta esperó una mujer años y años que se abriera y entrase por ella esa amiga a la que sólo pudo conocer de forma virtual a través de un blog.....pero el agua que separaba sus vidas fue imposible atravesarla...Un beso querida Ale
ResponderBorrarCuando él salió, cerró lentamente la puerta, sin hacer apenas ruido. Se alejó poco a poco sin volver la vista atrás. Dentro de aquella casa, su hogar de tantos años, ya no quedaban más que recuerdos, los de toda una vida. Su mujer y sus hijos habían llenado de risas y palabras cada rincón de esa casa, pero la enfermedad se los llevó y él no podía soportar vivir rodeado de tantos recuerdos...
ResponderBorrarBesos Ale
Con seguridad, vida.
ResponderBorrarCon sus alegrías, sus tristezas, sus iluiones, sus desasosiegos, sus sufrimientos, sus decepciones y espero que con mucho amor.
Besos, Ale.
Nunca supe si era una puerta de entrada o una puerta de salida. La miré varias veces pues me gustaban sus hojas, pero dudé excesivamente.
ResponderBorrarAl final dejé de escribir, sin saber si era para entrar o para salir. Nunca lo sabré.
El niño se escondió detrás de esa puerta. A lo lejos, podía escuchar los gritos de los demás que jugaban a las escondidas. Distinguía las voces de unos y otros conforme los iban encontrando. A él, en cambio, no lo encontrarían tan fácilmente. Lo único malo es que comenzaba a tener algo de frío. "Aguantaré", se dijo, decidido a esperar.
ResponderBorrarUna puerta cerrada, ocultando una tristeza de amor, de un amor imposible, quizas, que hizo que se deje todo y se heche a andar por el mundo, tratando de encontrarlo, de conquistarlo, de atraparlo para ser mio para siempre!
ResponderBorrarDetrás de la puerta abandonada ellos se habían querido por primera vez, por primera vez se habían dicho "te quiero", por primera vez se habían mirado sin hablar. Y ahora, tanto tiempo despúes, cuando ella ya se había ido, él volvía a llamar a la puerta, a ver si quedaba algo de aquellos años lejanos.
ResponderBorrarEsto es lo que yo veo: Detrás de la puerta está el hogar de una familia que nunca existió. Un buen chaval la cerró hace muchos años cuando emigró al extranjero en busca de un futuro y soñó con volver abrirla con su familia, pero él nunca regresó. Un abrazo
ResponderBorrarAhora mismo pienso que detrás de esa puerta hay una historia de malos tratos pues es lo que tengo en mi cabeza, ya que se aproxima el día internacional de la mujer maltratada.
ResponderBorrarUn abrazo
Gracias, Chelo, pero espero que no haya sido así, jeje, aunque nunca se sabe
ResponderBorrarGaby, la verdad es que tu sensibilidad es muy diferente de la mía. No sé por qué soy un poco nostálgica y de finales más bien tristes.
ResponderBorrarGracias por tu historia. Me encanta que no rechaces estos desafíos y juegues a inventar.
Ajovín: buen punto: las puertas son para entrar y salir....me dejaste pensando. A ver si invento una historia en que la puerta sea de entrada. MMMhhhh, me dejaste un desafío.
ResponderBorrarAlma, tu historia es de decisiones fuertes: dejarlo todo por amor y salir a conquistarlo. Buen comienzo del viaje me parece.
ResponderBorrarFernando: ¡Qué linda historia romántica has inventado con esa puerta vieja y desteñida!
ResponderBorrarYa vendrán nuevos desafíos y te espero acá, como siempre.
Winnie, qué bonito lo que has escrito, amiga virtual. Las aguas que separan a los blogueros son anchas y profundas, pero tenemos esta nave del teclado que nos ponen codo a codo, sentimiento a sentimiento.
ResponderBorrarBesos
Sillón de Papá, ¡que coincidencia en nuestras historias, amigo! Eso he sentido yo; un abandono involuntario por esperanzas que no se consiguieron.
ResponderBorrarSaludos
Luisa, siempre en tu estilo imaginativo y literario. Es un cuento triste el tuyo, pero ha sucedido tantas veces, ¿no?
ResponderBorrarBesos
Yeste, supones cosas del día a día y sin dramas. Bien me parece; hay demasiadas penas además de la pobreza y la vejez.
ResponderBorrarBesos
Ahora está cerrada por el abandono de sus dueños.
ResponderBorrarMuerieon hace tiempo, pero hubo dias de verano donde las risas atravesaban sus maderas.
Sin duda, el momento más importante de su existencia, fue aquella noche en que la abrieron para que la novia enamorada, la atravesara en brazos de su amado.
Nunca se sintió tan feliz como en aquel instante de amor en que, tras ellos, la cerraron.