domingo, 21 de octubre de 2012

¿Caminantes o corredores?


Medranica ha subido un post contando de sus paseos otoñales, tema al que también se ha referido Dolega. Una camina sola y la otra acompañada por su esposo. Razones tiene las dos: una es miedosa y la otra, Dolega, ha comentado sobre el asunto: "Quizás sea porque mi marido camina que parece que al final hay premio... es horrible seguirle". Parece de poca monta, pero es todo un tema en las familias. Aportaré algo al debate.

Mi abuelo René era la pachorra personificada al caminar. Era viejo, hipertenso y con sangre de horchata, como algunos decían y nunca he sabido por qué. Mi padre, en cambio, mientras tuvo buena salud caminaba mucho y muy rápido. Un día, salieron juntos con mi hermano Iván, de unos 10 años, al centro de Linares.  Al regreso, los caminantes fueron apareciendo de a poco en la casa y cada uno llegó comentando el paseo. Mi papá dijo: _¡Nunca más salgo con el papá, porque camina como tortuga, no llegamos nunca! A continuación llegó mi abuelo y le dijo a mi madre: _¡Nunca más salgo con Iván, porque me hace trotar todo el camino! En eso le toco el turno a mi hermano que dijo: _¡Nunca más salgo con mi papá y con el tata, porque mientras uno sale disparado adelante tengo que esperar todo el rato al otro!

No abundaré en el tema hoy, no me gusta alargar las entradas para no aburrir, pero dejo planteado el eterno tema realacionado y eso de que los hombres no pueden hacer dos cosas a la vez, y el mío lo ejemplifica, porque si habla por celular se queda parado, y como yo ya lo se, lo pesco del brazo y discretamente lo voy "arreando". La que sabe, sabe.

15 comentarios:

  1. jajajaja ¡Gracias de nuevo preciosa!
    Yo no soy representativa porque no puedo caminar muy rápido por mis problemas de espalda, pero cuando no tenía esos problemas tampoco camina ba muy rápido, así que me desespera ir trotando detrás de mi querido Consorte. Me entra complejo de perro faldero, ese pobre animal que ves corriendo como loco detrás del humano que camina a paso ligero. :D
    Con respecto a la multitarea masculina, el Consorte si habla por el celular, da vueltas en redondo sobre su eje ajajajajaj
    No se mueve del sitio y empieza a girar como las manecillas de un reloj,¡¡como verás arrearlo es complicado!!
    Besazo

    ResponderBorrar
  2. jajaja muy simpatico tu post. Yo siempre pensé que yo podia caminar rápido pero mi media naranja la verdad es que va bastante mas rapido que yo y eso le molesta porque dice que parecemos musulmanes donde la mujer debe ir algunos pasos detrás del hombre. Será? en todo caso es él el que me tiene que ir arreando a mi, parece.

    ResponderBorrar
  3. Chinita, que bueno que vengas a mi sitio. No es lo mismo que me escribas a mí.
    Cariños

    ResponderBorrar
  4. En cambio, a mi abuelo había que seguirle el paso. A todos sitios nos llevaba caminando, en los días que pasaba en Lima, pues vivía en la preciosa ciudad de Yurimaguas. Creo que a él le debo ese gusto por caminar.
    Mi hermano era igual, y creo que también fue costumbre adquirida luego de tantas caminatas con mi abuelo.

    ResponderBorrar
  5. ¿Te puedes creer que yo CORRIA para igualar el paso de mi padre? jaja Hoy me has traido recuerdos preciosos a mi cabeza Ale Un besito y buen inicio de semana

    ResponderBorrar
  6. Qué alegría ver tu saludo !!!!
    Un abrazo fuerte fuerte desde Pamplona!!
    Y un beso, Ale, y un beso : )

    ResponderBorrar
  7. Para evitar eso yo voy agarrada. Así no se me escapa.:) Un beso.

    ResponderBorrar
  8. Te equivocas, AleMama, tu marido SI sabe hacer varias cosas a la vez.

    Respira y a la vez te quiere.

    Es capaz de hablar contigo y a su vez está pensando en sus cosas.

    Camina contigo y a su vez permite que le sujetes del brazo sin quejarse.

    Lo dicho, un santo. Je, je.

    ResponderBorrar
  9. Hola, Alemamá.

    Qué bonito.

    Me gusta fijarme en las parejas muy unidas, jóvenes o mayores, que andan al mismo paso, los dos con el pie derecho, los dos con el pie izquierdo, sin ser conscientes de que lo hacen.

    ResponderBorrar
  10. Nuestra familia no era de caminar. Mi querido padre habia sido corredor de motos y de autos, mi viejita linda manejaba una camioneta color ladrillo conocida como la "Covadonga"sobrenombre puesto por sus parientes chilenos los Urmeneta, que vivian por estos lares, mi hermana tampoco, pues ella se dedico a la natacion,y yo desde niño al esgrima.

    ResponderBorrar
  11. Yo soy de los que no saben andar tranquilos, soy maniático de la puntualidad y siempre tengo la sensación de llegar tarde y se me ha quedado en la forma de andar, parece que siempre tengo donde ir y simplemente solo estoy de paseo... pero no puedo evitarlo. Un abrazo

    ResponderBorrar
  12. Ja ja ja.... no hace muchos días estuvimos comentando con mi hermana y sus hijos lo divertido que era ver caminando juntas en Lima a nuestras tías Elisa y Berta, la primera lenta a morir y la segunda rapidísima cual "Meteoro", una arrastrando y la otra frenando .....y nosotros atrás de ellas disfrutando del Show ..... todo un tema el ritmo de caminata Ale.

    ResponderBorrar
  13. Cecilia C., es como la Nena, tu tía (Q.E.P.D) que si no la empujabas un poquito no avanzaba. Yo me entretenía con ella haciendo la prueba, jeje y no te miento. Había que empujarla del brazo o te quedabas a dormir ahí.
    Gracias por comentar. Estoy feliz

    ResponderBorrar
  14. ja ja ja. Yo soy de las que acelero el paso sin darme cuenta. Si vamos un grupo de amigos y voy hablando con alguien que me sigue, vamos cada vez más y más rápido. HAsta que nos giramos y vemos que los hemos dejado muy atrás

    ResponderBorrar