jueves, 18 de octubre de 2012

Cuentos de Grimm que hacen pensar



Es algo que no me propongo, pero desde hace unos años suelo hacer paralelos de edades entre las personas y cosas que recuerdo y mi vida actual. Así por ejemplo, pienso que mi abuela Mimí tenía 55 años cuando yo nací, contra los 57 que yo tenía al nacer Sofía, mi primera nieta. ¿Por qué lo hago? ¿Qué sucede después del ejercicio? De eso quiero hablar un poco, y todo por haber comprado una preciosa edición de los Cuentos de los Hermanos Grimm de la editorial Taschen.

En esos tiempos en que las hadas andaban sueltas por los bosques donde vivían las personas, el promedio de vida era muy bajo, por lo que  pienso que una abuela tipo la de Caperucita Roja debe de haber tenido unos 45, para que fuera ¡bieeeeennnn vieeeejjjjaaaaa!, porque se supone que las abuelas debemos ser requete viejas y lucir como tales, y ya no es así, salvo deshonrosas excepciones, porque ahora las "madres de hijos con familia propia" tenemos unas expectativas de vida mucho mayores y no podemos jubilarnos antes de los 90, por lo bajo, y tampoco dejarnos estar tanto como para andar en chancletas y desastradas. 

Como nunca antes, por el alargue de la vida y el envejecimiento poblacional, las abuelas habíamos tenido tantos roles como ahora, en que aún tenemos hijos en casa, pero además los padres no se pueden desatender porque van entrando en años, y a la vez van llegando los nietos -cuyos padres trabajan- y las abuelas ya estamos jubiladas y con más disponibilidad de tiempo. Podemos ayudarlos y lo hacemos con buena disposición. Lo único que nos puede parar es la salud o las fuerzas que van fallando. No es poco.

La pregunta que algunas nos hacemos es ¿quién nos va a cuidar a nosotros? Si os hijos e hijas están trabajando cuando ya no podamos valernos, ¿qué harán con nosotros? 

17 comentarios:

  1. Creo que aún las cosas no están dadas en organización de casas de reposo adecuadas y dignas para todo el mundo que lo requiera, pues son caras y algunas de dudosa calidad de servicio. En fin, Dios dirá.

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  2. La verdad es que a veces no nos damos cuenta del valor de muchas abuelas del mundo, esas que están dispuestas a cuidar de cada una de las personas de su familia. Cada una de ellas se merecen tener a alguien que les cuiden cuando lo necesiten. Ojalá sea así. Un abrazo y disfruta de ese libro, que tiene una muy buena pinta.

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  3. Yo, perdóname, creo que es una frescura eso de criar nietos, por lindos, maravillosos y amorosos que sean. Debe ser porque todavía no soy abuela...tal vez después diga otra cosa, pero veo a mujeres de edad haciendo sacrificios, postergándose y las hijas de dan la vida, llegan a las tantas de la noche con el tema que tuvieron que trabajar "extra".
    A más de eso le reclaman a la pobre abuela que los malcría, !no hay salud!
    Creo que se ha transformado en un tema social bien complejo, aparte de mi reclamo. Porque si la hija se separa ?quién se queda con los niños? La hija. Y ?quién los cuida?, obvio, tú sabes.
    ?Y el padre? Bien, gracias.
    De verdad, es un gran tema como para analizarlo con más datos.

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  4. !Ah!, y después la mandan a un asilo de tercera porque ya la abuela está "rayada". Y no es ninguna calumnia.
    Hay cada historia.

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  5. Ojito querido, no pienso, salvo fuerza mayor, el CRIAR a mis nietos. Mis hijos, yernos y nuera no lo piensan y yo, menos. No es bueno para ninguno, y efectivamente estamos en otra, pues ya cumplimos con nuestro exigente papel, lo que pasa es que navegamos entre dos aguas y la cruda realidad es la que he pintado: hay que ayudar, porque está "pesada la cancha" para todos, y yo quiero tener una familia grande, si Dios me la da, y para eso, hay que poner el hombro porque de otro modo no querrían tener más hijos como les pasa a muchos (cosa que lamento enormemente), pero os niños son de ellos.

    Lo que dices de hijos abusadores y padres que se dejan abusar también es verdad. Hay mucho por definir, rayar canchas, etc, en este tema candente.

    Por suerte, mis hija y sus esposos han decidido que si ellas deben parar, paran de laborar para atender a su familia mientras sea necesario el sacrificio por algo tan maravilloso y superior.

    Un abrazote. Gracias por opinar. Me encanta.

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  6. Conozco una abuela de menos de 50 años con una nieta de 10 años. Una abuelita con la edad que le calculas a la de Caperucita, bien guapa y cuya nieta juega con las hijas de sus amigas.
    ¿Qué te parece?

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  7. Gaby, mi mamá me tuvo a sus 21 años; a mi hijo mayor lo tuve yo a los 22. Sumamos y mira la edad de mi vieja cuando la hice abuela. No le gustó mucho, jeje

    También conozco una mujer que trabaja en la casa de una amiga que a los 32 era abuela....¡uf! esa va para tatarabuela, sólo hay que esperar.
    Besos

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  8. Yo Ale ahora pienso: ¡por nuestros mayores ....todo!
    y a la vez me pregunto si cuando yo sea la "mayor" alguien daría todo por mi Un besote

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  9. Mejor no te digo lo que van a hacer con nosotros. Es para que no te deprimas. :D
    Besazo

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  10. Nos juntaremos unos cuantos matrimonios mayores, y con nuestros sueldos pagaremos a personas que nos cuiden. Pero de momento vamos a vivir el presenta. Ya nos llegara lo que tenga que llegar.

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  11. ¿Y los abuelos? ¿Y la soledad? ¿Y el miedo? ¿Y el futuro que ya llegó? Preguntas de difícil respuesta, ¿no es verdad?

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  12. A mí también me preocupa ese tema. Pero si los abuelos ya no pueden cuidar de sus nietos dentro de unos años tal vez salgan ganando. Un beso.

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  13. La pregunta que haces al final del post es muy cierta, donde se irà a terminar? no se sabe.Besos.Paola L.

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  14. Yo creo que como por arte de magia siempre aparece alguien
    Tengo una amiga, soltera, que es como un ángel No solo se encarga de su madre y de los sobrinos, también va a visitar a la tía soltera y enferma, de una amiga que no puede atenderla pq por trabajo, viaja arriba y abajo
    Entre los amigos, en momentos de "emergencia " se cuidan los padres unos a otros.
    Para el día a día, en cuanto a rutina, la Providencia ayuda a cambiar planes, proyectos y lo que se tercie, para cuidar de la familia. ;O)

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  15. Gracias, Miriam, por darnos ánimo.
    Besos

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  16. AleMamá, son también ánimos propios ja ja .
    Como soltera, he pensado alguna vez que será de mi cuando sea viejecita, o no tan viejecita y mi cuerpo no dé más de sí.

    Solo cabe ser algo previsora en cuanto a dinero, y cuidar ahora de los que lo necesiten (padres, sobrinos y amigos). Aunque en el futuro ellos no podrán cuidarme
    unos por haber fallecido , los otros pq tendrán otras cosas por hacer; de alguna manera la Providencia vendrá a mi rescate.

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  17. Sin contar, Miriam, con que te lo has ganado al servir a los demás, pero uno nunca sabe de dónde vendrá la ayuda. Como dices, Dios sabe más y Él provee de donde menos se espera.

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