Tendría unos 4 años y era como una frutilla rosada con patitas cortas dentro de su abrigo acolchado. Se veía muy pequeña. Trotaba detrás de su madre -presumo que la mujer lo era- que cargaba unas bolsas de plástico negro que le ocupaban las manos que la niña necesitaba para ir la par de su mamá, pero no era el caso.
La mayor dobló en la esquina y la chiquitita no la veía y se andubo desconcertando un poco, pues chocó con un hombre que se quedó mirándola al verla tan solita allá atrás. Luego siguió su trotecito incansable con sus piernas que no le permitían apurarse más.
Se me encogió el corazón por ambas, pues hacía frío y la madre de seguro no tenía con quién dejarla mientras hacía su trabajo y la niña debía acompañarla en sus quehaceres mientras otros niños estaban calientes y descansando. La verdad es que al verla pensé en mis nietas de esa edad y le puse sus nombres. Otra cosa es una historia al pasar cuando tienes con quién comparar, ¿no?
7 comentarios:
:( que penita...
al menos parece que estaba bien abrigadita la chiquitita
Qué infancia tan difícil la de muchos niños ¿verdad Ale? Un besito
hay que ayudar... saludos!
Me pareció una historia muy bonita, Alemamá: muy triste pero muy bonita. Seguro que la niña, cuando sea adulta, recordará con cariño estos momentos con la pobre madre, ¿verdad?
Cuando veo niños así, siempre pienso en mis sobrinos. Como leí en el primer comentario, al menos estaba bien abrigadita.
La niña no se veía descuidada ni mal alimentada. Iba limpia y vestida adecuadamente para el frío y su edad. Lo conmovedor era verla trotando por cuadras detrás de la mujer que caminaba más rápido que ella. Cuando giró en la esquina, la niña iba varios metros detrás, y la gente no la dejaba ver bien por dónde seguía la madre. En un momneto pensé en salir del auto a acompañarla a encontrar a la progenitora. Se veía ¡tan pequeña con sus piernitas cortas!
Las historias de niños me conmueven especialmente.
Sobretodo la de los que estan tristes, desorientados o no sienten la protección de sus padres, familiares o mayores.
Recuerdo en Lourdes, subir en un ascensor con una niña grande, creo que Sindrome de Down, en camilla acompañada por su abuela.
Como por la posición y la gente, no podía ver a su abuela, lloraba y lloraba. La señora le daba la mano y le decía que "estoy aquí, Ya, ya llegamos" Y la niña seguía llorando
Me ha gustado esta historia Es triste pero al menos la niña iba cuidada
Gracias
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