Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!
martes, 23 de julio de 2013
Guardadita en mi iglú
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Algo de mí

- AleMamá
- Vitacura, Santiago de Chile, Chile
- Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.
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9 comentarios:
Ale, en España estamos teniendo un verano bastante benigno, se puede dormir por las noches, pero, con todo, también me gusta quedarme en casa con las persianas bajadas y oyendo a las cigarras cantar fuera. Gracias a Dios se está bien en casa
En el departamento peruano de Puno, las temperaturas bajísimas han causado la muerte de muchos niños. Como siempre, la lamentable verdad es que son los más pobres los que llevan la peor parte.
Gracias a Dios tenemos un hogar confortable, un regalo de nuestro Padre. Me siento privilegiada en casa, cada día doy gracias por mi "iglú" (literal), que aun cuando es de piedra y particularmente frío, no hay nada que un poco MÁS de abrigo no solucione.
Pero ya vendrá el verano ¡aleluya!, lo noto en la yema de las rosas y en el aromo que está floreciendo.
Besos.
No hay nada en el mundo como un hogar donde uno se sienta cómodo.
Siempre he creído que es el inicio de las evolución del hombre.
Besazo
La casa es el castillo del hombre, dicen los ingleses. Ellos lo dicen por el tema jurídico de la inviolabilidad del domicilio, pero cada uno es un casa se siente protegido, blindado, lejos del horror de la vida.
Mi propio iglú calefaccionado aparece como insuperable para protegernos del frío...hasta que llega la cuenta de Metrogas¡¡¡¡¡
En ese momento pienso que tal vez no haga mal un poquito menos de calor.
Verdad! Agradecer el propio hogar... Y pedir para que llegue el día en que a ninguna persona le falte...
Me olvidé de ponerte mi abrazo! Ahí va!
Que lindos son todos mis amigos queridos. ¡Venir a saludarme cuando estoy bastante alejada de las pistas blogueras, pero ya volveré.
Los quiero mucho, pero mucho, mucho
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