Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



domingo, 15 de noviembre de 2015

Castellano no: ¡¡chino!!

Pensaba que al llegar a Irvine, California, iba a oír mucho castellano, pero para mi sorpresa oigo tanto chino y otros idiomas orientales donde quiera que voy, que casi me siento en Hong Kong, Beijing o Seúl pues tal parece que la Universidad de California en esta sede es de las favoritas de los candidatos a estudios superiores de ese lado del mundo.
 
Obviamente, al haber tantísimo oriental girando por el barrio hemos encontrado unos supermercados y tiendas de nichos especializados en sus preferencias culinarias y que hacen mis delicias cuando conozco mas o menos lo que ofrecen y también son entretenidos cuando abrir alguno de sus productos es una lotería donde no se sabe que va a salir de un frasco o bolsa. Hasta acá vamos bien.
 

2 comentarios:

Jorge S. King dijo...

Bueno, AleMamá, creo que tiene un tema para comentarnos, y nos enteremos de las exquisiteces y preferencias culinarias de esos rumbos norteños.

Se que Irvine es una ciudad nueva, fundada en 1971, está en el condado de Orange, al sur del estado de California. Ya he leído que abundan las minorías de origen asiático, mexicano e indio y disfruta de uno de los índices de criminalidad más bajos de U.S.A.

La sede de Gateway, Inc., fabricante de hardware, computadores personales, monitores, servidores y accesorios está allí.

Un muy lindo lugar dicen de Irvine . Espero lo disfrute ALeMamá. Un abrazo !

Gabriela dijo...

Qué bueno leerte de nuevo. Y con una entrada ilustrativa como esta. Ya imagino las delicias que harás con esos productos "lotería".

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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