Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



viernes, 4 de noviembre de 2005

Nave azul por el espacio.

Mis hijos y amigos de Europa duermen, es muy tarde para que estén velando aunque sea viernes por la noche, pues es otoño y ya hace frío....los chicos que quedan en casa salieron donde amigos, a cumpleaños diferentes, cada uno según su edad; Mi hermana en Centroamérica estará recién cenando: allá es más al occidente.... Yo espero a que el riego del jardín termine para evitar la fuga de una cañería rota, es primavera acá y hay que hacerlo para ver crecer las flores... cada uno respira en su hora y la estación de su sitio, en las coordenadas de sus mundos, pero todos vamos en una nave estelar compartida.

Donde quiera que haya humanos, el vehículo que nos traslada hacia otras inmensidades en que nunca hemos estado seguirá siendo el mismo hagamos lo que hagamos.... ¿Hagámoslo mejor?

4 comentarios:

AleMamá dijo...

POST SCRIPTUM:
Ya se que el tema no es original, pero hay horas de clarividencia en cosas como éstas y en cosas del espíritu. Es bueno aprovecharlas, creo yo, después se nos oscurece lo evidente y vivimos como si fuéramos el ombligo del mundo, que, entre paréntesis, los de Isla de Pasua-- territorio chileno por cierto-- así consideran su pequeño terruño. ¿Les suena real? Bueno, pues nos pasa tambien a nosotros, si no pensado, en los hechos.

almena dijo...

Hola, Alemamá. A las 14,40 y en un día de otoño soleado.

Besos!

hna. josefina dijo...

A mí me gustó.

Anónimo dijo...

Así es Ale, llevamos el mismo vehiculo, pero vamso sentados en diferentes asientos. A unos nos da el pálido sol d eotoño y a otros el cálido de la primavera. Todos viajamso a la misma meta.


Un abrazo

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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