Viví en el Norte Chico, en la capital de la región de Atacama, en Copiapó exactamente. Queda en el límite del desierto y su valle es más hermoso por lo árido del entorno. Es una ciudad que ha sido rica o riquísima en un sube-y-baja de acuerdo a sus recursos mineros por lo general.
Tomen eso como introducción, pues quería contarles que además tenemos, al oriente de Copiapó, el segundo volcán más alto de América, el Ojos del Salado (6500 mts) y en el océano Pacífico (¿quién le puso ese nombre, por favor?) tenemos muy cerca la Fosa de Atacama (7035 mts), y mi teoría es que esta descompensación hace que TODAS las semanas tiemble en esa ciudad ¡con el pánico que me producen los sismos!
Bueno, cerca de mi casa pasaba el tren que trae y lleva los minerales de cobre hacia y desde Paipote y tiene un declive ahí la línea férrea, y como los vagones son tan pesados, hacen trepidar fuertemente el barrio y yo nunca sabía si era tren o temblor legítimo hasta que oía el chirriar de los frenos del ferrocarril, pero hasta entonces pateaba puertas, sacaba niños, gritaba como loca, buscaba frazadas para arroparnos del frío del desierto en invierno, y, ¿saben para qué? pues para que mi primogénito se diera vuelta en la cama y aburrido me dijera: <<¡Pero mamá! ¡si afuera también está temblando!>>
Tomen eso como introducción, pues quería contarles que además tenemos, al oriente de Copiapó, el segundo volcán más alto de América, el Ojos del Salado (6500 mts) y en el océano Pacífico (¿quién le puso ese nombre, por favor?) tenemos muy cerca la Fosa de Atacama (7035 mts), y mi teoría es que esta descompensación hace que TODAS las semanas tiemble en esa ciudad ¡con el pánico que me producen los sismos!
Haga click para ver detalles.
No exagero nada: no hay semana que no tiemble el territorio ahí, y muchas veces muy fuerte, pero claro, en la escala de Mercalli que es la que uno siente a "nivel de usuario", no las sesudas escalas de Richter que mide la energía liberada, que alguna vez podrá ser mucha, pero tan profundamente, que donde está el piso de las casas se siente un suave vaivén....¡que igual no me gusta!Bueno, cerca de mi casa pasaba el tren que trae y lleva los minerales de cobre hacia y desde Paipote y tiene un declive ahí la línea férrea, y como los vagones son tan pesados, hacen trepidar fuertemente el barrio y yo nunca sabía si era tren o temblor legítimo hasta que oía el chirriar de los frenos del ferrocarril, pero hasta entonces pateaba puertas, sacaba niños, gritaba como loca, buscaba frazadas para arroparnos del frío del desierto en invierno, y, ¿saben para qué? pues para que mi primogénito se diera vuelta en la cama y aburrido me dijera: <<¡Pero mamá! ¡si afuera también está temblando!>>
6 comentarios:
Gracias por tu paso y tus palabras en mi rincón.
Interesante recorrer tus blogs.
Saludos
¡Me encantó la foto del tren! Y con sus ruedas amarillas, una belleza, verdad.
Aparte que los trenes me matan, me recuerdan tantos momentos bellos.
Sabes en estos días pensé en ti cuando vi por tv que había temblando en chile, se que tiembla frecuentemente pero susto, vivir así
Me encanta esa fotografía del tren que bello
Un abrazo
Bueno, estoy un poco tristecilla, en realidad no he prestado mucha atención al post, lo leré después Ale.
Siento que tengas que dejar el blog de ayuda, pero te comprendo bien.
Lo primero es lo primero.
Yo también, como todos, ando falta de tiempo, una cosa es escribir por placer cada dos o tres días, y otra distinta saber que están esperando respuesta a tantas dudas (me refiero al foro claro está)
Por ahora saco tiempo del ratito de ocio que queda después de comer y alguno que robo a mis horas de sueño.Pero no puede ser todos los días así, por eso te entiendo.
Lo importante es saber que estás, depositar tu granito de arena en forma de ánimos y cariño además de sonrisas en Despejado y Cálido.
Abrazos amiga :)
jajajaja me encanta la lógica de tu hijo ¡es incontestable!
:)
un besazo
Coincido con Almena, qué claro fue tu niño.
Besos!
Publicar un comentario