Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



jueves, 22 de febrero de 2007

Tamaño relativo

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Cuando era muy pequeña, vivía en el campo de mis padres y teníamos unos vecinos encantadores en el fundo del lado. Sólo recuerdo de ellos dos cosas: el turrón que me daban a piacere, y los enormes escalones que debía subir con ayuda.

Ya adulta debí regresar a ese sitio y me ilusionaba ver de nuevo los fascinantes escalones, y ¡no estaban! Pregunté, y me dijeron que en cien años estaba eso tal cual, y comprendí --con pena-- que la magia del gigantismo de la casa se había ido para siempre con mi estatura actual.

Este punto de vista me lo corroboró mi sobrino cuando me preguntó asombrado:
"¿Cambiaron el tarro de los juguetes? Ahora es muy chico"

Las montañas de hoy seguramente no serán tan altas mañana

13 comentarios:

Churru dijo...

De vez en cuando paso por delante del colegio donde estudié de pequeño. Veo lo que entonces me parecía un gran patio, y hoy día lo recorrería en 30 pasos largos. Hay una escalera en forma de hélice, de hormigón (concreto en Sudamerica), debajo de la cual me escondí una vez, y al levantarme de golpe me abrí la cabeza. Ahora me río cuando la veo pero me parece increíble que yo pudiera caber ahí debajo. Un beso Ale.

marie dijo...

Primero que todo: guau que foto. Preciosa.

y...uf!! cuantas desiluciones de ese porte me he llevado...patios infinitos que ahora me parecen una terracita, es como haber vivido en un mundo de gigantes, y de pronto ser uno de ellos.

Un grande abrazo,Ale.

AleMamá dijo...

Maite, querida, ¡que bueno que has regresado! Me pareció espléndida la comparación del mundo de gigantes y pasar a ser uno de ellos....¡muy "güeeeeennnnaaaaaa"!
Un besote, de verdad.

pon dijo...

Los escalones, y las estanterías. Recuerdo una biblioteca que me parecía inmensa de pequeña, estaba en casa de un amigo de mi padre, y de un año para otro crecí y la enorme biblioteca pareció reducirse como si la hubieran lavado con agua caliente. Me quedé boquiabierta.

almena dijo...

Es verdad, cómo lo agranda todo unos ojos de niño.
He tenido la misma experiencia ue tú, cuando después de muchos años he vuelto al lugar en que viví de niña.
Un beso, alemama.
Y feliz fin de semana

Xuravet dijo...

El mundo a través de los ojos de un niño, esta envuelto en magia, lleno de sorpresas y de encantos.
Cuando niño muchos fueron los lugares que tenían esa magia, misma que con el tiempo la he extraviado. Lo bueno es que ahora puedo disfrutar a través de los ojos de mi niño y, ver su rostro cuando se asombra y cuando ríe es algo maravilloso.
Me encantó la foto y la reflexión.
Saludos.

Irantzu dijo...

Oh, sí, muy cierto... la percepcion de los espacios cambia tantisimo...
No sé quién es el Churruán, pero a mí me pasó lo mismo que a él al visitar mi colegio años después...
Y ni que decir la mesa del comedor donde nos hacíamos una casa con mi hermano y nos encerrabamos a leer revistas... ¡era tan grande! Pero ahora la veo y en realidad no es tan alta... ni tan larga...

AleMamá dijo...

Nunca pensé que sería tan unánime la sensación de que los espacios se achican al crecer uno.

Irantzu, DEBES conocer al Churruán. Tiene un blog dinámico y muy divertido, como un culebrón de TV, jeje.

Un beso

Verbo... dijo...

Es cuestion de crecer cada dia un poquito mas, cada dia crezco, cada dia desaparecen o menguan los obstaculos...todo pasa, a veces hasta se extinguen.

Antes le tenia miedo al ¨pillo¨, al Cuco, creia en Santa Cló, y mira, con el tiempo crecí y me dí cuenta de que ellos se habian ido, extinguieron, se desaparecieron del panorama.

Que bien, que bien, al escribir esta palabras me viene a la mente la idea, de que si vencemos cada dia un poquito nuestros miedos, crecemos.

M.

ojo humano dijo...

¡Por fin en casa!
Me fui de playa, hasta en mar me pareció diferente de cuando niña. Tienes razón, ya no es el mar eeeeennnooooorrrrrrrrrrmmmmee de mi infancia, pero sí igual de bello.
Unas lindas vacaciones.
Gracias por pasar por casa, me da gusto saludarte.

Lilian dijo...

Pasa lo mismo con el tiempo. Cuando niña, el día me parecía eterno, la semana siglos y los meses milenios; me parecía que nunca crecería...
Saludos

El Eternauta dijo...

hola, muy bueno tu blog! las ayudas para mejorarlo copadisimas.
con respecto a esta entrada me gustó muchisimo la última frase porque le dá otro sentido, más integral y menos nostálgico a tu pensamiento, pensamiento que por otro lado comparto totalmente.
un abrazo!

alida dijo...

Que maravilla solo pensaba que me había pasado a mi, uffsss gracias por este post cuando era niña hace mucho tiempo, mi familia tenia una casa en la playa, enorme para mis ojos (en ese tiempo) hace un par de meses volvimos la primas y nos sentamos en una banca en frente y pregunte era así o la veíamos grande antes, nos reímos y las además pensaron que yo estaba medio chiflada
Un besote grandote de verdad

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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