Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



miércoles, 13 de febrero de 2008

Biblioteca ambulante; cultura donde te encuentres.

Los alemanes en general tienen fama de ser un pueblo culto, y se nota en muchas cosas, pero debo dejar constancia que no esperaba esta maravilla de servicio:



No es que todos los títulos yo los ponga al nivel de "cultura", pero sí lo es el que te ofrezcan este servicio mientras estás en un hospital, con tanto tiempo ocioso.



Lógicamente, parte de que una biblioteca ambulante sea posible es el trato del material y su oportuna devolución, que también es respetuosa y agradecida.

Mis fotos son el testimonio vivido en el lugar en que nació Isabel, mi nieta.



14 comentarios:

j.a.varela dijo...

Me parece fantástico, sobre todo teniendo encuenta que los libros, al menos en estas tierras, son bastante caros.

j.a.v.

Briseida dijo...

Realmente, es una genial iniciativa. Como para que la copiaran en todos los hospitales.

Un beso!

Benita Pérez-Pardo dijo...

Impresionante!!. En España no pasa nada parecido!. Menuda suerte!

Peque dijo...

Me parece muy buena idea, ya que en algunas partes la lectura no es muy económica....y es tan buen hábito...
Un abrazo
Peque

AleMamá dijo...

La foto conlos títulos quedó al revés. Lo siento, deberán torcer el cuello, ¡ayayaycito!

AleMamá dijo...

La verdad es que los libros son un lujo en casi todos lados. En Chile (ya regresé hace unas horas) son muy caros y las ediciones más o menos feítas, al menos las hay mejores pero no siempre se consiguen, y si hay, se pagan por supuesto más caras aún.

Si hay algo que me dolía era pasar por las librerías preciosas que hay hasta en los pueblos, con maravillas para los hijos, amigos, nietas y uso personal, pero pesados de transportar, ¡y el alemán! buaaahhhh

Irantzu dijo...

Hola! Ya te fuiste de Alemania, pero como lo disfrutaste no???
La de la foto eres tu?
Debo decirte que hiciste unos reportajes de un monton de cosas que a uno le pasan desapercibidas ya viviendo ahi... muy interesante!

AleMamá dijo...

No, Irantzú, es la señora de la biblioteca, un amor. si quieres ver mi cara debes investigar en mis fotoblogs de la sidebar.
Saludos y no te asustes, jeje

Anónimo dijo...

Una gran idea, pues la lectura de un buen libro sin duda hace más llevaderas las largas horas de un hospital.

Saludos

Z E N dijo...

Pasaba por aqui y me encantó tu blog.
Saludos.

Trini Reina dijo...

Pues sí, es una idea a copìar por muchos hospitales. ya que tan de moda está copiar lo malo, no viene mal hacerlo con lo bueno.

Besos para ti e Irma

Fattyec dijo...

Hola Ale... que linda estadia te diste, que bueno, me alegra mucho por ti y tu familia.
Sabes esa idea de los libros deberia darse, no solo en los hospitales, sino tambien en todos los sitios normalmente concurridos, por ejemplo te digo, en un café (aunque aca esta de moda algunos) que sirven para entretener a quien espera; se dan muchos casos en mi pais donde la puntualidad no es nuestro fuerte...
Bs y Feliz retorno,
Fatty

Marta Salazar dijo...

siempre depende de cómo sean los libros...

y generalmente... no son de lo mejor... pseudocultura estatal light la llamaría yo, pagada con los impuestos de los contribuyentes.

preferiría que me devolvieran mis impuestos y poder decidir yo quén leo...

qué simpática se ve la sra. que atiende! sin duda, debe ser encantadora! me imagino su voz suave y acogedora, ja ja

un abrazo y disfruta del verano!

la voz balconeado es un estupendo neologismo!

AleMamá dijo...

Jaja, Marta: hemos creado DOS neologismos para decir lo mismo; yo puse "abalconado" y tu "balconeado" en mi última entrada. Se necesita esa palabra, creo, ¿de verdad no existirá?. Voy a averiguar....¡RAE, dime....!

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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