Pocas cosas hay que me molesten más que la persona con quién hablas te encuentre toda la razón y sea como un eco de lo que estás diciendo. Estoy pensando en al menos tres personas que en distintas épocas han tenido mucho que ver conmigo.
Hubo una mujer un poco mayor que yo, que a todo lo que tu decías iba repitiéndolo a continuación; ni siquiera un rato después. Era como una sombra de tu voz, como una fuga de Bach pero con palabras. Era tanto, que a todo dijera que sí y te encontrar la razón, que alguna vez me dí cuenta de su increíble capacidad para cambiar el discurso, si lo suyo lo hubiera sido. Si uno pensaba en voz alta algo, ella estaba de acuerdo, con las mismas palabras y argumentos, ya te dije, y si en la misma planificación cambiabas a lo opuesto, lo mismo, ¡acuerdo total! en palabras, pues al final sin dar explicaciones, sin sonrojos, sin decir agua va, hacía lo que se le ocurría y tan feliz....ella... uno quedaba con un signo de interrogación gigante. ¿Se podría llamar "resitencia pacífica" si nadie la atacaba ni presionaba a nada?
Otra compañera de colegio que seguí tratando por mucho tiempo y que a veces veo, también: un eco, parece que no tuviera opinión propia, un fantasma del pensamiento. Indirectamente sé lo que piensa, pero no lo expresa. Terrible.
Una tía mía, lo mismo. Era por el estilo pues ya murió. Un triste personaje.
Me pregunto: ¿es una defensa? ¿qué motiva el tratar de dar gusto así? ¿será esa la razón? ¿es miedo?
Creo que puede ser un poco como las opiniones políticas, que pocos se atreven a dar, salvo los que se consideran en la cresta de la ola del pensamiento imperante y dicen lo que sea sin temores. Los demás se callan, salvo excepciones. Pero de ahí a ir detrás del que opina diferente -o si piensa en la línea de uno mismo, inclusive- encontrando todo bien sólo por complacerlo, es un asco.
Hubo una mujer un poco mayor que yo, que a todo lo que tu decías iba repitiéndolo a continuación; ni siquiera un rato después. Era como una sombra de tu voz, como una fuga de Bach pero con palabras. Era tanto, que a todo dijera que sí y te encontrar la razón, que alguna vez me dí cuenta de su increíble capacidad para cambiar el discurso, si lo suyo lo hubiera sido. Si uno pensaba en voz alta algo, ella estaba de acuerdo, con las mismas palabras y argumentos, ya te dije, y si en la misma planificación cambiabas a lo opuesto, lo mismo, ¡acuerdo total! en palabras, pues al final sin dar explicaciones, sin sonrojos, sin decir agua va, hacía lo que se le ocurría y tan feliz....ella... uno quedaba con un signo de interrogación gigante. ¿Se podría llamar "resitencia pacífica" si nadie la atacaba ni presionaba a nada?
Otra compañera de colegio que seguí tratando por mucho tiempo y que a veces veo, también: un eco, parece que no tuviera opinión propia, un fantasma del pensamiento. Indirectamente sé lo que piensa, pero no lo expresa. Terrible.
Una tía mía, lo mismo. Era por el estilo pues ya murió. Un triste personaje.
Me pregunto: ¿es una defensa? ¿qué motiva el tratar de dar gusto así? ¿será esa la razón? ¿es miedo?
Creo que puede ser un poco como las opiniones políticas, que pocos se atreven a dar, salvo los que se consideran en la cresta de la ola del pensamiento imperante y dicen lo que sea sin temores. Los demás se callan, salvo excepciones. Pero de ahí a ir detrás del que opina diferente -o si piensa en la línea de uno mismo, inclusive- encontrando todo bien sólo por complacerlo, es un asco.
Quizás tenga espíritu de contradicción, pero prefiero que, aunque estén de acuerdo conmigo, sea de un modo que al menos parezca autónomo; así uno puede tener cierta seguridad de que mantendrán su opinión. Me cargan las personas que parece que necesitan mover la cola.
"El tiempo verde de mi perro" (Javier GRANADOS)
10 comentarios:
Querida Alemamá:
Si la gente es como tú dices, un pobre eco de lo que habla el otro, es algo ridículo. Pero muy cerca de esto, a veces equivocándose con esta actitud, vemos otra, que es en la que a mí me educaron: intentar comprender siempre al otro, intentar salvar la mayor parte posible de sus argumentos, hacerle ver que le comprendes y que, en la medida de lo posible, estás de acuerdo con él. Luego, si hay que estar en desacuerdo en otra cosas, se le dice, pero dejándole siempre claro las muchas cosas de su opinión que te parecen valiosas. Huir, en definitiva, del avasallamiento actual, donde muchas veces los diálogos no son más que cruces de monólogos.
Esto es muy importante en las discusiones sobre religión, cuando se nos plantean ideas anti-religiosas o anti-cristianas: "entiendo tu postura, creo que has llegado a ella por este motivo comprensible o por el otro, pero he de decirte que ...".
Tu artículo me pareció excelente, pero la foto del perro al final... ahhhhhh, ese perro, me hizo morir de risa!
Mirá, yo muchas veces digo "Aha", cuando me dicen algo, y no por estar de acuerdo sino porque quiero evitar polémica (sobre todo ante temas escabrosos, de política, de religión, etc).
Pero te entiendo, porque sí... es muy molesto sentir un eco todo el tiempo. Te dan ganas de preguntarle "ALGUNA IDEA PROPIA, TENÉS?"
Saludos gracias por tuis palabras y por visitarme. De Gabriela Mistral conozco apenas nada, lo reconozco, bien que lo siento. Un abrazo
anamorgana
Precioso tu blog, si me permites vendre a leerte.
Pienso que hay personas que estan deseperadas por ser aceptadas o... que no tuvieron en la vida ocasión de ser ellas mismas sino calcos de la mediatidad.
... y agregaria vivir como pensamoes y sentimos y como damos, en síntesis ser auténticos.
Saludos
muy bien! clap clap clap!
dilo otra y otra y otra vez!
estoy, por mi parte, cansada de esos bloguers que te ponen en la lista negra o te mandan mails "raros" si no / cuando no / recriminándome porque no estoy de acuerdo con ellos trato de mostrar las cosas de otra forma...
me carga el pensamiento uniforme!
saludos y gracias por ese artículo!
Marta (desde otro laptop)
Vuelvo a ver la mirada tan dulce del perro con que ilustro el post, y me detengo a pensar en que algunas de las personas que he recordado acá pueden tener ese problema de comunicación por la necesidad de agradar quién sabe por qué traumas.
Una de ellas de verdad parece que mirara con unos ojos así, como pidiendo cariño, atención. Me irritan, pero no dejo de tratar de entender los porqué.
***
En los blogs pasa a menudo algo relacionado, pero que no es lo que posteo, y es eso de comentar sólo diciendo lo muy de acuerdo que estamos, y me encanta que haya gente que piense como yo, bendito sea Dios, pero me gusta intercambiar ideas, y para eso, hay que confrontarlas de vez en cuando, dar otro punto de vista, dar razones o expresar sentimientos de todo tipo, dentro de lo que dice "el Manifiesto" de la entrada que sigue, o sea con respeto y sinceridad. Esas condiciones cumplidas hacen que el en el blogueo valga el tiempo que le dedicamos, la dedicación y hasta el cariño que ponemos en ellos.
Fernando: Tienes TODA la razón, y ya me voy pareciendo a la caricatura que he hecho aquí, jeje, y es que estoy de acuerdo contigo por las mismas razones; las personas que intercambian ideas, convicciones, etc siempre tienen mucho de razón; inclusive, hay discusiones ¡por decir lo mismo con palabras vagas! aclarado el punto, se acercan lasposicionesy no es raro que terminen con una carcajada.
Lo que yo comento en este post es un ¿vicio? dela comunicación, por llamarlo de algún modo, que hace que tu interlocutor vaya repitiendo, como un eco (tal cual:un ECO) lo que tu vas diciendo, asintiendo a todo para cambiar el "discurso" si se cambia de giro.
Conste que lo posteé para tratar de entender sus mecanismos; los por qué de algo que me choca y hasta descoloca, cuando tu crees que lo que dicen es verdad y no, es sólo un eco de los que suponen (supongo) que es agradable al interlocutor.
Saludos, mi amigo. ¿Cómo va la huelga del transporte?
así es!
te pondré un link en Alemania, economía, etc., bajo la etiqueta: temas blogosféricos...
un abrazo y gracias!
Bueno, gracias, Marta. Como siempre es un honor que te enlacen por algo así. Saludos
ya, ya te puse el enlace, en AESYD
salu2
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