Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



martes, 12 de abril de 2011

Así nos casábamos antes


Iranzu, una antigua bloguera amiga de este sitio ha retomado sus posteos, y entre ellos hay uno llamado Casarse, donde dejé un comentario que he tomado de base para esta entrada ahora que estoy en una etapa de la vida llena de matrimonios, pues los hijos propios y de mis amigas están cambiando de estado civil.

Me casé hace muchos años -ya soy abuela- y sentía  que es algo muy personal, por eso quería casarme un día de semana, al mediodía y sólo con nuestras  familias directas y punto, pero mi papá me dijo que no me casaba mal, ni tenía nada que esconder, que me debía desposar ante algo más de gente. En total seríamos unas 60 personas, ¡"siesque"! Salí con la mía de que fuera al mediodía, y tocó un día en que diluviaba.

Mi traje era "blanco roto", como dicen las españolas, o sea de un tono color algo así como marfil, hecho por mi modista, a media pierna, de lanilla, y el único adorno era una chaquetita corta y ajustada adornada con pasamanería. Punto. El peinado y tocado me los hice personalmente yo, y sería todo. El festejo fue un cóctel hecho y servido en mi casa. No necesitábamos más. 

Tampoco teníamos mucho para alhajar la casa, ¡y menos casa propia! Empezamos sólo con la profesión de mi esposo y un muy buen trabajo que después ya no fue tan bueno por circunstancias políticas: la Unidad Popular, de triste recuerdo. Todo lo que tenemos lo hemos conseguido entre los dos, y lo mejor que hemos hecho como socios, obviamente, son nuestros 5 hijos.

Hoy, en que celebrar un matrimonio se ha convertido en una tremenda industria, no viene mal recordar que es lindo hacer una hermosa fiesta, pero más importante es lo que va por dentro, el deseo de hacer de esa unión que nace algo sólido, limpio y abierto a la vida. Comienza una familia, otra cosa que se está poniendo entre paréntesis.


6 comentarios:

Winnie dijo...

Yo creo que sabes, Ale, lo unida que me siento a ti en tus creencias. Quizás por esos padres mios que ya me dejaron, que criaron y educaron a 9 hijos...y que me enseñaron esos valores que leo e intuyo en ti.
Vale la pensa seguir creyendo en el matrimonio y en la familia Ale...yo lo hago. Un beso

Natalio Ruiz dijo...

Ja! En estos temas, de manera especial, la añadidura se suele morfar el corazón. De hecho, la gran mayoría se casa sólo por la añadidura.

Se comen la cáscara y tiran el huevo!!!!!

Respetos casamenteros.

Natalio

AleMamá dijo...

Winnie y Natalio, me alegra tanto que haya otros Quijotes como yo que creemos en que es posible tener grandes ideales y luchar por ellos.

Edit dijo...

La verdad es que cuando la pareja joven decide casarse, y toma conciencia de que asumen la responsabilidad de llevar a delante su hogar, ya desde la celebración y ágape, debe ser su tarea.
La dedicación y austeridad es un galardón que lo jóvenes deben tomar con orgullo.
En la actualidad los eventos sociales de los casamientos son la causa de endeudamiento para muchos hogares. Y todo por no saber ubicarse, ni ubicar a los jóvenes novios.
Muy linda tu entrada amiga.
Es bueno acompañar a los hijos en ese momento tan especial, sobre todo dejándolos enfrentar la vida, a los dos como pareja. Ayudarlos en lo realmente necesario, dándoles la oportunidad de crecer y hacerse responsables de sus decisiones.

E

Fran dijo...

Qué bonita entrada. Estoy totalmente de acuerdo. Solo me hubiera gustado que hubieras puesto tu foto de boda para admirar ese tocado que tú misma hiciste.
Un beso.

Fernando dijo...

Alemamá, éste es uno de los posts más bonitos que he leído en tu blog.

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Una compañera mía gastó tanto en su boda que tuvo que pedir un crédito al banco para pagarla, y luego estuvo 3 años devolviendo el dinero. Menos mal que su matrimonio duró, imagínate que se divorcian antes de acabar de pagar la boda.

Algo de mí

Mi foto
Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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