En mi casa el asunto de quién duerme y dónde ya es un tema parecido a las sillas musicales, ese juego de niños conocido por todos. Y es que tenemos 4 dormitorios (el 5º está dedicado a los computadores y oficina-estudio, ¡qué sé yo!) y uno, abajo, que le llamamos "dormitorio de alojados" por el eterno girar de amigos y parientes que recibimos en él.
Eso hasta que mi hijo Felipe ha decidido que es el mejor de la casa y se ha instalado ahí haciendo de la silla un closet donde "cuelga" la ropa, y debajo del escritorio una zapatera con 5 pares de zapatillas, desde fútbol a las rotas -pero amadas- Adidas blancas. ¿Y los papeles de la universidad y el notebook? pues arriba de la otra cama, encima de otra silla, entre los libros de la biblioteca que hay ahí o en el revistero del baño, y así.
Todo cambia dramáticamente cuando llega alguien, y ese alguien suele ser mi madre que en este momento viene viajando a la postura de argollas/alianzas de Tere, mi hija que está por casarse. Entonces suben camisas, calcetines -limpios y no tanto-, pantalones, papeles, computadores, zapatillas, pijamas....... Bajan sábanas limpias, toallas, libros y revistas que le gustan a mi vieja..... Si alguno sabe de abismos generacionales debo de ser yo.
13 comentarios:
Me has hecho recordar esa maravillosa casa donde me crié con 5 habitaciones para 11 habitantes...Un besito
¡Como me consuela leerte! Tu en Chile, yo en España y los mismos sucesos.
¡Qué bueno! Bueno, espero que cuando llegue tu madre se lo encuentre todo ya arreglado
ja ja ja. Desde fuera se ve bonito ese transitar de la familia por la casa. (aunque supongo que desde dentro supone un tanto de trabajo)
Un regalito para el día de la gran santa, Teresa de Jesús.
Nada te turbe,
Nada te espante,
Todo se pasa,
Dios no se muda.
La paciencia
Todo lo alcanza;
Quien a Dios tiene
Nada le falta:
Sólo Dios basta.
Eleva el pensamiento,
Al cielo sube,
Por nada te acongojes,
Nada te turbe.
A Jesucristo sigue
Con pecho grande,
Y, venga lo que venga,
Nada te espante.
¿Ves la gloria del mundo
Es gloria vana;
Nada tiene de estable,
Todo se pasa.
Aspira a lo celeste,
Que siempre dura;
Fiel y rico en promesas,
Dios no se muda.
Ámala cual merece
Bondad inmensa;
Pero no hay amor fino
Sin la paciencia.
Confianza y fe viva
Mantenga el alma,
Que quien cree y espera
Todo lo alcanza.
Del infierno acosado
Aunque se viere,
Burlará sus furores
Quien a Dios tiene.
Vénganle desamparos,
Cruces, desgracias;
Siendo Dios su tesoro,
Nada le falta.
Id, pues, bienes del mundo;
Id, dichas vanas;
Aunque todo lo pierda,
Sólo Dios basta.
Feliz día
Que Santa Teresa interceda siempre por ti y los tuyos. ¡Bendito revuelo! jeje.
Un abrazo y gracias por todo.
jajaja! eso pasa en todas las casas... menos mal que no tienes más "piezas de aoljados", porque entonces, tendrían que sacar aún más cosas, jaja
y sacar las cosas, no debe ser el mayor problema... el mayor problema, debe ser limpiar, jeje. O no?
Qué bueno. Me alegro de que ella vaya a estar unos días con vosotros.
No entendí lo de las argollas-alianzas.
Fer, es la clásica pequeña ceremonia en que se intercambian las alianzas antes de casarse; luego lo harán como casados.
ja, ja, ja.
¿Y por qué no considera quedarse definitivamente en ese cuarto y el que es suyo queda para los alojados? Pregunto nomás...
Gaby, por algo de rodillas: mi mamá tiene problemas de movilidad, le cuesta subir escaleras; de no ser así, hace tiempo ya hubiera hecho el trueque te diré.
Cariños
Me imagino el alboroto. Yo llego si Dios quiere a Clilito el 22 de diciembre. Ojala no sea el causante de tanto revuelo.
Yo viví en Santiago cinco años cuando era una niña y recuerdo que sí salimos corriendo en más de una ocasión, aunque con la natural confianza infantil que los niños tienen en sus padres, nunca pensé que me pudiera pasar nada, ya que mis padres estaban conmigo.
Un abrazo!
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