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viernes, 12 de agosto de 2011

Si fuera teleserie no lo creería posible. Acto segundo

En la primera parte de la "teleserie" ya he contado una buena parte de los entretelones de este drama que se podría evitar tan fácilmente, visto desde fuera, pero confluyen tantas circunstancias que pareciera que el círculo de desgracias es imposible de vencer. ¿Será así?
  • Tenemos una suegra ausente viviendo un amorío con un hombre 14 años menor -alias el Cara de Sapo- con el que tiene un hijo reconocido por Pedro, el marido legítimo, a sabiendas de que no es suyo. El joven amante de Rosa no soporta la presencia de Yasna, la hija de 12 años de la mujer.
  • Ésta niña perdió a su padre por culpa de este romance, y no tiene más amparo que Karina, la hermana de 20 y Roberto,su conviviente de 26. Ya estaban asentándose las cosas de este modo tan anormal cuando un fin de semana, luego de haber salido Roberto y Karina a trabajar juntos todo el sábado, una amiga de la joven madre la invitó a ir bailar a la disco del barrio, y la mujer aceptó, dejando en casa al hijo y la pareja "porque ella es joven". 
  •  Roberto salió en tres oportunidades a buscarla y no la encontró, pero sí a su cuñada chica (12 años) que a esas altas horas seguía en la calle expuesta a todos los peligros conocidos. El hombre regresó y se acostó. Ya eran las tres de la madrugada, cuando entró Yasna, la niña, quien decidió que tenía frío, por eso se metió a la cama matrimonial donde estaba su cuñado y su sobrino Benjamín, haciendo cuña entre los dos. 
  • Roberto volvió a salir para buscar a Karina..... Ésta vez tuvo la mala suerte de no tener noticias de su mujer pero sí de encontrar a sus propios amigotes de barra, y se fue de tragos por ahí con el típico resultado de llegar rompiendo todo. Lo acusaron de violencia intrafamiliar -fue su segunda vez- y lo pusieron entre rejas como dije, pero además el juez le dejó orden de abandonar la casa familiar y ahora no tiene donde ir. 
  • Cuando los carabineros (policía uniformada de Chile) lo escoltaron para cumplir con abandonar la casa de su conviviente, el hijo de ambos estaba presente, con todo lo que implica. 
  • Hoy su hermano lo recibe en secreto para que entre a la casa de la madre propia  pero debe esperar a que la abuela -¡que tampoco es la abuela! sino alguien que se hizo cargo de su madre abandonada cuando era pequeña- se duerma, porque si no, comienza de nuevo el conventilleo
 ¡Qué cosas! Me he enterado de un modo indirecto que he debido conocer hasta el final. Sólo conozco de pasada al hombre, pero quién me contó todo el asunto sí lo conoce desde mucho tiempo atrás, pues lo ha formado laboralmente. ¿Cómo es posible que no se puedan arreglar civilizadamente las cosas? Si así fuera podrían tener una especie de sociedad familiar en que todos se ayudaran, pero no, todos contra todos, de un modo tan autodestructivo que hacen sentir cosas entre la rabia más grande y la incredulidad con que titulé esta historia. Pareciera que hacen justo lo peor en cada circunstancia, y el ciclo se va calcando y repitiendo generación tras generación. ¡Uf! que agobio. 



11 comentarios:

AleMamá dijo...

Como esta historia BIEN REAL es tan agobiante y complicada, la termino de inmediato para el que tenga paciencia de leer el final.....sin final, eso es lo más triste.

Gabriela dijo...

Lo más triste es que lo pones como reflexión final es muy cierto: son ciclos que se repiten de generación en generación. Por ahí ocurre el milagro de que uno de los protagonistas rompe el círculo vicioso y logra sobrevivir a este ciclo de equívocos.
Ojalá a esta familia le ocurra eso pronto.

Cyrano dijo...

Más enredada que pelea de pulpos. Felizmente la historia no ocurre siempre, aunque hay parecidas y aun peores. A veces, no queda otra cosa que orar por ellos.

monicalvarez dijo...

Ale:
historias como éstas son más frecuentes de lo que uno imagina.Es cosa de verlas en la televisión.Son drama inimaginables en los cuales la cordura está ausente y en denominador común es la impulsividad,la agresión,el alcohol,la droga,la irresponsabilidad,la promiscuidad,en fin,una sarta de calamidades.Las teleseries,el cine,el teatro,se nutren de estos dramas.

Saludos desde Ñuñoa

Ale Jr. dijo...

Creo que me perdi, ¿quien sería este personaje? que cosas mas locas que pasan
Saludos

Winnie dijo...

¡Cómo le agradezco a Dios no tener una vida tan complicada Ale.! Un beso

Andy dijo...

Creo que no salió mi comentario.

Dije que era un lío de historia. Madre mía, verdaderamente la realidad supera a la ficción.

¡Qué familia tan calamitosa!

Juan Ignacio dijo...

Había leído este final hace unos días pero no había tenido oportunidad de comentartelo apropiadamente: "y el ciclo se va calcando y repitiendo generación tras generación".

Es un hecho que es así. Son casi milagros, y mucho esfuerzo, lo que permite que alguien se desembarace de esas herencias pesadas. Mi esposa es psicóloga y lo explica mucho mejor.

Una vez estuve a punto de hacer una entrada con dos canciones. Una es de Tracy Chapman y se llama "Fast car". La otra es de un conjunto quebequés llamado Mes Aïeux y se llama "L'heritage".

La primera a muestra como una chica huye con su novio de su casa para huir de su padre alcohólico y resulta con el el tiempo que sus sueños se desvanecen y el novio termina siendo también alcohólico. No es un invento. Puedo decir que es real porque cosas así mi esposa las veía a diario en su trabajo.

La segunda es más directa. En una escena algo surrealista en que el padre alcohólico difunto reaparece a su hijo, le recomienda que no tome alcohol. Como el padre alcohólico había sido malo con él, el no se siente dispuesto a obedecerlo. Al revés, prefiere llevarle la contra. Y dice que tomará, pero que sabrá detenerse despues de un trago. O después de otro. O de otro. O de otro...

Uh, me extendí demasiado.

AleMamá dijo...

Gracias a los que han tenido la paciencia de leer este enredo y me han ayudado a soportar tanto mal evitable. Pese a que los protgonistas me son extraños me tocan, porque lo que he contado es verdad y no tiene pinta de acabarse en las próximas generaciones, tal como han cometado acá, especialmente juan Ignacio con sus ejemplos.

Miriam dijo...

Tristisimo. Quiero creer que al menos tendran una oportunidad de romper esta cadena de errores. Que en algun momento se cruzara alguien mas estable en la vida de la madre de las hijas o del nieto y podran tener paz

Marta Salazar dijo...

necesitan una mediación...

oye y esta historia tan terrible?

pobrecitos...

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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