Acompañé a una amiga que hace poco se ha enterado de una sentencia médica que le deja poco tiempo de vida y en malas condiciones. Lo ha pasado mal, pero tiene humor, y me contó lo divertido - y lo raro que suena en sus oídos- que es cuando las personas que se han enterado del estado de su salud se acercan y lo único que atinan a decirle es: _¡pucha!_
Dice que pone cara de circunstancias, pero que luego le da risa, porque los que se lo han dicho, pronto se esfuman; ninguno ha aparecido de nuevo. Comprende que no saben encarar la situación como ella lo hace. Menos mal que se lo toma así.
Que mal enfrentamos la enfermedad y la muerte en nuestra sociedad occidental. No se habla, se disfraza, se banaliza, se teme tocar el tema. Es políticamente incorrecto, de mal gusto y feo. Algunos solamente tenemos postergado ese encuentro con la hora final; para otros ha llegado temprano , como un compañero de carrera de mi hija Tere que este sábado murió a los 21 años en un hospital de los EE.UU.
Dice que pone cara de circunstancias, pero que luego le da risa, porque los que se lo han dicho, pronto se esfuman; ninguno ha aparecido de nuevo. Comprende que no saben encarar la situación como ella lo hace. Menos mal que se lo toma así.
Que mal enfrentamos la enfermedad y la muerte en nuestra sociedad occidental. No se habla, se disfraza, se banaliza, se teme tocar el tema. Es políticamente incorrecto, de mal gusto y feo. Algunos solamente tenemos postergado ese encuentro con la hora final; para otros ha llegado temprano , como un compañero de carrera de mi hija Tere que este sábado murió a los 21 años en un hospital de los EE.UU.
- ¿Cómo enfrentas estos inevitables asuntos tú?
- ¿Te ha tocado últimamente algún fallecimiento de cercanos?
- ¿Que esperas para ti sobre el tema?
22 comentarios:
Posteé ésto en rosa pues mi amiga tiene cáncer de mamas.
No puse ninguna imagen pues en todas se presenta a la muerte con burla o como terror absoluto. Creo que ni lo uno ni lo otro. Respeto ante el inminente paso a lo desconocido, pero con serenidad.
Lo que es a mí, como creyente, pese a que me asusta el morir, espero que ese sea el día más feliz al contemplar por fin el rostro del Señor, ese que he buscado con hambre.
Si te soy sincera, no sabes como reaccionar ante una noticia de este tipo. Lo que tengo claro es que me duele hasta leerlo.
Quizá yo tambien daría ánimos, pero no me esfumaria.
Un abrazo.
si me preguntan a mí...
me pasa lo mismo que a blumun, no, no me voy a hacer la héroe,
le tengo miedo a la muerte y al dolor... propio y ajeno,
supongo que también diría pucha, pero trataría de aparecerme muchas veces más para ver a mi amiga, en busca de respuestas que podríamos descubir juntas...
no tengo muchas experiencias con la muerte... sólo mi abuelita y dos de mis tías abuelas; pero yo era muy chica, no tengo más experiencias, nunca se ha muerto nadie muy cercano a mí...
mis dos tíos, pero estábamos a miles de kms. de distancia y eso es distinto a cuando lo vives tú misma directamente, al lado de la persona,
bueno, también se murió mi vecino y amigo en Flamersheim y creo que ayudamos muchísimo a su viuda y a su familiy con amistad,
pero pese a que éramos muy amigas, nunca supe muy bien cómo encarar la situación (es que, además, los alemanes son bien especiales en este sentido) y cuando se murió (fuimos de los primeros en saberlo), no quería ni verla (las horas siguientes), porque no sabía qué hacer... tenía miedo de meter la pata,
en fin...
saludos! encomendamos a tu amiga...
Gracias alemama y un abrazo a tu amiga. El tema de la muerte son palabras mayores. Y saber acompañar no es fácil. Creo que le da cierto miedo a cualquiera y que solo viendolo desde la optica cristiana se presenta distinta. Recuerdo la muerte de mi mama, que habia sufrido mucho, muchisimo y aun no comprendo (en realidad si) como la aceptamos tan serenamente. Habiamos rezado tanto...
De todas maneras creo que aprendi mucho de Juan Pablo II. Todo mi cariño para tu amiga.
Y también ayuda el pensar en que nuestra Abogada hablará bien de nosotros en la portería. Aunque tenga que forzar un poco las cosas. Ya que a la Madre del Patrón, como decía un amigo mío, nadie le dice no.
juan
Agradezco el don de la fe que es el único capaz de iluminar circunstancias como estas.
Es impresionante la soledad experimentada por la gente enferma que no tiene fe.
Sí tengo una experiencia cercana, en tiempo y en vínculo, porque mi papá falleció hace muy poquitos meses.
Pero lo que me quedó siempre de él (en relación a este tema) fue que al enterarse de su enfermedad, empezó a hablar de ella todo el tiempo, en una forma optimista y alegre, aprovechando cada minuto y haciendo todo lo que tenía a su alcance para curarse.
Y siempre él decía: "yo tengo cáncer, pero no te acongojes, hay que hablar de ésto... el que no habla de esto es un idiota. yo hablo y lo enfrento, y gracias a eso le voy a ganar".
En fin, me hiciste emocionar. Pero hay que seguir y aceptar.
Y para mí espero simplemente poder vivirlo como lo vivió mi viejo: me dio clases magistrales de optimismo y ganas de vivir.
Beso grande.
Me gustaría pensar que, como cristiano, cuando venga ese momento lo recibiré en paz, como algunos de los casos que contais. Sin embargo, tengo un indicio que juega en mi contra. Hace meses me salió un bultito en el pecho, y sin darle mayor importancia pedí hora en el dermatólogo. El día antes de la cita se me ocurrió preguntarme: ¿Y si es un tumor?. Me puse -literalmente- malo, con naúseas y ganas de vomitar.
Era, claro, una simple bolita de grasa.
Desde ese día rezo a Dios para que me mejore mucho como cristiano, y que cuando de verdad vengan las vísperas tenga la serenidad de la que vosotros hablais.
F.
Me confieso cobardica y miedosa con la muerte y -sobre todo- con el sufrimiento. Propios y de los demás...
Besos!
Mira, yo soy creyente y practicante, no le temo a la muerte, le temo a lo que hay que sufrir para morir por eso rezo eso de "Santa Ana, buena muerte y poca cama".
Lo dificil ante una noticia de ese tipo, para mí es actuar con naturalidad, y saber ayudar. Quizás lo mejor sea simplemente acompañar.
Si, he tenido experiencias muy cercanas y muy dolorosas, y puedo decir que he sentido al Señor a mi lado.
Es cierto que en nuestra sociedad la muerte es un tema tabú, no se habla, como si al no hablarlo la muerte no existiera y sin embargo nos ronda a todos y a todos nos llega. Me gusta su actitud y ojalá pudiesemos llegar a ver la muerte como un paso más y no como un final.Es muy diferente cuando la muerte se presenta tras una larga enfermedad, parece que los familiares y el mismo enfermo tiene tiempo para hacerse a la idea, para afrontar lo que viene e incluso para ponerse en paz, lo malo es cuando la muerte llega inesperadamente por algo fulminante o por un accidente, parece que ahí todo lo que estaba por hacer queda en el aire, sesgado como una daga afilada.
Un beso para ti y tu amiga...
Hola Alemamá, mañana o pasado (en cuanto tenga un momento) te enlazaré en Familiaenconstruccion... justo hoy estaba pensando en esto mismo, en la muerte, pero en relación con los niños... es decir, que se les oculta esta realidad. Las dos cosas están en relación.
Hola Alemama:
cuando yo tenía 16 años, mi mamá enfermó de leucemia y solo vivió un mes desde el diagnóstico.Para mi el dolor de su pérdida fue hasta físico.Literalmente.Cada mañana al despertarme y constatar la realidad me dolía la boca del estómago.Para calmarme, en las noches dormía con su almohada y camisa de dormir impregnadas de su olor.Solo el tiempo fue amainando el sufrimiento.La poesía me ayudó ya que comencé a escribir lo que sentía y en esto me apoyó mi profesora de lenguaje y comunicacíon.
Sin embargo mis hermanos reacionaron de diferente forma :la menor se bloqueó,y los otros dos lo superaron con mayor rapidez.
Mi madre nunca supo que se iba a morir pues mi padre no quiso que supiera.
Personalmente no tengo una buena relación con la muerte ya que nunca más he podido ver a un muerto.
No me gustaría una muerte precedida de dolor físico.No soporto bien el dolor.
Así es la vida
Un abrazo para tí y fortaleza para tu amiga.
Querida Mónica: qué pena lo de tu mamá. Debió morir joven y si se dió cuenta, debió sufrir además por dejarlos a Uds sin terminar de educarlos, ¿no?, pero Dios sabe más.
En relación a lo de que tu paá no se lo quiso decir, discrepo, pero cada uno sabe. Es un momento tan decisivo, tan solemne, tan grande, pues mal que mal hemos vivido con sentencia de muerte desde el instante en que nos engendraron, que uno debiera tener la oportunidad de prepararse y poder dejar arreglados asuntos tales como decir lo que amamos a los nuestros, perdonar y pedir perdón, y tantas cosas que uno querría dejar de herencia o dejar constancia o recuerdo, etc. Duro y complicado tema en todo caso.
Un abrazo amiga, gracias por venir y hablar de un tema tabú para muchos.
Gracias don Joan por el enlace. Vale lo que comenté antes, pero el caso de los niños es especial. Dicen que más que a la muerte misma, le temen al dolor. También al dolor de sus padres y familias.
Como dijo un hombre de campo desahuciado a un estudiante de medicina: -No me importa el morirme; lo que me preocupa es "la moría"_
Saludos
Estemos o no estemos preparados, el día llega. ¿Y qué creíamos?
Leí hace años "El inmortal" de Borges, es uno de mis cuentos favoritos, me ha enseñado lo bueno que es NO vivir aquí para siempre.
Si no lo has leído (lo dudo), aquí está
http://es.geocities.com/cuentohispano_zip/texto/borges_inmortal.html
Hola Ale, hoy mirando unas florcitas rosadas me acorde de tu amiga y recé por ella una decena del rosario. Un abrazo.
Qué valiente tu amiga!!! Ante algo tan grande, se hace fuerte y más grande de lo que la limita ... La tengo presente en mis rezos. Una vez escuché que una vida sin amor no es vida; y añado: una vida sin humor, no es vida.
Un besazo.
¡Angie! andabas por ahí después de todo. Que rico tenerte de paso acá.
Un abrazo, linda.
A mí no me ha tocado aún una situación así de cerca, pero las más próximas que he tenido me dejan con una sensación de no saber qué hacer, de querer escapar, y me doy un poco de vergüenza. El dolor nos pone a prueba.
Respecto a mí, espero que esté muy lejos...
Gracias por los comentarios en el blog, Alemamá(me he enterado que eres tocaya mía, ya que te llamas Alejandra).
Saludos
has visto big fish?... una muerte de esas quiero tanto para mi como para los mios... suena a cuento de fantasía pero.. y por qué no?... quiero conmigo a toda la gente q me quiso, que recuerden lo mejor de mi.. y que sonrían con esos recuerdos... yo no pediría más...
Un besico!
Yo he tenido cerca la muerte de varios familiares y creo que no me costaría estar cerca de alguien que tiene una enfermedad terminal, se puede hacer mucho solo dando compañía. El más joven era mi cuñado y eso es lo peor, cuando queda vida por vivir, hijos a los que acompañar y enseñar.
Últimamente es más generalizado el miedo a tener cáncer, me acuerdo de un personaje de W. Allen que decía: antes las dos palabras más importantes que se podían oír eran “te quiero”, pero actualmente son “es benigno”.
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