He regresado a Santiago, amigos, y si salgo de nuevo será al sur por pocos días o de nuevo a la playa, pero en febrero. No me gusta ir demasiado sola allá y toda la familia tiene otros panoramas además de los familiares.... es la vida; los pollos vuelan y teniendo alas firmes pueden hacerlo solos.
He recordado a Fernando y también a Juan Ignacio cuando estaba ayer mirando a 5 metros, en el lugar mismo de los hechos, el paso del Rally Dakar y pasaban los españoles luciendo sus habilidades. Bueno, también los argentinos y algún chileno lo ha hecho estupendo. Ya subiré un post para hablar de eso tan especial. Por ahora, sólo me reporto viva, tostada y con la mano derecha parcialmente escaldada por el volcamiento de una olla en que cocía porotitos verdes (por habichuelas o vainicas también son conocidos, creo).
6 comentarios:
Que te mejores pronto de la mano.
Saludos desde Lima.
Puchas mi estimada amiga, a cuidarse la manito. Igual da cosa que se nos acaben los días de vacaciones, ¿verdad? Lo bueno, es que tienes la chance de regresar en febrero, ojalá se dé.
Un abrazo cariñoso para ti ;-)
Se te echaba de menos...Cuidate esa mano...Besos
Querida Alemamá:
¡¡¡BIENVENIDA, por fin!!!
Sin rally acá, también nos hemos acordado mucho de ti, y al entrar en tu blog nos hemos dicho: Pero esta Alemamá ¿por qué no pide a los Reyes un ordenador portátil, para la playa????
(es broma)
Mejórate de tu abrasamiento, en plenas vacaciones, qué faena. Como dice un compañero mío, cada altar tiene su cruz.
jejeje, gracias, Fernando por la sugerencia de regalo. Lo cierto es que en la familia hay demasiados ordenadores portátiles, pero en ese lugar no hay más energía eléctrica que la de los paneles solares con que está equipada la casa nuestra y el consumo del aparato, más todo lo demás, excedería la capacidad de las baterías, creo que han dicho, además, ¡no hay conección ni de celulares! debemos pasearnos por la terraza de mi casa buscando "un palito" de servicio y agradecidos, por lo tanto el retiro del mundanal ruido es total.
Que se recupere esa mano.
Pocas cosas del mundo considero más sacras que las manos de una madre y las de un sacerdote (por razones distintas aunque no tanto....)
Respeto de bienvenida.
Natalio
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