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lunes, 6 de junio de 2011

¿Cuánto dolor se necesita para aprender a abrocharse el cinturón?

Hoy fue sepultado en Viña del Mar un joven de la misma generación que mi hijo veinteañero, su amigo. Lula no debiera estar bajo tierra hoy a la mitad de su tercer año de Derecho en una universidad de élite, con una familia buena y contenedora y la vida por delante. 

Jamás lo pensaron los amigos que compartieron en la fiesta de cumpleaños de Talo este viernes, hace escazamente tres noches atrás, pero así es: no sabemos el día ni la hora ni el cómo, sólo sabemos que ocurrirá indefectiblemente, y ocurrió una vez más cuando nadie lo esperaba.

Regresaban a sus hogares varios compañeros, con algo de alcohol y demasiada velocidad, cuando en una recta de una autopista "se les cruzó un poste y luego un árbol"; salieron eyectados -así dice la prensa- por ir sin amarrarse los cinturones. 

Hoy mi hijo perdió un amigo y está achacado; Chile tiene una promesa menos; una familia lamenta un hijo muerto y otra, la del chofer, una desgracia evitable que los marcará el resto de sus vidas, y todo por no hacer lo que se sabe que protege y que no cuesta nada.

¿Cuánto nos demoraremos en aprender?



16 comentarios:

Soledad dijo...

Vi la noticia y pensé en todos los muertos y el único vivo, el responsable de toda la tragedia, el conductor. De una fiesta para otra y en el medio un árbol.

Hace años asistí al funeral de un hijo único con gusto por la velocidad y contravenir las leyes. Era el novio de la hija de unos amigos y fueron ellos los llamados a reconocer al muchacho y decir qué cuerpo y cual cabeza eran de este chico para evitarles a sus padres este dolor.

Muy impresionante el sermón del cura al llamarlos "Los Inmortales" porque a esa edad no se debe morir pero, lamentablemente, la buscan hasta que la encuentran.

Winnie dijo...

Es terrible Ale. Siento la tristeza que os invadirá sobre todo a tu hijo. ¡No aprendemos! Un beso

Gabriela dijo...

Pensar que no cuesta nada ponerse el cinturón. Cuando escucho gente que dice que no se lo pone porque "le estorba", solamente deseo que nunca lo lamenten.
Hay gente que se cree muy genial, muy bacán, porque se pasa el cinturon pero no le hace el mágico click. A esos los entiendo menos que a los del estorbo.
Lamento mucho la pena por la que está pasando tu hijo y la familia de su amigo.

maria jesus dijo...

Lo siento mucho, Ale. Rezaré hoy por el, por sus padres y por tu hijo que estará muy apenado.

Los jovenes se creen inmortales, hasta que un día la vida les demuestra que las cosas no solo les pasan a los demás, tambien les pasan a ellos.

Un beso fuerte

Anónimo dijo...

realmente que tremendo y pensar que abrocharse el cinturon no cuesta nada. Los autos de ahora tienen tanta tecnologia que los hace super seguros pero si uno no colabora con lo minimo que es ponerse el cinturon...

Jorge S. King dijo...

"algo de alcohol y demasiada velocidad" es siempre una combinación letal.

Lastimosamente parece que no se aprende, por éstos pagos es también causa de mucho dolor en familias castigadas por tragedias.

Un accidente a sólo 60 km/h garantiza que el cuerpo humano se exponga a fuerzas superiores a 12 G, que es el límite de tolerancia normal, lo que puede ser mortal.

200 cc de una bebida fuerte inhabilita a un conductor.

Fernando dijo...

Qué historia más triste, Alemamá. Gracias a Dios que no le tocó a tu hijo.

En España esto se vigila muchísimo: tanto si te pillan en carretera como en la ciudad sin el cinturón puesto te paran y te cae una buena multa. Por una vez, me parece justificado el celo de la policía.

(¿Qué es "contenedora"?)

Santisiembra dijo...

Estas noticias siempre impactan y llaman a la reflexión, la osadía trae sus consecuencias. La OMS declaro recientemente que los accidentes viales son un problema de salud pública mundial. Urge tomar medidas urgentes, hay que encontrar la manera, no es posible que tantos jovenes pierdan la vida tras el volante. Y que la frase deje de ser un cliché

AleMamá dijo...

"Contenedora", Fernando, es un nuevo uso, supongo de la palabra contener, en el sentido de que se hace cargo de los suyos, que los protege, y hace bien su papel. Los sicólogos la están usando mucho. No se me ocurre un sinónimo ahora.
Saludos

AleMamá dijo...

Soledad, qué amargo deber el de esos amigos: reconocer al hijo único de una familia. Cuando se elige que sean únicos siempre pienso en la posibilidad de perderlos. Se habrá girado en torno a él, gerneralmente demasiado y luego no les queda nada que les llene el inmenso espacio que dejan. Cualquier hijo lo deja, aunque sean 14 hermanos, pero por lo menos es notorio que la vida sigue y que los vivos los necesitan. Qué tristeza.

paterfamilias dijo...

Siento mucho la muerte de estos jóvenes y la situación en la que quedan sus desconsoladas familias. Rezo por todos ellos

AleMamá dijo...

Las oraciones por los deudos y víctimas es lo mejor que podemos darles en estos momentos de tanto dolor y desconcierto. Gracias

Miriam dijo...

Lo siento muchísimo
Rezo

Ale Jr. dijo...

Lo lei en Emol; que pena mas grande, me imagino que si iban 6 en la camioneta, el habra sacado el palito mas corto y no habia cinturon para el. igual que tragico.

Fernando dijo...

Gracias por la aclaración, Alemamá.

Cyrano dijo...

Lo siento mucho Alemama,por tu hijo, por los familiares. Yo vivi esa terrible experiencia cuatro veces distintas en mi loca juventud.Cuatro accidentes distintos.Cuatro amigos en dos años.Nunca se aprende

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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