Nos hemos acostumbrado a pensar que "antes" la vida era muy sana, que estábamos comiendo y viviendo en un ambiente no contaminado, casi como recién salido del Paraíso. Quisiera reflexionar un poco sobre eso. Sólo un poco, como para que me ayuden a pensar en otros ejemplos.
Crecimos con cañerías de plomo en las casas, y las muy antiguas aún debieran tenerlas dentro de sus paredes.
Jugábamos con soldaditos de plomo, en mi caso prestados con muchas recomendaciones por mis tíos y abuelos, para que no los rompiera, no por la toxicidad.
Comíamos las frutas con cuidado porque la clásica manzana con su correspondiente gusano era común, y para que decir los choclos/maíz/elote, que invariablemente en sus puntas habitaba una repugnante oruga, seña clave de lo "BIO" que eran. Hoy queremos todo natural, pero sin gusanos ni insecto alguno.
Somos sobrevivientes del DDT y otros pesticidas altamente contaminantes, recién prohibidos en los EE.UU el año 1972, año en que nació mi hijo mayor, pero que aún se usan en algunos lugares. Ignoro dónde, sólo repito una info que he leído.
Así las cosas, ¿seguiremos soñando con una sociedad que era un sueño por ser más natural? Si así fuera ¿de verdad estamos decididos a soportar sus defectos?
18 comentarios:
Ay Ale yo creía que todo el mundo iba por ahi y cogía los frutos y los comía...y me enteré de los insecticidas....y ya desde entonces ¡miedo me da! Pero aquí en Ibiza en la casa que estamos tienen frutales y sabemos que se pueden coger sin miedo....pero aún con todo....
Te mando un beso enorme desde una terraza idilica.
Quizá lo que pasaba es que tenían más anticuerpos y terminaban siendo más resistentes.
no creo que antes la vida haya sido más sana... no creo que sea bueno ingerir DDT u otro veneno...
al igual que con las drogas, hoy vemos las consecuencias de su comnsumo y del consumo (voluntario involuntario) de otros venenos...
hoy estamos mejor, tenemos más conciencia de lo que nos hace mal, sabemos más qué es bueno evitar y qué no
Más sanamente, en el sentido de que, en algunas sociedades, los ninos tendrían más libertades (o menos, en otras), en el sentido de que hoy, vivimos mucho en la ciudad y poco en contacto con la naturaleza... Pienso que esto hay que verlo como un dato de la causa y contrarrestarlo: llevar a los ninos al campo, al bosque, a la playa, etc., etc. O sea, lo que ya hacemos,
saludos!
Y, a pesar de todo, la vida sigue. Abrazos.
A veces pienso que preferiría morder la manzana con gusto a manzana y encontrar el gusano, que no encontrar ni gusano ni sabor.
No creo que todo tiempo pasado fue mejor, pero las virtudes de este tiempo que me ponderan no me parecen precisamente sus virtudes sino sus defectos.
La medicina, sin ir más lejos. De qué me sirve poder hacerme un by-pass si podría vivir sin estres y no necesitarlo. Creo que el corazón no falla por la comida sino por el estrés. Pero hoy nos concentramos mucho en comer sano y queremos sacarnos el estrés sin cambiar la forma de vida.
En fin, y esto lo voy a desarrollar un poco alguna vez. El objetivo de nuestras vidas es vivir más. O vivir mejor, pero entendiendo mejor solamente como algo libre de inconvenientes. Dicho en forma burda, el nuevo Dios es "la vida".
Y el verdadero objetivo debería ser vivir en plenitud. Pero la vida en plenitud incluye la muerte.
NO estoy haciendo una propaganda del DDT, por ejemplo, sería estúpido de mi parte, ni del plomo ni de nada malo, sólo pongo ejemplos de lo dulce y agraz que tenían "los viejos buenos tiempos"
Winnie, no temas a esos árboles, seguro que están garantizados con los defectos de las frutas. Esas que parecen de naturalezas muertas en serie son las de temer, pero aún así, los mercados cuidan a sus gentes.
Que lo pases bien en Ibiza
Gaby, estoy segura que así era. Recogíamos del suelo lo que fuera....¡wac! y aún así he llegado a abuela, jeje
Marta, totalmente de acuerdo contigo. Saludos, gracias por venir.
Juan Ignacio, esperaré tus reflexiones sobre este tema. De seguro serán bien informadas y argumentadas. Me alegro coincidir en el tema ya que eres de la edad de mi hijo, según investigó Fernando, jeje
Lo único en que no coincido es en lo de las manzanas sin sabor....nooooo, viejo, acá tenemos unas preciocidades sin larvas y deliciosas, ¡mhhhhhh!
fgiucich, gracias por venir. Te leo.
Bueno, a cambio estábamos más tiempo en la calle y no usábamos los malditos videojuegos, que crearán una generación de adultos idiotas.
Y no había vacas locas ni anisakis, o al menos no nos enterábamos.
Todos tendemos, por lo general, a idealizar el pasado.
Todo tiempo tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Querer ver el pasado como algo idílico es caer en un simplismo reduccionista que falta a la verdad.
Por ejemplo, en clase de Historia Moderna (cuando yo estudiaba Historia en la universidad) me decía la profesora que se suele idealizar, por poner un caso, a la corte versallesca, con sus nobles pelucones blancos, sus maquillajes, trajes de ensueño...
La verdad era que esos distinguidos nobles olían regular, bajo las pelucas blancas ponían tocino para atrapar a los piojos, tenían que cambiarse continuamente los puños de los trajes (que eran de quitar y poner) porque en seguida se ponían muy sucios debido a la deficiente higiene personal...
Somos sobrevivientes de una época que nos vacunaban al natural.
Cyrano,tienes razón. Mi buelo decía que nos dejaran jugar con tierra porque sí tomábamos "terramicina", y nos daba de todo, porque sentenciaba: "Poco veneno no mata".
Sí, somos sobrevivientes. Ya les contaré.
Hola AleMamá:
Estoy encantado de conocer tu blog y tu manera de pensar.
Dentro del mundo del ayer, con sus pro y sus contra, recuerdo cuando en mi infancia, bastante lejana, había unas cintas extendidas desde el techo con material pegajoso en que iban a dar las moscas para terminar sus días. Claro...todavía no se había creado ningún insecticida para hacerles flitflit.
Saludos.
Gracias, Esteban, es un honor que pases a visitarme. Acá todo es de la vida diaria y....de sentido común, al menos eso espero.
Saludos
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