Mucho rezongamos contra la invasión de productos chinos -o por lo menos asiáticos- pero debemos reconocer que ello ha significado que millones de personas estén accediendo a bienes de consumo que antes era una utopía tener.
Recuerdo perfectamente el regalo de mis 11 años: ¡un reloj pulsera! casi nadie tenía, salvo los mayores, y era emocionante que te preguntaran la hora y lucirlo en la muñeca flaca de ese entonces; me arremangaba un poquito la manga para que se viera.
También tengo fija en la retina la imagen de los niños pobres yendo a la escuela con pantalones cortos que era lo que se usaba entonces, en pleno invierno y si no tenían ojotas hechas de goma de neumáticos de autos sencillamente iban a "pata pelá", y las niñas otro tanto, con un delantalito blanco sobre sus pobres prendas y también descalzas con fríos que pelaban.
En los tiempos que corren los relojes los regalan con los desodorantes, las poleras (camisetas, remeras, polos) te las venden por 1 dólar y los zapatos por 10 billetes verdes o menos, por muy plásticos que sean y así, porque no hay que olvidar la solución que es la ropa usada que viene del norte del mundo. "Lo que el rico bota, el pobre lo recoge", dice un dicho de mi madre.
Ahora el problema es que de tanta oferta estamos hipotecando el futuro. Todo lo queremos y como podemos, lo compramos y sigue el ciclo inacabable hasta que la madre naturaleza diga basta, porque creo que si de consumir se trata somos insaciables.
18 comentarios:
Y es que, aunque no necesitemos algo, por el hecho de poder comprarlo lo "tenemos que tener".
El consumismo que tenemos actualmente es una insensatez.
Si fuera que consumiéramos lo que necesitamos! pero nos cargamos de necesidades superfluas y se fabrica para que todo dure poco y tengas que volver a comprar. El caso es gastar y eso lleva, como dices, a acabar con la naturaleza. Vamos camino del mundo de Wall-e.
Gaby, eso de que "tenemos que tener" es una realidad donde quiera que haya seres humanos, pienso. ¡Qué terrible!
Fran justo eso es lo que me preocupa, que no baste con lo necesario, que así alcanzaría para todos, sino que hay que tener lo último y más de lo justo sólo porque se puede.
Saludos, amiga.
Demasiada oferta hace perder lo maravilloso de las cosas.
Completamente de acuerdo contigo Ale. Un beso de una que lleva reloj y zapatos
Este verano un niño de unos 10 años, en Etiopía, me pidió un clínex. Le dí uno. Lo cogió, rompió un mini trocito para sacarse los mocos y el resto, bien dobladito , lo guardó en el bolsillo. Me impresionó la ilusión, la emoción con la que lo guardaba, como si fuera un gran tesoro.
A veces, echo mucho de menos a esos peques
¡¡Es verdad, Alemamá!! La gente critica a las tiendas de chinos, pero con 10 € puedes comprar en ellas una pizza, un mantel, vasos y cubiertos y servilletas, una naranjada barata, un dulce y una vela. ¡Que nadie se quede sin cena de gala!!
Completamente de acuerdo con Fran.
Muchas gracias, Ale, por tus cariñosos comentarios. Pasa de visita cuando quieras.
Creo que no hay cosa que me de mas pena que pensar en los niños pobres mal vestidos y que pasan frio. Aquí en Alemania a veces se ponen mendigos a pata pelá que llaman la atencion, pero todos saben que si necesita zapatos, que se los pueden regalar hasta en la iglesia, o sea que están sin zapatos porque quieren y no por verdadera necesidad.
Ahora hasta los mas pobres en Chile tienen su autito y comodidades que antes ni soñar. Pero también la pobreza de hoy no es la de antes, y se ve que el pais avanza... en África yo creo que todavia hay pobres que no tienen ni con que taparse el rabo.
ChusdB, me gusta tu sitio, mujer. Ha valido la pena descubrirlo. Ojalá nos vistemos para ampliar los amigos de Bloguilandia.
¡Bienvenida!
Fernando, has hecho una síntesis muy buena. Me has hecho reír, pero también pensar.
Saludos a esa primavera incipiente que promete soles y calores.
Esa ámplia y barata oferta que tenemos aquí, en sitios desarrollados es muchas veces, la consecuencia de la explotación de millones de personas en paises como china.
En las economías locales también repercute, ya que mata la produción nacional y hace que mucha gente se quede sin trabajo al externalizar la empresas las producciones a esos países.
He trabajado en el sector textil y conozco el tema de primera mano y es INENARRABLE, creeme.
Lo suyo sería que sirviera para que la gente saliera de la miseria, pero desgraciadamente en muchas ocasiones sirve para que se esclavice todavía más al ser humano.
Una pena.
Saludos
Exportar que involucra mano de obra barata, es esportar pobreza y el pais que lo recibe produce cesantía
pd: gracias por visitarme todo el tiempo ... reza que lo necesito!!
Lo hare, Maria. Como esta el Ttravieso?????
Coincido con Fran y es poco lo que puedo agregar, solo que hay personas que llenan con cosas materiales a veces, sus necesidades de espíritú
El Travieso, como su nombre ayer me sacó la crea NIVEA y dejó sus manos en todos los ventanales ...; hace cuidades con lo que pilla y la despliega por toda la casa y pataletas si le movemos algo, pero ayeren misa lo metí a la sacristía para que ME AYUDE a controlarlo y se porta relativamente bien ... ese es el lugar en que mejor se porta
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