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martes, 14 de agosto de 2012

Pan con hambre. Pan de Ponciano Otondo


Ayer fue san Ponciano en el calendario católico, y sólo conozco a una persona que tuviera ese poco común nombre: Ponciano Otondo, panadero español al que comprábamos sus productos irresistibles, crujientes y sabrosos cuando éramos niños. 

Hoy compro todo el pan de la semana y lo congelo por porciones, cosas que aún en el siglo XXI los chilenos encuentran terrible, y es que siempre se ha comprado el pan al menos una vez al día y en nuestra casa dos, por la mañana y a la hora del té, que en mi país se conoce popularmente por "once". Yo no lo hago porque debo ir al supermercado e ir significa ir "necesitando" cosas sólo por recorrer los pasillos además de perder tiempo. Acá se descongela y se va tostando o calentando en el hornillo eléctrico (no microondas) y yo encuentro que queda de lo más aceptable, y al que no le guste que vaya al Mozart, salón de té exquisito por acá cerca. Si me invita lo acompaño.

Volviendo a Ponciano, nos tocaba ir por turnos a buscar el pan de once, e invariablemente llegaba mermado por lo delicioso que era y por la hora fatal en que se les ocurría enviarnos. Cuando me tocaba a mi, le sacaba a cada hallulla una marca que las decoraba. Era como un corazón, o una flor fácilmente desprendible, y por supuesto era lo primero en salirse de su sitio para caer en mis fauces. No iba más allá la cosa pues mi madre encargaba las unidades contadas, así es que si sacábamos alguno, se notaba demasiado.

No tengo idea de si alguno de los hijos de nuestro panadero seguiría con la Panadería El Almendro de Linares, pero he visto que con el terremoto del 27 de febrero de 2010 quedó en un estado lamentable.

19 comentarios:

hna. josefina dijo...

El comentario anterior, no entró porque me dio error.
Te decía si nos podías contar por qué llaman once a la hora del té. Es algo que siempre me pregunté.
Gracias! Un abrazo.

Jorge S. King dijo...

Bueno, por casa también se hacía eso de congelar el pan blanco, y tostarlo apenas en la tostadora (tipo parrilla sobre la hornalla), hasta que se dejó de comer. Ya hace mucho que comemos pan negro con cereales y semillas. Se compran los paquetes con el pan feteado y se guardan en la heladera (abajo) bien cerrado. Se lo come con las comidas.

Lo del pan de San Ponciano, me entero ahora leyendo tu post. Para el té, en casa estamos acostumbrados a los budines de mi Madre, son infaltables, acompañados con galletitas. Difícilmente no tenemos esos ricos budines, gracias a Dios y a las manos de mi Madre.

Saludos Santiagueños

Gabriela dijo...

En mi casa hacemos así: el pan del desayuno se compra todos los días. Hay un panadero en la esquina... salvo el día de la crisis de los panes. ¿Recuerdas?
Pero el pan del lonche lo compro cada dos o tres días, y se calienta en un pequeño horno eléctrico.
Creo que no hay sabor más "de hogar" que pan caliente con mantequilla derritiéndose.

Querubish dijo...

Lindo recuerdo, yo no tengo en la retina la panadería mentada pero si varios panaderos que hacían un producto casi pecaminoso de rico ...

aunque también un buen pan amasado hecho en un horno de barro, al más puro estilo antiguo, también es extraterrestre

Besos

AleMamá dijo...

El pan sigue siendo fundamental y es mi perdicion; es tan rico!
***
Gaby, cuando escribi esto recordaba tu post sobre tu casero panadero.
Saludos, gracias por venir.

AleMamá dijo...

Gracias por tu lindo comentario tan entranable.
Saludos

AleMamá dijo...

Josefina querida, llamar ONCE a la hora del te o merienda es algo muy chileno y en el fondo nadie sabe por que, ni la RAE, y hay montones de teorias,algumas muy raras.
Besos.

AleMamá dijo...

David, eras muy chico pero lo del pan criminal lo tienes clarito.
Besos, hermano.

dolega dijo...

Ufff es que el pan calentito es una tentación demasiado grande. Mi marido como compre el pan y esté caliente, ya sabemos que no llega entero.
Aquí yo compro el pan todos los dias.
Besazo

Susana dijo...

Yo también corto el pan y lo congelo. Ése parece muy apetitoso. Un beso.

René dijo...

Imposible olvidar las ricas halluyas del Almendro, las que ademàs eràn hechas en horno a leña, nada como eso. Hoy se hornea en hornos a gas y su producto no llega ni cerca a esos panes de nuestra infancia. Si le sumamos el congelado del pan moderno.....
En mi barrio de Valparaiso, aùn gozamos de rico pàn hecho en horno tradicional.

Marga dijo...

Aquí en Perú conocemos como "lonche" lo que ustedes conocen como "once" y para mi mala suerte trabajo tanto que pan rico solo los domingos en la mañana. No sé por qué el pan más rico que he probado ha sido precisamente en Chile... qué delicia...

Ajovin dijo...

¿Por qué a la hora del té se le llama "el once"?, es curioso.

Vale, vale, que ya veo que has contestado a la misma pregunta.

Curiosa costumbre la del te por la tarde. ¿Y con pan y no con pastas o galletas?

Winnie dijo...

Ale es que no tiene nada que ver descongelarlo en hornillo que en micro...En fin...que te mando un beso enorme con olor a pan recien hecho (me ha encantado conocer lo de ONCE)

Cyrano dijo...

Me gusta el pan en todas sus formas, tanto mejor si es caliente y recién hecho.

Francisco Otondo dijo...

Encuentro muy bonito lo que escribió sobre mi abuelo.

Saludos,

AleMamá dijo...

Gracias, Francisco, me ha encantado saber que la familia siguió en este país, para engrandecerlo, espero.
Un abrazo

PCM dijo...

Tengo entendido que la panadería El Almendro de Linares está funcionando en calle Brasil de esas ciudad, la antigua esquina donde se emplazaba fue demolida y transformada en un strip center.

AleMamá dijo...

Gracias, PCM por el dato. ¡Qué nostalgia!

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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