Propósitos.

Juntaré un canasto lleno de primavera para los días grises

¡Como avara acapararé risas para cuando se ausente la alegría!

Coleccionaré estrellas para iluminar mis simas lóbregas

Ventilaré mis fantasmas, pidiendo al viento su frescura

Un armario de recuerdos felices ordenaré, para que no junten olvido

Para que cada gentileza sea un sobresalto que gozaré dos veces, no las esperaré de nadie

Ignoraré ofensas y, conciliadora, las cambiaré en sonrisas

Embotellaré mis lágrimas; se pondrán más dulces en la cava del tiempo

Hemisferio Sur

Unos meses atrás
para el norte mandé la primavera.

Para recuperarla en forma oficial
ahora escribo,
porque de todos modos ella insiste
en venir por una temporada
hasta que decida
cambiar de aires nuevamente
y llevarse sus pájaros
prendidos en sus vientos.

Ya se nota otro ambiente,
más de fiesta, diría
y para muestra,
¡no un botón, sino centenas!

Hoy he cortado,
del árbol de la calle,
unas ramas
en que apuntan apenas
unas yemas preñadas.
Promesas reventonas,
pop-corn estacional...

Las puse en el florero azul,
redondo,
a la entrada de casa,
saludo inaugural
de nuevos soles
en el hemisferio sur
de este planeta.


Santiago de Chile, 15 de agosto de 2000.