Escribí este cuento para el concurso "Santiago en cien palabras" y como no salió agraciado con nada, lo publico en mi sitio, que para cosas así y sobar un poco el ego, también sirve :)
Levantó muy alto sus bolsas con verduras: ¡sacar a mil!
Sus musculosos brazos lucían firmes y bronceados por su incesante ejercicio y exposición a la intemperie; ¡Interesante el tipo, tincudo, buenmozo!
Se detuvo la mina en el semáforo y le compró unas habas enormes, brillantes, peladas por las manos ásperas de su mujer en la dura realidad poblacional.
Cada día igual; habas en invierno, duraznos fragantes en verano; solarium en invierno, piscina en verano; sus realidades se encontraban en esa esquina cada jornada, hasta aquella en que de tanto cruzar la vida y las miradas, la mercadería vendida fue su propia carne.
8 comentarios:
Saludos
Por fín entré yo también a tu espacio de comentarios
M
Es un gran relato y observación de realidades.
Muchos besos, querida Alemama.
Felicidades, Alemama. No es nada fácil resumir una historia en cien palabras.
Un beso!
Grandisima historia, y en muy pocas palabras, me gusto. el final clarisimo, evidente.
a lo mejor no saco nada, solo por que es una realidad generalizada y no tipica solo de este país. pero en fin te felicito, por enviarlo, por ese gran valor, pues yo no lo he tenido.
Adiosines
¡Gracias por la receta! Nosotros la hacemos tal como tu la explicas PERO, como no tenemos frascos de cierre hermético, le colocamos una aspirina molida en cada frasco y esperamos unos 2 o 3 días (hasta que se forma una "capa protectora") entonces lo tapamos... Así dura un año he incluso más... eso si hay que sacarle la capa antes de consumirla
GRACIAS otra vez
CARIÑOS MILES
Hola!! Yo, yendo y viniendo de la blogosfera...me gustó mucho tu texto y bueno, ahora sí salió agraciado, con la publicación en tu blog ;-). Un abrazo y la paz de Jesús
Lo de vender la carne, mientras no duela...
"Vender su propia carne" sí duele, máxime si hay familia, mujer (u hombre) de por medio, y si es por la presión del poder del dinero y de las ventajas que da el físico de gimnasio contra una mujer trabajadora en duras condiciones.
Saludos, Amor.
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