Almena, de Cosas Nimias, ese celebrado blog, ha posteado algo que me dice mucho. Es sobre la Madre Teresa de Calcuta y el último libro sobre sus luchas internas y noche oscura de la fe. A Almena no le ha ha gustado nunca tocar temas como este, que provoca conflictos, pero ha sido valiente, pues justo por uno de los motivos en que la Madre Teresa ha sido más admirable --ser fiel en la oscuridad más absoluta de la fe sensible-- es por lo que hoy es más incomprendida y atacada.
Los más grandes santos han pasado por este proceso: grandes pruebas, y luego incomprensiones, agravios en vida y ataques después de muertos, etc, pero en algún momento sus obras y frutos brillan con luz propia, cosas que para Madre Teresa no han tardado como para otros, pues ella pudo ver en vida cómo avanzaba su magnífica caridad con los más desposeídos.
Ahora, para saber si era oportuno publicar o no sus cartas, es cosa de esperar: vivir para ver, en el buen sentido. Estas facetas son parte de la grandeza de su figura, y si hoy no se la entiende, más tarde estoy segura que sí, como lo que sucedió con Santa Teresa de Ávila y Santa Teresa de Lisieux, en que sus luchas han sido expuestas a la luz pública con enorme provecho para todos nosotros.
Almena dice que algunas de esas cartas han sido bajo forma de confesión, pero presumo que no sacramental, pues de esas no se puede hablar ni después de muertos los penitentes, aunque creo que en el caso de esta mujer admirable, a la que yo considero santa, sus confesiones deben haber ido por el camino de acusarse de omisiones más que de faltas, por pequeñas que fuesen.
Almena se pregunta por qué no se destruyeron esas cartas por la petición de su autora, y pienso que eso se pide por humildad, pero que en el caso de una eminente santa, reconocida ya en vida como fue el caso de ella, ya es patrimonio de la Iglesia, un tesoro para compartir, y me atrevo a decir que patrimonio de la Humanidad también, ¿por qué no? ahí vemos que es posible ser santa contra viento y mareas exteriores e interiores.
No me cabe duda de que si ella pudiera intervenir de algún modo sobre sus cosas hoy, no vacilaría en hacer lo que sea para que se cumpla lo mejor para la Iglesia a la que perteneció de modo tan constructivo, y conocer sus dificualtades --sus debilidades inclusive-- es parte de eso.
Para la autora del post que comento, las nuevas luces sobre esta extraordinaria mujer no hacen sino agrandar su pequeña figura, y para mí, para qué decir, si era lo que me faltaba para admirarla más aún.
Los más grandes santos han pasado por este proceso: grandes pruebas, y luego incomprensiones, agravios en vida y ataques después de muertos, etc, pero en algún momento sus obras y frutos brillan con luz propia, cosas que para Madre Teresa no han tardado como para otros, pues ella pudo ver en vida cómo avanzaba su magnífica caridad con los más desposeídos.
Ahora, para saber si era oportuno publicar o no sus cartas, es cosa de esperar: vivir para ver, en el buen sentido. Estas facetas son parte de la grandeza de su figura, y si hoy no se la entiende, más tarde estoy segura que sí, como lo que sucedió con Santa Teresa de Ávila y Santa Teresa de Lisieux, en que sus luchas han sido expuestas a la luz pública con enorme provecho para todos nosotros.
Almena dice que algunas de esas cartas han sido bajo forma de confesión, pero presumo que no sacramental, pues de esas no se puede hablar ni después de muertos los penitentes, aunque creo que en el caso de esta mujer admirable, a la que yo considero santa, sus confesiones deben haber ido por el camino de acusarse de omisiones más que de faltas, por pequeñas que fuesen.
Almena se pregunta por qué no se destruyeron esas cartas por la petición de su autora, y pienso que eso se pide por humildad, pero que en el caso de una eminente santa, reconocida ya en vida como fue el caso de ella, ya es patrimonio de la Iglesia, un tesoro para compartir, y me atrevo a decir que patrimonio de la Humanidad también, ¿por qué no? ahí vemos que es posible ser santa contra viento y mareas exteriores e interiores.
No me cabe duda de que si ella pudiera intervenir de algún modo sobre sus cosas hoy, no vacilaría en hacer lo que sea para que se cumpla lo mejor para la Iglesia a la que perteneció de modo tan constructivo, y conocer sus dificualtades --sus debilidades inclusive-- es parte de eso.
Para la autora del post que comento, las nuevas luces sobre esta extraordinaria mujer no hacen sino agrandar su pequeña figura, y para mí, para qué decir, si era lo que me faltaba para admirarla más aún.
12 comentarios:
Alemamá, ayer cuando le respondí Almena dije: - “deberían respectase sus últimos deseos” y también comente sobre el problema de fe que tuvo Santa Teresa de Ávila, el cual lo tenían en el más estricto secreto y, leerlo para mí fue una gran revelación y me enriqueció muchísimo, en ese momento lo leímos y vimos un video con una religiosa de la congregación Teresiana (colegio Teresiano donde yo estudie)
Hoy te digo que seria una lastima que no se publicara y como bien tú dices: no creo que sea en forma sacramental, siempre admire y admiro a la Santa Madre de Calcuta
Un interesante post
Un beso amiga
Alemama, es para mí una grata sorpresa constatar tu aguda intuición acerca de mi tendencia a eludir temas que puedan ser conflictivos. Pues no recuerdo haber aludido nunca a ello pero tú sabes "leerlo" entre líneas.
:)
Me alegra muchísimo encontrar aquí -pues es el mejor eco y el mejor tratamiento que podría tener- este tema sobre la Madre Teresa.
Un fuerte abrazo!
De las pocas personas de la Iglesia Católica ante la que me quitaría el sombrero, sin dudarlo, si usara sombrero. Descanse en paz.
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Hola, hola...
Tampoco me agrada hablar de temas controvertidos... pero el tema de Santa Teresa de Calcuta (y me responsabilizo de la insolencia de calificarla así) dificilmente puede pasar inadvertido...
Escribe almena:
"En mi opinión, es precisamente la presencia de la duda lo que distingue a una fe auténtica."
Hace ya tiempo que se abandonó la absurda política, o estratégia, o lo que sea que haya sido, de describir a los santos y a los próceres, como seres inhumanos, individuos "cocinados aparte", para dar lugar a biografías más reales y por consiguiente más provechosas... aún cuando hay casos donde la verdad haya sido totalmente destruída, y otros donde la verdad revele que un personaje no haya sido ni procer, ni santo... acaso lo contrario... Eso en el caso de los personajes muertos... pobres de los vivos, como Bernardette Soubirous, que por haber "visto a Nuestra Señora de La Inmaculada Concepción", fue condenada a reclusión en un convento... en fin...
La Madre Teresa vivió el mismísimo mundo que tú, que yo, que todos nosotros... Y es insensato pensar que Dios la haya provisto de "superpoderes" para llevar al cabo su vida como la vivió... esa soledad de ver las cosas como ella las vio sin nadie, NADIE, que la acompañara... ni tú, ni yo, ni los gobiernos que la ensalsaban... vaya, ni su Iglesia, y probablemente ni su Dios... porque se dice que algunos santos tuvieron algún contacto con Dios. De ser así, ¿qué más podría requerirse que la física certeza de su existencia para continuar sin dudas?... Pero si Dios no se manifiesta, si acaso no existe, cuánto más merito no tendrá seguir hasta el final en completa oscuridad...
Cuánto la extraño...
Saludos...
P. D. Por cierto, yo creo que no creo en un Dios...
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Hola Alemama, pienso que Madre Teresa por algo escribio esas cartas. En ellas lo que refleja es que apesar de su busqueda de santidad como todo ser humano, en algun momento la invadian las dudas, sin embargo el hecho de mantenerse a los pies del Santisimo durante horas aun sin sentir nada era una muestra de gran amor. Dios sabe lo que hace y si ha permitido que se hable de estas horas de oscuridad de Madre Teresa es por algo,lo importante es que como buenos laicos esas vivencias fortalezcan nuestra fe y nos inviten a seguir los pasos necesarios para alcanzar la santidad. Saludos amiga.
Sin comentarios... Realmente un rincón para detenerse...
Alida: Sí, uno se sorprende cuando un héroe o alguien fuera de lo común ha pasado y sufrido como los mortales sufimos y sentimos. Eso reconforta.
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Almena: No es un secreto si las personas detrás de los nicks nos interesan, y alguna vez te lo "oí decir" :) Un abrazo, gracias por tu inspiración.
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Churru, querido amigo: lástima que sean pocos los que merecen quitarte tu sombrero virtual. Yo sé que no es tema de tu predilección. Gracias por comentar igual. ;)
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Marina: Pienso como tu , por lo que dices. Sí, ese fue su secreto para perseverar: permanecer a los pies del Santísimo Sacramento, tanto si sentía la presencia de Dios o no. Como creyente, pienso que está muy cerca suyo y ya todas las dudas despejadas y premiada por salir airosa de tan dura prueba, pues para eso se nos da la gracia necesaria par asoportarla, si no, Dios sería muy injusto y creo que además de ser justísimo es misericordioso. Un beso
WIND: gracias por lo que dices de mi sitio. Es mi intención qu eesto sea un buen rincón par adetenerse, pero que lo consideren así mis visitas, es un agrado.
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Mi amigo Guillermo, inteligente y gran aporte en este blog: Mereces una respuesta más elaborada, pues estos temas me apasionan, disculpa que te tome de pretexto para explayarme un poco.
Sí, por suerte, hay --como en todo-- un ajuste a las sensibilidades de cada época, y las vidas de los santos no son una excepción. Si piensas nada más que en la poesía, ¡cuanta diferencia entre la relamida de Becker, por ejemplo (hay muchas que me gustan igual, también tengo algo de relamida, parece ;) )y la poesía moderna de mi compatriota Neruda o del cubano Nicolás Guillén. Igual el modo de hacer historia, narrar un viaje, etc. ¿Estrategia? ¿política? no, creo que no, más bien moda, estilos demodé, nada más.
De Bernardette Soubirous nunca había oído decir que la recluyeran por ser vidente de la Virgen, pero lo que sí he leído es sobre su incorruptibilidad inexplicable luego de todos estos años. Dejo un enlace, como para empezar a leer, pues es muy interesante saber de estos casos absolutamente fuera de serie y sus circunstancias.
También dejo una biografía y descripción de su vocación. Hay mucho escrito sobre ella. Interesante personaje histórico.
Volviendo a Madre Teresa, ni su Iglesia ni todos los gobiernos la dejaron sola, pues no por nada fue premio Nobel de la Paz; tuvo honores que no buscó --y que bien poco le importaban-- de parte de los poderosos, ONGs que la apoyaban en sus cosas; el papa Juan Pablo II la consideraba tanto que fue llamnada a su lado cuando lo del atentado; le dió una sede DENTRO del Vaticano para su obra de caridad; se comenzó en forma extraordinariamente rápida su proceso de beatificación, y mil cosas más. Realmente no veo el abandono humano hacia ella, sin considerar el fervor que en vida ya suscitaba.
Como creyente, Guillermo, no creo que Dios la haya abandonado; no, ni un minuto. Una débil mujer no sería capaz de hacer lo que hizo sin un apoyo sobrenatural al que ella fue fidelísima, pues se le pidió mucho y se le dió mucho. Su grandeza fue ser fiel y dócil instrumento en manos de la Providencia en la que confiaba ciegamente a pesar de no sentir la fe que movía las montañas que logró mover. Vivió épocas entre tinieblas muy espesas, dicen; aún no he leído el libro, no ha llegado a Chile.
Otra cosa linda es la simpatía y reconocimiento que genera su figura. Creyentes y no creyentes, todos la reconocen como mujer de bien, salvo uno que yo haya leído por ahí, que se ha permitido decir horrores de ella, justamente por lo que se comenta acá: sus dudas. Se nota que no entiende nada, al contrario de tu opinión, amigo.
En algún punto hay que terminar y dejo esto hasta acá. Gracias por tus bienvenidos y útiles comentarios, Guillermo. Un abrazo
Allá donde esté, en su cara se estará dibujando una amorosa sonrisa.
:)
la persona es imponente, auqnue no me gstaría que perdiesemos la prespectiva de su gran y hermosa, por ser lo que es, humanidad.
Un abrazo
Para mi, que se cuestionara su fe me parece un signo de inteligencia; pienso que las dudas hacen humanas a las personas; todos tenemos un lado oscuro. Tú sabes, Ale, que yo no soy creyente; sin embargo la labor a la que esta mujer dedicó su vida, sostenida por su fe, con dudas o sin ellas, es lo que más me impresiona y lo que más me importa.
Pues quizás fui un poco brusco en la manera de decirlo, amiga. Me refería más bien a que esta mujer encarnaba para mi todo lo bueno que puede tener la Iglesia Católica. Muy lejos de mi intención ofender, por supuesto. Un abrazo Ale.
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