Felipe, el menor de mis hijos, escribe muy divertido y yo encuentro que lo hace muy bien aunque se ponga serio a sus 17 años. Ayer debió escribir un mini cuento en cien palabras para su clase de literatura en el colegio, que ya está terminando en diciembre para postular a la universidad. Lo posteo porque me encantó.
Observaba el objeto que tenía en su dedo; le parecía increíble que estuviera ahí, que le marcara la diferencia entre su mano izquierda y su mano derecha. Lo miraba y se preguntaba cómo había pasado todo tan rápido. Recordaba su historia y parecía que había ocurrido en cuestión de segundos. Cómo se conocieron, su primera salida y ahora, jugueteando con el anillo, repasaba en su cabeza la decisión que habían tomado: pasar el resto de sus vidas juntos. Pero esa mañana se había roto el encanto: la nota le comunicaba que ella se marchó con otro.
11 comentarios:
Te iba a decir que parecía la historia de mi marido hasta que vi que ella se fue con otro! No, eso no, pero que juguetea con el anillo, juguetea todo el tiempo.
Un saludo hasta tu invierno chileno.
Muy lindo cuento.
Felicitaciones a él. Que siga escribiendo y por qué no publicar en un blog para compartirnos con quienes tengamos ganas de leerlo...
saludos
Se ve que el talento, como las buenas fincas, se hereda.
Me sumo a lo que dice Abi: que monte un blog, y si aún es pronto para eso, le podías hacer tú una pequeña sección en el tuyo, por si escribe nuevas historias.
F.
Ale, felicitaciones tanto para ti como para tu hijo, hermoso cuento jajaja pero el final ufsss genial excelente imaginación
Besos amiga
Sabe decir las cosas y dar el golpe final. Enhorabuena por el simpático escritor que tienes en casa.
Muy lindo Post, especialmente por ser en honor al escrito de tu hijo, me encantò la historia, un tanto triste, pues la soledad no le permitia ser feliz...
Creo que lamentablemente es la historia de muchos y muchas..
Un beso enorme,
Fatty
Pd. Esperemos que tu hijo se decida a considerar los consejos que te han dado Abi y Fernando.
Directo y preciso, tienes un hijo que quizá te supere.
Besos.
No creo que te supere pero el intento valió la pena.
juan
Este minicuento debe desarrollarse en 100 palabras, por eso el final es un poco abrupto en este caso.Lo que me llamó la atención esta vez es la madurez para comprender los sentimientos del hombre al juguetear con su anillo.
Este chico siempre saca las más altas claificaciones en redacción. Desde muy niño es así, y me alegra.
Este niño tiene futuro. La idea es buena. Lástima que no fue de 120 palabras para que el final no quedará tan "encorsetado".
nos leemos.
Publicar un comentario