No vuela una mosca en este momento. Pareciera que estoy tan sola como la semana pasada, pero no, hay cuatro estudiantes de ingeniería civil poniéndo lo mejor de sus cabezas para estar listos para el exámen de licenciatura este martes 2 de marzo. Entre ellos mi hija Tere. Su madurez y responsabilidad me llaman la atención, y no debiera, pero es que uno tiene la idea de que si se junta un grupo de jóvenes es seguro que hay risas y desorden, pérdida de tiempo haciendo cosas ajenas al estudio, y no. Ahí están 8 o más horas para hacerlo lo mejor posible.
Hay que tener en cuenta que todos sus compañeros de facultad están de vacaciones todavía y ellos acá, cumpliendo su deber, con calor y hastío más de una vez.
Me alegro por eso y me alegro cuando hacen un alto y se van arriba a jugar con los juegos de vídeo y se oyen las exclamaciones y el jolgorio propios de su edad, mira que tener unos viejos prematuros no corresponde. Me gusta esta juventud así, alegre y responsable a la vez.
3 comentarios:
Pues que les vaya bien y como dices es una gozada la responsabilidad del estudiante...concienciado de que es por su futuro y su bien...Suerte para todos. Besos Ale
Entonces te hubiera gustado yo, je, je.
Suerte para el examen y no te quepa la menor duda de que la mayor parte de nuestra juventud es consciente y responsable.
Un beso.
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