Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



martes, 2 de marzo de 2010

Terremoto en Chile. En primera persona

Mi madre vive a unos 80 kilómetros en línea recta al epicentro del gran terremoto y vive sola sola en una centenaria casona en Villa Alegre, pueblo de la región del Maule.

Por fortuna ese viernes mi hermana Pía la fue a visitar y estaba con ella en los momentos críticos, y ésto es lo que cuenta. Verdaderamente vale la pena leerlo completo aunque se vea un poco extenso, amigos. Uno palpa el valor de la familia, la hermandad en el dolor y mucho más. La dejo hablar "sin cortes" ni censura.

  
Queridos todos: Gracias a Dios aquí estamos, impresionada del silencio que hay a esta hora en la "Capital del Reyno"... ni siquiera están los estacionadores de auto en mi barrio, lo que es mucho decir porque hasta cuando ha nevado están en sus "puestos de trabajo".

Llegamos anoche, a las doce de la noche, después de siete horas de viaje  (para 250 kilómetros) y fue impresionante ir constatando la magnitud del desastre y ver imágenes en la TV de lo que pasó en el resto de las regiones porque hasta que salimos de Villa Alegre, no había llegado la luz, pero ya fue repuesta lo que hace que vuelva el alma al cuerpo.

De verdad que fue horrible. Yo llegué a V.Alegre a las 17:00 del viernes y como a las 10:30 nos fuimos a acostar y me quedé dormida en dos segundos porque estaba reventada. El terremoto vino sin aviso: no ladraron los perros, los caballos no relincharon ni cantaron los gallos... comenzó muy fuerte, tanto que sólo alcancé a quedarme sentada al borde de la cama, afirmándome como fuera porque se movía igual que si fuera un tren andando fuerte por una línea de trocha corta... si yo no pude levantarme, menos mamá que también quedó sentada al borde de la cama. La luz se cortó en breve y sólo se sentía un horrible ruido y este movimiento que no terminaba nunca... casi tres minutos que no se los doy a nadie. La puertas del ropero se abrían y cerraban, dando la impresión que en cualquier momento se venía abajo. Gracias a Dios no salimos de la pieza porque la mesita del televisor de mi mamá, -que tiene ruedas- se desplazó, bloqueando la salida. Una vez terminado el remezón, llegó Carlos Andrés con su linterna y salimos para afuera. Al ratito llegó Alfonso con la Jesús para ver cómo estaba mamá porque no sabían que yo estaba allá; después vinieron Mónica Pinochet con Ramón Ernesto y Juan Ayala, el vecino. Entre que terminó el "telúrico" y que se restablecieron las comunicaciones, el tiempo se hizo eterno pensando en el resto de la familia. Gracias a Dios todos bien y con harto susto.

El amanecer no llegaba nunca y con las primeras luces ya se comenzó a ver los estragos de la fuerza de la naturaleza que en el caso de la casa de mamá, son daños menores en términos de estructura que si bien es cierto es plata, no son cosas irreversibles. A muchas personas se les cayó su casa o quedaron inhabitables. En la tarde del viernes había estado de visita un matrimonio amigo de los Viejos con su hija; a ellos se les cayó la casa. La de Juan Ayala quedó bastante golpeada.

El sábado fue un día de un silencio que apretaba el alma, no ladraban los perros, no lloraban los niños, no se oía nada; en la noche ni los grillos cantaban y nos pasamos tratando de poner un poco de orden, limpiar el desaguisado, bajar al suelo lo que había quedado en pie por las replicas que gracias a Dios fueron bastante decentes, aunque hubo un par de mayor intensidad, pero con luz de día, lo que se agradece infinitamente.

Mamá llamó a tia Gaby y nos enteramos que lo había pasado en Constitución. Como a medio día llegó a la casa a pedir teléfono para llamar a Linares para que la vinieran a buscar. Ella nos contó su experiencia que fue, por cierto, más terrorífica que la nuestra porque estuvieron -con Cristina, su hermana, y su cuñado- a nada del epicentro y una vez pasado el horror del sismo, tuvieron que arrancar a los cerros por el maremoto. A la casa de Cristina, que vive como a siete cuadras del río Maule, le entró el agua y barro. Tia se vino a dedo  (auto stop) y no se explicaba cómo sacó ropa (¡hasta sostén y calzones!) y su ¡¡cartera!! y en cuanto pudo, se largó.

Gracias a Dios a mamá no le subió la presión y las dos nos portamos bien valientes, sin gritar ni llorar y esta experiencia sirve para darse cuenta de tantas maravillas de las que tenemos que dar gracias: la luz, el agua, lo cotidiano sin sobresaltos, una casa donde vivir segura y tantas otras cosas que por tenerlas siempre, parece que fueran derechos.

Mi departamento tiene algunas fisuras que habrá que evaluar si son de consideración, aunque a simple vista no pareciera y se quebraron algunas cosas, menos de las que yo pensé. El televisor se cayó, pero había unos cojines de la cama en el suelo, lo que amortiguó el golpe por lo que ahí está, cumpliendo su misión. Anoche, si hubo algún temblor, no la sentí porque -por primera noche desde el terremoto- dormí de corrido.

La casa de tia Lucy (octogenaria) está sin techo porque se corrieron todas las tejas y el costo de reponerlas es alto. Ella está muy choqueada porque -además de la fuerza con que nos golpeó la natura- se suma el miedo que le tiene a los temblores y su alta-altísima presión. Hay algunas partes donde se separaron los muros de adobe. Como todo, hay que evaluar porque para uno, los daños son tremendos, pero un experto puede dar una opinión más imparcial.

Tia Blanca también tiene algunas separaciones de muros y la chimenea tiene dos fisuras a lo largo de ésta, siguiendo la forma de la estructura, casi hasta el techo. De la gente de Santa Delfina en el campo, no se sabe nada. Se cayó la casa del trabajador que vivía allí; según lo que entendí y contra toda razón, la casa de ella no se cayó, pero sí nos contó que había muerto gente conocida y esta el tendal de casas en el suelo. En la de tia Nerva, se corrieron las tejas, hay fisuras y la bodega la tendrán que echar abajo.

En V. Alegre, la calle Artesanos quedó hecha a la misería porque creo que son pocas las casas que se salvan... pareciera que por ahí azotó más fuerte el terremoto, pero son casas antiguas, de adobes y con poca mantención. Es una pena porque era una calle que había permanecido casi igual desde que tengo uso de razón, que a estas alturas no son pocos años.

A mí se me olvidó llevar mi cámara, pero saqué fotos con la cámara del celular (que sólo sirvió para eso) que una vez que las baje, se las enviaré, aunque la calidad no sea de las mejores. Es curioso como uno no le hace caso a su intuición porque yo tengo una linterna de esas que se ponen en la frente y tuve el impulso de tomarla para llevarla y pensé que era una tontería hacerlo. De la cámara ni me acordé porque estaba llevando un montón de cosas para alla.

Hago un llamado a la comunidad para buscar una forma de influir para que una vez que se demuelan las casas, se trate de mantener la línea arquitectónica porque en estos tiempos hay muchas maneras, seguras y de menor costo de construir con adobes. Andrés Rosmanich, amigo de David desde el colegio, lo acompañó ayer a buscarnos y nos contó que en el colegio donde trabaja, van en el verano al altiplano a trabajar y que hay un arquitecto estadounidense que está trabajando en la restauración con técnicas modernas para construir a la antigua. También Tomás Rosmanich, que es arquitecto ha hecho varias casas de adobe. Yo me estoy en una asociación que se está formando para defensa del patrimonio y el 3 de marzo hay reunión por lo que no dejaré de asistir para plantear este tema porque me temo que si no hay una acción concreta, nuestra bella zona central terminará convertidad en un conventillerio.

Los dejo porque la vida llama y hay que responder.

Cariños a todos y ¡¡¡GRACIAS A LA VIDA!!!

Pía






17 comentarios:

Winnie dijo...

¡Por favor que emocionante! GRACIAS Alemama por ponerlo....Fuerza CHile!!! unbeso

Unknown dijo...

Se me estruja el corazón al leer las palabras de tu familia.
Qué bueno que todos se encuentren bien.

Fernando dijo...

Querida Alemamá, insisto en lo que te dije en tu post anterior: Chile saldrá adelante gracias a vuestra fuerza, con la ayuda de Dios y de los países hermanos, si es que esto último es necesario.

Sigo rezando por vosotros.

Fran dijo...

Alemamá, en seguida me acordé de ti cuando supe lo ocurrido en Chile. Me alegro de que estéi1s bien. Es impresionante lo que cuenta tu hermana. Nos parece tan normal todo el bienestar que nos rodea…, estas cosas nos recuerdan lo frágil que es todo y nos ponen la mente en lo importante.

Gabriela dijo...

Impresionante relato.
Esa sensación de estar en un tren me hizo acordar a un terremoto que hubo en Lima cuando yo tenía 4 años: en mi cabeza infantil, creía que un tren había enganchado mi calle y nos arrastraba por las vías.
¿Cómo está el amigo de tu hijo Felipe?

mixtu dijo...

gracias por la vida
hay mirado todos los dias en portugal e vão bombeiros portugueses para allá...

abrazo

AleMamá dijo...

Gracias, Mitxu por tu amistad y ayuda de tu país

hna. josefina dijo...

¡Gracias por compartirnos la carta!
Pero por otro lado es lo que se hace con los amigos. Y en estos casos uno se siente, y se hace, más amigo todavía ¿verdad?
Como dice Fernando en el post anterior, hasta que no diste señales de vida estaba muy preocupada.

Mariluz Arregui dijo...

Gracias por compartir este impresionante escrito. Como tú dices, se palpan muchas cosas, y todas vitales.
A mí, como lectora desde España, también me impresiona vuestra rica expresión en el uso del idioma, es una delicia leeros aún en este caso, en el que lo más urgente es el contenido.
Me impresiona también el silencio que menciona

'..el sábado fue un día de un silencio que apretaba el alma, no ladraban los perros, no lloraban los niños, no se oía nada'

Que vuelva la vida plena , pronto


Un abrazo fuerte, Ale

alida dijo...

Alemamá, me alegra mucho saber de ti y toda tu familia, aunque no escribo ahora en los blog sinceramente me acorde ti, en tv pasan unas imágenes horribles, pero gracias a Dios ustedes están bien, mucha fuerza y se que saldrán adelante
Ala una venezolana que siempre te recuerda y te lee, un gran abrazo y mil besos

Capuchino de Silos dijo...

No tengo palabras. Me he quedado atónita.
¡Qué fortaleza de alma la de tu hermana y la de tu madre! Son almas de Dios, como tantas y tantas otras.
Es un auténtico ejemplo vuestro país para que tomemos nota.
Creo que hoy con esta emocionante lectura, he aprendido más que en unos cuantos años.
Muchas, muchas gracias por compartir con el mundo esta experiencia aunque sea tan dolorosa.El dolor une y así seremos mucho más hermanos que antes.
¡Viva Chile!¡Viva su pueblo!
Me acordaré de vosotros en mis oraciones.
Besos miles a todos los chilenos.
Para tí y tu familia otros especiales.

AleMamá dijo...

En estas circunstancias aparecen los amigos...¡si hasta la querida Alida ha llegado a saber de esta bloguera! ha sido un gusto, pues no debe estar pasándolo muy bien ella por las circunstancias politicas de su apís Venezuela....en fin, mil gracias por su spalabras que sé que reflejan sentimientos.

almena dijo...

Estremecedor el relato de tu hermana Pía.
Mi total solidaridad, Alemamá.
Y un beso

MIC dijo...

Lo he leido todo. Qué experiencia, madre mía.
Un beso Ale

maria jesus dijo...

Me alegro mucho de que tu familia esté bien. Seguimos pidiendo por Chile, que Dios os ayude.

Un beso

Ludmila Hribar dijo...

Alemama mil gracias. Ante todo me alegro que tu familia todos bien, bueno con tremendo susto pero bien. Vaya si vale la pena leerlo entero. Es tan importante tener noticias en primera persona, aunque estoy tratando de ver el canal chileno que puedo ver por cable porque los nuestros nos muestran poco y nada y pensar que bien podría haber ocurrido de nuestro lado, no en Buenos Aires pero si en la cordillera y no seria la primera vez! En mi blog puse la bandera chilena y el Fuerza Chile! no me caben dudas que sabrán salir adelante por patriotas, por solidarios, por tesoneros. Están siendo un ejemplo para todos nosotros! Un fuerte abrazo desde el otro lado de la cordillera.

CRIS dijo...

Me alegro de que estéis todos bien, el reltato...muy gráfico, desde luego.
Ánimo y confianza, estas cosas siempre ponen en alerta, pero cómo se dice en España: "No hay mal que por bien no venga", así que, espero que pronto Chile esté igual o mejor...entre todos, se puede.

Un abrazo

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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