Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



miércoles, 26 de mayo de 2010

Si yo tuviera una amiga...




Es casi un arquetipo esto del "no tengo nada que ponerme", pero en mi caso es así y salí a comprar lo que me faltaba.....bueno y algo más.... jeje, siempre se aprovecha el viaje, jeje, jo jo

La única pena es que no tengo una amiga que me acompañe en estos menesteres que siempre son traumáticos para mí, por indecisa, acomplejada por los kilos que llegaron para quedarse, y en definitiva por insegura y pesimista, y termino recurriendo a la ayuda mercenaria e interesada de la vendedora, que nunca es lo mismo que ir con otra fémina que te quiera y que sea capaz de decirte: Oye, eso es transparente, no es elegante; o bien, se te aprieta en los rollos y se ve ordinario, no es para ti. No son cosas sencillas de expresar, pero si te quieren, te lo dirán con tino y cariño, pero no lo hará la promotora de una marca.

Si yo contara con esa persona, nos reiríamos de las pintas que hacemos con ropas inadecuadas. Nos tomaríamos un café mientras cuidamos las bolsas con los tesoros de la temporada y alguna ganga entremedio. Hablaríamos por los codos de lo humano y también de lo divino, que en esos palacios de consumismo también habita Dios y es bueno recordarlo para no gastar el sueldo de un pobre en cosas supérfluas. 

Compraríamos "de ojitos" cosas que no podemos pagar pero que son bellas, o bien desearíamos ésto o aquello para los que amamos. ¡Qué bien le quedaría ese color a Memé! o ¡Mira que lindo libro para Bernardo!....pensaría en  Sofía, mi nieta -siempre la recuerdo ahí- y le llevaría ese trajecito de la tienda Limonada con su rosado típico.

Andando sola no es lo mismo. Eres tú sola frente a un espejo inmisericorde que te grita crudamente las realidades que no quisieras ver, y nadie te mitigará el shock con una broma o una caricia.





14 comentarios:

Winnie dijo...

Ale, entiendo bastante lo que dices... porque me pasa muchas veces...pero yo casi me he acostumbrado ya....
En cualquier caso siempre puedes comprarlo, no tires el ticket, te lo pruebas...nos enseñas la foto y te decimos ...¿vale? (jaja esto es un poco complicado, mejor sigue fiándote de tu gusto). Un besote

Capuchino de Silos dijo...

Ale: Mi caso es contrario. A mi, es que no me gusta salir para comprarme nada. Es una paliza; quítese, póngase, esto ancho, esto estrecho, el color, la forma, te queda, no te queda. Si viene mi marido, peor que peor. Yo lo siento y le doy el bolso para que ni se mueva y esté calladito. Sólo cuando algo me gusta realmente, le pido cosejo y entonces pagamos, nos vamos y nos lo llevamos. ¡Al grano!, decimos aquí.

Pero...te entiendo.

Un beso

Jorge Torres Daudet dijo...

Es la época del consumismo; la crisis supongo habrá frenado ese delirio por comprar, en muchos casos, cosas innecesarias.
Hoy mismo he visto un comentario tuyo en mi blog de hace tiempo. Siento no haberlo visto antes pues ha merecido la pena asomarme a este rincón de tan buen gusto.
Un abrazo.

Edit dijo...

Le pusiste mucho color y dulzura a mi mañana con tus palabras en tu entrada de hoy.
A mi me pasa lo mismo.
Por eso, mientras trabajo, como tengo que pasar por el centro todas las mañanas, me la paso mirando vidrieras de paso; cuando algo me gusta y me queda bien, ahí nomás lo llevo a casa.
Lo mismo me pasa con algo para las niñas.
Busco lo útil y lo bonito. No me guio por la moda, porque no siempre queda bien en una.
Que tengas un bello día.

Fernando dijo...

Los hombres solteros lo tenemos más fácil, Alemamá: quedaría un poco raro pedir a un amigo que nos acompañara, ¿verdad?

Yo prefiero ir solo. A veces te quedas enamorado de ropa un poco hortera, de colorines, y si vas con alguien conocido te dice "no, no, eso no va con tu estilo, tan serio, mejor algo en colores lisos". Así que voy solo, libre.

¿No te acompaña tu marido a comprar ropa? Él tendrá mucho que decir, ¿no?

AleMamá dijo...

Winnie, ¡eso hago muchas veces! llevo algo dudoso, y luego les pregunto en casa, pero es más entretenido ir con una amiga, y esa, puede ser tu hija.
Un beso

AleMamá dijo...

Capuchino: Por las razones que digo, ¡detesto comprarme algo!, pero no puedo ir sin ropa por el mundo, jeje
También evito ir con m i marido que se siente perdido en las tiendas y con tal de irse a todo asiente...no es un aporte en esto, definitivamente

AleMamá dijo...

Jorge Torres: Bienvenido.
No, ningún delirio por comprar en mi caso, soy moderada, pero que me gusta soñar a veces, es lógico.
Saludos

AleMamá dijo...

Edit, tampoco me guío por la moda a ciegas, más bien elijo dentro de lo que encuentro para mi estilo y mis caractrísticas físicas....a un prexcio razonable.

AleMamá dijo...

Fernando: yo acompaño a los hombres de la familia a comprar ropa (salvo al cura, jeje) No son nada autónomos en muchos casos, y a mi hijo menor lo acompaño porque NOSOTROS pagamos y de repente se encapricha con ropa deportiva que, si es de la temporada, es cara.

Lo último que hago es pedirle al bueno de mi marido que me acompañe. Se aburre y no aporta mucho. Nos ahorramos mutuamente la lata.

Gabriela dijo...

La verdad, yo si prefiero comprar sola. Me siento más libre de decidir. Pero entiendo lo que dices porque a veces si se necesita de una buena compañía.
Saludos.

Anónimo dijo...

Pues en esto no estoy del todo de acuerdo: para comprar ropa "sola" me siento mejor...pero eso sí, para dar una vuelta, tomar algo y "escaparatear"...con amiga...y, a veces, también me falta

ojo humano dijo...

Definitivamente es mejor salir a vitrinear sola (jamás con un hombre) y a comprar con una amiga. Las dos cosas se dan bien, personalmente soy de las que me enamoro a primera vista de algo y se me queda en la cabeza, así es que no vale amiga para eso.
Lástima que no te podamos asesorar por e-mail

Unknown dijo...

Si quieren les presto a mi marido (aunque creo que vivimos un poco lejos). Él y yo somos totalmente a la inversa. A mí no me gusta salir a comprar nada; ni sola ni acompañada. Lo hago porque no me queda de otra y prefiero mil veces hacerlo sola. Pero él ,. . . . le encanta mirar escaparates, se tarda horas para elegir una camisa o un pantalón. Puede probarse una cantidad ilimitada de prendas hasta que halla una que le agrade y si se trata de zapatos, mejor ni les platico, es desesperante (para mí).

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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