Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



viernes, 13 de agosto de 2010

Pan manoseado


¡El pan es mío y yo lo saco como quiero! me gritó una mujer en el supermercado cerca de donde resido, cuando le pedí que por favor usara las pinzas que hay para el efecto.

Sí, el pan es suyo cuando lo pague, pero mientras esté dentro del supermercado y el pan que estoy eligiendo  esté removido por sus manos -que vienen empujando un carro que quién sabe qué usos y bichos tiene en su manillar- no es suyo, y creo que los dueños, hasta que lo pague y salga del local, deben hacer algo por la salud de sus clientes que es  MI salud y la de MI familia.

La hepatitis no es un juego.


12 comentarios:

AleMamá dijo...

Me pasó en el Líder Buenaventura, pero lo he observado y manifestado mi molestia y preocupación en al Unimarc de Las Tranqueras también.

Winnie dijo...

Pues tienes toda la razón Ale....Afortunadamente cada vez yo veo en los supermercados más guantes y medios para no tocar los comestibles.
Un besote te mando allende los mares

Gabriela dijo...

A mí tampoco me gusta cuando veo que manosean el pan. Felizmente, no lo veo muy seguido. Pero uno se encuentra con cada personita...

AleMamá dijo...

Yo me acordaba de ti, Gaby, cuando subí espte post enojón, pero tengo razón.
Besos

Marta Salazar dijo...

pero qué horror! y eso que en Chile existen las pinzas! y las mascarillas!

en Alemania, no: lo sacan todo con la mano, mascarilla sería algo impensable y además, con la misma mano, le entregas la plata, a la misma sra. que además, te da el vuelto...

existirá aún la panadería San Camilo?

saludos!

AleMamá dijo...

Sí, en Alemania he visto que así lo hacen....en los negocios chicos, porque en los supermercados, para empezar, no hay casi nadie que atienda y ayude porque todo viene envasado. Con el pan en general tienen más cuidado y es raro que se lo exponga como acá. Tu vives allá y podrías aclarar el punto.

En Chile también se vendía de ese modo, a granel, O.K, pero si hay medios Y LETREROS para evitarse molestias, ¿por qué no usarlos?

La hija de una querida amiga murió de hepatitis fulminante a los 15 y suele pescarse por infectarse de ese modo. De verdad, es tema para preocuparse.

Saludos

இலை Bohemia இலை dijo...

hay muy poca conciencia en ese sentido, hay gente que no piensa que es necesario usar los guantes o las pinzas...Muy bien por decirselo tan clarito!

Bss

Fernando dijo...

Qué asco¡¡¡ Acá en España no te dejan tocar el pan, si cada uno toma el suyo viene envuelto en plástico, para evitar el manoseo. Otra cosa es la fruta, se supone que al lado hay guantes de plástico y bolsas de plástico para meter la que elijas, sin tocarla.

Hiciste bien en reprenderla, Alemamá, no se deben tolerar esos malos usos.

AleMamá dijo...

Fernando, hemos crecido con estilos así, sin muchos cuidados como guantes, pinzas, etc, y tenemos inmunidad, pero cada vez se va tomando conciencia de que la higiene es cosa de todos, que es un derecho que lo que compre esté limpio. Como he dicho con nuestra salud no se juega.

AleMamá dijo...

Bohemia, gracias por pasar. Yo he ido varias veces, en puntillas, hasta tu sitio, pero voy.

MARTINA dijo...

Ale ... somos vecinas y seguro que conoces a "Pedro" el administrador del Lider .

Es una tentación tocar el pan para saber si está fresco... entonces para evitar contagio, pongo mi mano dentro de una bolsa plástica para sacalo de los canastos

AleMamá dijo...

No, María, no lo conozco personalmente, pero me gustaría para hacerle sentir mi preocupación.

Vecinas, mira tú, y yo que creía que vivías en Calera de Tango o algo similar. Quizás nos vemos en Los Castaños. Voy todos los días.

Saludos

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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