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martes, 8 de marzo de 2011

Omi: una vida entre tragedias

En Alemania ha muerto la Omi, la bisabuela de mi nieta Isabel. Fue rápido, "cortito y limpito", como decía una señora española. Mi madre desea morir así, sin mucho show, dice ella. La Omi lo logró; en dos días se fue de este mundo, a descansar de su larga vida entre guerras y reconstrucciones.

No compartíamos ningún idioma, no podíamos hablar sin intermediarios, pero aún así la quise y atesoro sus historias, sobretodo las de guerra, que por vivir en paz son las que más me impresionan.

Su padre fue soldado durante la Primera Guerra Mundial, y su esposo peleó en la segunda, quedando detrás del Telón de Acero casi por 15 años, hasta que pudo reunirse con su familia en la Alemania Federal de esos tiempos tan duros. 

Una de las cosas que me contó fue que cuando llegaron los rusos a Silesia, hoy región de Polonia, había montones de soldados alemanes muertos tirados en la calle, ¡y todos sin zapatos!. Decía que la gente se los sacaba porque se sabía que eran de muy buena calidad y en esas circunstancias nadie hacía muchos ascos. Lo contaba con pena, como si lo estuviera viendo de nuevo.


12 comentarios:

Winnie dijo...

SIn sufrir....No está mal.
Un besito Ale

Jorge S. King dijo...

Dios! tanto sufrimiento que ha pasado Europa por esos tiempos, ha dejado heridas que perduran aún.
Que Dios la reciba en sus brazos.
Saludos Santiagueños

Juan Ignacio dijo...

Mi abuela también hizo rápido. Es natural que uno lo desee así, ¿no? Aunque hay que estar preparados para todo (pedir para estarlo).

Gabriela dijo...

Se fue un verdadero tesorito. Felizmente no sufrió, como dices.

almena dijo...

Una partida así, sin dolor, es un bálsamo tranquilizador también para los que se quedan.

Un abrazo, Alemama

Angelo dijo...

Mi oración. Me he topado con gente así, viviendo esa misma experiencia de la segunda guerra mundial y sé como lo cuentan.
Un beso

Fernando dijo...

(Vuelvo al blog tras varios días de ausencia y contesto de golpe a tus 3 últimos posts, Alemamá)

Qué historia más hermosa, Alemamá. Alemania es un ejemplo para todos los europeos y para todos los países. El nazimos les destruyó moralmente, la guerra les destruyó materialmente, el comunismo les dividió y les empobreció. Ellos supieron salir adelante y cualquiera de nosotros que ahora va por allí se asombra de su progreso material y de su educación y civismo. Ha sido un cambio asombroso, doloroso, que gente de la edad de esta mujer pudieron ver a lo largo de su vida.

AleMamá dijo...

Ángelo, gracias por tu paseo por acá. Siempre eres bienvenido.

AleMamá dijo...

Fernando: Siempre comentas dejando algo sustancioso, poniendo mucho de ti. Te lo agradezco.

En verdad Alemania ha sufrido mucho por sus errores (de su clase dirigente muchas veces) y se ha superado con creces. Son admirables.

Saludos y que bueno que estés de regreso.

Miriam dijo...

A mi tambien me impresionan las historias de gente que ha vivido una guerra.
Y pensar que hay sitios ahora mismo en donde se pelean, se lucha, se traicionan y no pueden ni vivir ni dormir en paz.
Espero no olvidarme nunca de pedir por la paz en todo el mundo
O al menos que haya entradas como esta que me lo recuerden
Gracias

eligelavida dijo...

¡Descanse en paz! Es precioso lo que cuentas de ella.

¡Un abrazo!

Edit dijo...

Una santa muerte. Es la que todos deseamos para los que amamos.
Sin dolor ni larga agonía.
Creo que tuvo mucho en vida, Dios la premió con una partida dulce.
Mi corazón te acompaña en esta pérdida amiga. Uno se encariña mucho con los viejos luchadores, con nuestros mayores que son nuestros bastiones.
Te dejo mi cariño y mis oraciones para ella.

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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