Caminar por las tardes tibias de Villa Alegre, el pueblo de mis abuelos, era algo mágico en cierta medida, por los los cantos de las cohigüillas, (un tipo de sapitos, dice mi madre), los reclamos de los grillos enamorados, las estrellas -que en esos días de verano brillan con especial luz contra unos cielos casi negros-y las fumarolas de los volcanes de la zona que se pueden apreciar en un cielo sin nubes. Todo era parte del paisaje, y nunca supe entonces que con los años se deja de percibir cierta frecuencia de sonidos hasta no poder oírlos más que en el recuerdo. Aún los oigo con los oídos, pero de seguro no con el volumen de cuando tenía 5 años.
Por este lado del mundo tenemos también grillos que hacen sus frotaciones de alas dentro de mi casa. Los que más conozco son pequeños, como de unos 2 centímetros de largo y se los encuentra también en las habitaciones, al contrario de los que describe acá* la sin par Dolega, esa bloguera que he mencionado tanto y que de seguro lo seguiré haciendo. A estos chiquititos jamás los echo fuera porque me gustan, porque no hacen daño y no estorban. Su reclamo es soportable para mí, de bajos decibeles. Hasta donde yo sé, no ensucian la comida ni son venenosos, y como si fuera poco, dicen que traen buena suerte, pero yo no creo en eso.
En Chile hay otros tipos de grillos también; unos grandes, resbalosos, helados y húmedos como el que se le metió a mi marido dentro del saco de dormir, jeje, pero esa es otra historia.
18 comentarios:
Chile está en el cinturón de fuego del Pacífico, y en la región del maule está lleno de volcanes activos, como los Descabezados, el Quizápu, Planchón y otros que todo el tiempo lanzan sus bocanadas de humo y fuego para recordarnos el porqué "9 de cada 10 temblores prefiern Chile"
A mí no me molestan los grillos. Donde yo vivo en verano no callan las chicharras, que son unos bichos parecidos que viven en los árboles. Un beso.
Hola preciosa: ¡GRACIAS! Otra vez por tu amable referencia.
Uno se quedó metido en uno de los porches de dentro de la casa y ahí está frota que te frota las alas todas las noches. He leído que viven de 8 a 12 meses así que estamos escogiéndole nombre y sacándole el certificado de adopción.
Ya nos entiende. Cuando bajo por la escalera solo le digo ¡cállate! y se calla. Un ratito solo, pero se calla. :D
Besazo
Jola Alé:
Me simpatizan mucho los grillos y sus sonidos tan armoniosos.
Feliz fin de semana.
Amanecí con el pie cambiado. Ni jola ni Alé.
Hola Ale... simplemente.
jeje me recuerda a una broma en alemán (que no funciona en español, lamentablemente) que dice algo asi como:
"oyes los grillos?" pregunta la mujer
"no huelo nada" responde el marido
Porque Grillen es grillos, y grillen es también "asar a la parrilla" en alemán
Dolega, ¡qué divertida eres, mujer! hasta en los comentarios haces reír.
Escuchar los grillos me llenaba de felicidad. Hoy con el tráfico de la ciudad casi no se oyen.
Ale nos pasamos un mes de agosto hace años buscando como locos un grillo en una maceta alargada en una urbanización en vacaciones...NUNCA lo cazamos...qué desesperación ja ja Un besote que ya he vuelto de El pilar
Los grillos los he escuchado solamente en la hacienda del tío Felipe, cuando era niño. Me traen tantos gratos recuerdos...
Parece ser, Winnie, que en España hay una variedad bastante insoportable de grillos grandes y entusiastas amadores a juzgar por sus melodías a volúmenes importantes.
Besos y qué bien que fuiste al Pilar, a saludar a vuestra Patrona
A pesar de vivir en la ciudad, los grillos han sido una presencia en mi casa. Una ubicua presencia además, porque jamás he logrado verlos a pesar de escucharlos alto y claro.
Gaby, es más o menos como el Sapito Gloglogló que te dejo con cariño. Me encantaba cuando era chica.
Cariños del sur
Cohigüillas. Qué palabra tan bonita.
Los grillos y las ranas tienen un sonido, que para mi, me encantan, aún reconociendo la dificultad que crean para ejercer el sano "vicio" de la dormición. Un abrazo
Jo, Ale, yo soy menos paciente que tú.El otro día se metió uno en casa y sonaba como si llevase altavoces incorporados. Salimos a la caza y captura del grillo y una vez que le encontramos...¡nos lo comimos!
Nooooooo, jejeje, pero le echamos de casa, y es que para dormir aquí hay que reunir ciertos requisitos :)
Luisa, es que por acá los grillos "domésticos" son de esos pequeñitos. Los feos y helados andan en el campo, casi no los vemos ni oímos.
Besos
De mi infancia, echo de menos la luz mágica de las luciernagas
Publicar un comentario