No sé en otra latitudes, pero en Chile los médicos son "doctores"; los "caballeros" nunca han montado ni un burro, y acá, cualquier personaje indefinible en cuanto a sus habilidades manuales, los llamamos "maestros" y el "Maestro Chasquilla" es genéricamente el que además lo hace todo chapuceramente.
Lo he relacionado con lo del amor maduro que les participé en los posts anteriores, porque mi marido arregla todo y además lo hace muy bien. Lo sé pues yo soy su ayudante, arsenalera, correctora; y también ideamos juntos las posibles soluciones a temas que van desde el riego del jardín a arreglar un asunto que por años ha dado problemas en el patio de servicios, en que no sabemos por dónde, una gotera insiste en escurrirse al primer milímetro de lluvia que decide descargarse acá.
Pienso que el ayudarse en estos menesteres tradicionalmente considerados masculinos o femeninos --que en mi hogar nada tiene fronteras tan claras como solían en otros tiempos-- es que nos a ayudado a formar un ¡equipazo! pues no necesitamos ni hablarnos, es casi magia: nos leemos el pensamiento, y antes de que mi marido me lo diga, yo le tengo con un golpe, como de serie médica de TV, el elemento que necesita en sus hábiles manos, y al revés, él me ayuda a cocinar y nos llevamos mutuamente desayuno a la cama, depende del que se despierte primero.
Juntos criamos a los cinco hijos haciendo en medias los trabajos que hoy a nadie le extraña que así sea, pero que en nuestros años de crianza era toda una novedad y motivo de incredulidad y hasta envidia de mis conocidas.
Hemos arreglado cosas, cambiado pañales por cientos, acarreado niños a cumpleaños, colegios, fiestas y funerales; Hacemos mermelada, compramos en el súpermercado (en tiendas no tanto, que no es perfecto el hombre) y reparamos lo estropeado en conjunto, pero,
¿saben qué labores son exclusivamente mías en casa?
Lo he relacionado con lo del amor maduro que les participé en los posts anteriores, porque mi marido arregla todo y además lo hace muy bien. Lo sé pues yo soy su ayudante, arsenalera, correctora; y también ideamos juntos las posibles soluciones a temas que van desde el riego del jardín a arreglar un asunto que por años ha dado problemas en el patio de servicios, en que no sabemos por dónde, una gotera insiste en escurrirse al primer milímetro de lluvia que decide descargarse acá.
Pienso que el ayudarse en estos menesteres tradicionalmente considerados masculinos o femeninos --que en mi hogar nada tiene fronteras tan claras como solían en otros tiempos-- es que nos a ayudado a formar un ¡equipazo! pues no necesitamos ni hablarnos, es casi magia: nos leemos el pensamiento, y antes de que mi marido me lo diga, yo le tengo con un golpe, como de serie médica de TV, el elemento que necesita en sus hábiles manos, y al revés, él me ayuda a cocinar y nos llevamos mutuamente desayuno a la cama, depende del que se despierte primero.
Juntos criamos a los cinco hijos haciendo en medias los trabajos que hoy a nadie le extraña que así sea, pero que en nuestros años de crianza era toda una novedad y motivo de incredulidad y hasta envidia de mis conocidas.
Hemos arreglado cosas, cambiado pañales por cientos, acarreado niños a cumpleaños, colegios, fiestas y funerales; Hacemos mermelada, compramos en el súpermercado (en tiendas no tanto, que no es perfecto el hombre) y reparamos lo estropeado en conjunto, pero,
¿saben qué labores son exclusivamente mías en casa?
- Hacerles una "alfombra mágica" a las arañas no venenosas que deciden compartir nuestro hábitat y, la verdad, ¡no son bienvenidas en nuestra cama! así es que las pongo en algún papel y las tiro para que se vayan lejitos de nosotros. Esas no las mato ¿para qué? son benéficas y parte de la cadena alimenticia, pero no directamente la mía, jejeje.
- Limpiar cosas asquerosas que de vez en cuando no faltan en ningún hogar, pues a mi amado esposo se le revuelve el estómago que yo siempre lo he tenido de "acero inoxidable".
- Otra incapacidad absoluta de mi "cara mitad" es encontrar cosas u ordenar tan concientemente como para ser capaz de encontrar cuando se corte la energía. Algo había dicho en este post anterior.
5 comentarios:
Me hace gracia leerte, casi te imagino trasteando con la caja de herramienta y alcanzando a tu marido los clavos y el martillo.
En casa el de las chapuzas es mi marido pero, he de pasarme días, meses, tras él para que haga algo. Es que dicen que "En casa de herrero cuchillo de palo"
Un abrazo
Ahí se puede ver claramente que los hombres no encuentran el bote de mayonesa en el frigo cuando está delante de sus narices, está comprobado científicamente...
Por lo demás... yo espero ser así también en mi casa, aunque eliminemos lo de los niños... Lo que sufrirían conmigo les haría parecer el infierno un cielo...
Que bien encontrar una pareja que se complemente de esa manera.
Que ganas que cuando me case me suceda lo mismo.
Salu2
Querida Anazia:
¡que bueno verte aparecer de vez en cuando por "mi barrio"!
Yo posteo estas cosas de la vida real un poco por reirme de los hombres que ¡de verdad no ven lo que tienen delante de sus ojos pues lo corren un poco "para ver lo que buscan" ¡cuando JUSTO ESO es lo que han movido!
De verdad creo que para llegar a ser un matrimonio así de compenetrado en algunos temas como los que describo, Anazia, hay que considerar la llegada de los hijos y la formación de una familia. Te prometo que gracias a que la tenemos hemos sobrellevado juntos momentos duros que en toda vida hay, quieras que sí, quieras que no.
Un amor tan grande compartido hace que uno se de el tiempo para que las aguas se aquieten y se alcance a madurar la relación de dos personas tan distintas, que de otro modo simplemente se aborta el proyecto y ¡a otra cosa! ¿Con qué futuro?
Mira, para mí, poner entre paréstesis la maternidad --que es parte de cada mujer-- es como hacerse una "lobotomía del género femenino". Es como matarnos el espíritu, y cuando ya no se puede volver atrás porque el reloj corre rápido en contra nuestra, de nada valen las lamentaciones: ya no fue, el hijo que pudo ser, pasó de largo.
Un viejo post sobre el tema.
¡Conozco tantas que darían sus ojos por volver atrás! Tu estás a tiempo, amiga, piénsalo, te lo digo con mucho cariño, y creo que no sé expresarme. Ojalá me entiendas.
Usé la expresión "lobotomía" pues no se me ocurre cómo graficar mejor lo que deseo decir. Acá busqué un enlace para ello. Es como que te quiten algo tan propio que ya no puedes ser lo mismo. Es mi sentimiento, desde ahí te hablo :)
*Ver el detalle acá.
Eso de buscar cosas no es compatible con la extructurada mente de machos, por eso se lo dejamos a las mujeres.
Incogito
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