De techos, esposos y protección

Imagínate una casa....¿no le pones techo antes de ponerle puertas siquiera? Yo sí y es que para mí si algo la representa es ese elemento, sinónimo de hogar, y por algo se habla de "techo y abrigo" para decir que estamos a cubierto de lo esencial.

Lo traje a colación pues en este momento tengo un estrépito sobre mi cabeza ya que hay dos techeros aprontando todo para el invierno que se nos acerca con sus lluvias, desconocidas en la estación cálida en Santiago de Chile, donde resido.

Tener el techo a punto cada año ha sido una ocupación de mi esposo y yo simplemente me desentiendo del asunto, pero si Cato me llegara a faltar, cada otoño lo extrañaría especialmente, pues nunca nos ha fallado esa cubierta segura que funciona correctamente gracias a sus cuidados, y como tantas cosas que parecen lógicas que estén ahí, al pensarlo despacio reconozco que no, que es otro privilegio disfrutarlo.

Aunque con el ruido de arriba se hayan espantado los gatos y mi siesta, ¡que más da, que venga el agua!