Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



miércoles, 5 de abril de 2006

Icono de Santiago

Foto tomada por un aficionado, pero perfecta para ilustrar un Santiago de noche que se nos va. Están cambiando estos buses por unos más ecológicos y -dicen- eficientes, por lo que de la ERA AMARILLA sólo nos irán quedando los taxis con su techo característico y los buses escolares, aparte, obvio, de la maquinaria pesada que suele ser de ese color y de las luces amarillas del semáforo que en Santiago significa:

¡Apúrate antes de que "madure" y se ponga roja!

Foto de Néstor Ibarra*

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No es por nada, pero ¡gueeena la foto!

De verdad que este es un "recuerdo del futuro". No nos damos cuenta, pero lo que ha sido un ícono de Santiago está desapareciendo lentamente... Creo que pocos chilenos saben que los monstruos amarillos -como los bauticé yo- son una verdadera atracción turística.

Vaya mi reconocimiento a cada uno de los choferes que me llevaron al colegio, universidad y trabajo mientras no tuve un auto propio en que movilizarme. Que Dios le tenga en cuenta toda la presión a la que vivieron sometidos y les pase colados los vicios del gremio.

Me gustó tu homenaje a la era amarilla.

ojo humano dijo...

Amarillo a verde, tan mal no se ve.

¿O sí?

AleMamá dijo...

Nunca me gustaron estos buses por varias razones, entre otras que se evían de lejos todos iguales y había que hacer parar todos o esperar para que se tepasaran antes de sabr cuál era. El color tampoco era muy bonito entre "tanto detalle urbano" amarillo crepusculo -como la bebida PAP- que menciono acá, pero que se acaba, ¡se acaba! y bienvenido el verde con blanco de los buses nuevos ....si es que te llevan en el tiempo óptimo y las promesas se cumplieran para dejar efectivamente el auto en casa.

Hard dijo...

Resulta muy curiosa la foto. Me recuerda a las películas de suspense...

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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