Se ha perdido mi tía Olga. Era mayor de edad y muy independiente, salvo cuando los acreedores la agobiaban y regresaba a la casa de sus viejos, mis bisabuelos, a salir del mal momento y volver a hacer méritos para regresar otra vez.
Sí, se la han robado desde el mausoleo familiar, ni sus cenizas quedaron para dejar rastros sobre la tierra que la vió pasar, erguida, altanera, buenamoza, adelantada a su generación.
Un día de invierno, en que hasta los fantasmas que deambulan por el camposanto temen hacer su trabajo espantando a los vivos, unos ladrones muy concienzudos entraron a la sepultura familiar rompiendo el vitral del lado derecho, que quedaba disimulado por la vieja buganvillia morada, adecuada al lugar, como crespón, y se llevaron los floreros de cristal que mi abuela había elegido para honrar a sus padres. No contentos con eso, en medio de las penumbras, los cacos sacaron todo lo que había a la mano y entre las 'cosas' huyeron con el ánfora que contenía las cenizas de mi pariente.
Si no fuera por el respeto debido a la muerte sólo sería motivo de risas pensar en la impresión de los malandrines al mover el receptáculo, y que los dientes de Olga sonaran como cascabel en su interior.
Sí, se la han robado desde el mausoleo familiar, ni sus cenizas quedaron para dejar rastros sobre la tierra que la vió pasar, erguida, altanera, buenamoza, adelantada a su generación.
Un día de invierno, en que hasta los fantasmas que deambulan por el camposanto temen hacer su trabajo espantando a los vivos, unos ladrones muy concienzudos entraron a la sepultura familiar rompiendo el vitral del lado derecho, que quedaba disimulado por la vieja buganvillia morada, adecuada al lugar, como crespón, y se llevaron los floreros de cristal que mi abuela había elegido para honrar a sus padres. No contentos con eso, en medio de las penumbras, los cacos sacaron todo lo que había a la mano y entre las 'cosas' huyeron con el ánfora que contenía las cenizas de mi pariente.
Si no fuera por el respeto debido a la muerte sólo sería motivo de risas pensar en la impresión de los malandrines al mover el receptáculo, y que los dientes de Olga sonaran como cascabel en su interior.
19 comentarios:
desde luego es una pena que haya personas que disfruten haciendo sufrir a los demás de manera tan triste
te abrazo, alemamá,
amor
:-)
Hooolaaa!!!
Ya llegué, fui a Arica, precioso el viaje.
Y del post, esto de los ladrones es un cuento de nunca acabar.
Ojalá tu tía les venga a "penar" (no es por desearles mal pero tienen que aprender que hay cosas que son sagradas ¿no?)
¡Ojito! te echaba de menos, amiga querida.... te vas a reir, pero cuando leí tu mensaje leí rápido ¡que venías llegando de ¡África! mucho, aunque ahora nadie sabe dónde anda la gente.
Un abrazo
Creo que eso esta pasando en muchos lugares los ladrones hasta con los muertos se mete, que triste
Un abrazo
Alemamá, siento lo del despojo al mausoleo familiar y la pérdida de tu tía.
Te he designado entre mis siete blogs favoritos para el premio "el blog del día".
Si quieres y tienes tiempo pasa a recoger tu premio a mi blog.
Un abrazo
Ojala que se hayan llevado un buen susto. Si hubiese sido mi abuela, la de mi dibujo, te aseguro que con el carácter que tenía, les habría echado tal bronca que la habrían devuelto…y pedido disculpas!!!
Perdón por lo de la inscripción a nuestro blog, pero todavía andamos aprendiendo los rudimentos!!!
bubblescreams.wordpress.com
Lo siento mucho, hay gente muy indeseable que no respeta ni a los muertos de los demás.
Mil gracias, Lilian, por tu premio. Es reconfortante, como un cafecito cargado en momentos de estrés.
Un abrazo
historia curiosas las de estas noches.
UN abrazo
Desde los tiempos de los egipcios se saquean tumbas, pero al menos entonces robaban riquezas, no sé qué interés pueda tener robar unas cenizas.....pos mira, si se pegan un buen susto, se lo han merecido.
Buscando en la web me he encontrado con tu blog...
te escribo pues soy un enamorado de Villa Alegre, comuna en la que viví dos años y me encantaría volver allí a reposar mis huesos cuando la parca me llame...
Mi blog es:
www.munoztigre.blogspot.com
Gracias por tus palabras...
vives en Villa Alegre?
Espero que este sea el primer contacto de una larga serie de ellos...
Por lo que veo los robos en cementerios, no conocen fronteras. Esto nos iguala más que el idioma :)
Saludos.
feliz sabado!! estais en primavera, q envidia...
Me ha encantado leer tu relato.
Un saludo desde España
Alemamá, gracias por escribir eso de mi, es una muy agradable sorpresa, un premio para mí. Te confieso que no sabía que eso se llamaba sidebar. Pondré tu link, y así no nos perderemos de vista.
Lo que son las cosas, hace unas pocas semanas publiqué un relato en un que el ladrón robaba una urna funeraria.
Claro que aquel era bueno y la devolvía para sentir un flechazo de amor. No es un miserable que roba en un camposanto sin escrúpulos ninguno. Y efectivamente me encantaría haber visto su cara.
Hace una semana se me fue la pinza y me puse a escribir por mero afán de divertirme sobre unos legajos que se descomponen en Toledo. Donde aparece relatado un viaje a nuestra época de un hidalgo del XVI ¿Qué pensaría de nuestra época? En fin que fue un disparate para divertirme. Tú leíste la segunda parte.
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Saludos.
pero qué horror!
Con todo respeto, me recuerda aquella película de Peter Sellers (¿Nombre?) en que la viuda pasaba frente a la estufa del salón y cada vez que levantaba el jarrón con las cenizas de su difunto marido decía: "Querido, cómo engordaste". Claro, era que Peter Sellers, el mayordomo, dejaba caer la ceniza de su cigarro allí cada vez que pasaba.
!Ya ni en la paz de los sepulcros creo¡ (tampoco recuerdo el autor pero siempre lo repite mi madre)
j.a.varela
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