Otra mujer ha muerto por negarse ante notario a someterse a transfusiones de sangre que le hubieran aliviado su leucemia. Su fe de testigo de Jehová se lo prohibe, creando el clásico dilema de los médicos que se ven enfrentados a actuar eligiendo tratamientos entre dos posturas antagónicas en situaciones de riesgo de muerte.
Quiero opinar en mi blog sobre este tema en el que he meditado muchas veces, pues en mi religión católica -y supongo que en otras denominaciones cristianas (o no)- también tenemos cosas en que se corre un riesgo cierto de morir por preferir la muerte antes que quebrantar la ley de Dios.
Pongo por ejemplo los muchos casos de madres heroicas, que han preferido el peligro de perder la vida antes que matar a su hijo no nato, como es el caso de santa Gianna Beretta Molla (1922-1962), médico y madre, que dejó de existir a los 39 años en el parto de su hija menor. Como médico conocía perfectamente el riesgo de su decisión, e igualmente la tomó. Hoy la Iglesia la ha elevado a los altares.
Personalmente conozco mujeres (en plural) que han tenido varios hijos por cesárea, contra la opinión de sus médicos que les ofrecían todo tipo de calamidades y dobles muertes, corriendo un supuesto riesgo que nunca ha sucedido en los casos que me ha tocado conocer.
Son ejemplos extremos; decisiones absolutamente libres, conscientes. Nadie podría decir que han sido obligadas a nada, simplemente han preferido un bien superior, como el caso de la mujer cuya muerte comento.
Yo no me atrevería a "salvarla" de la muerte material si ella considera que perdería la vida eterna, un bien infinitamente superior.Eligió con todas sus facultades ese destino terrenal ¿por qué negárselo? yo no aceptaría un aborto por ninguna causa, POR NINGUNA, y encontraría ilegítimo que un tribunal o una "autoridad" viniera a obligarme a lo contrario.
Si me hubieran intervenido contra mis principios, Dios me perdonaría pues no hubiera sido voluntario. No sé qué piense un testigo de Jehová, pero los cristianos sí creemos que el pecado es voluntario, o no es pecado en absoluto. Faltaría una condición para serlo.
Cada vez que nos enfrentamos a algún caso real de este tipo comienza la polémica de nuevo. Pienso que así como quisiera respeto en temas muy sensibles para mí, respetáramos la voluntad de estas personas, aunque estemos en las antípodas de su postura.
Oración a santa Gianna Beretta Molla*
Quiero opinar en mi blog sobre este tema en el que he meditado muchas veces, pues en mi religión católica -y supongo que en otras denominaciones cristianas (o no)- también tenemos cosas en que se corre un riesgo cierto de morir por preferir la muerte antes que quebrantar la ley de Dios.
Pongo por ejemplo los muchos casos de madres heroicas, que han preferido el peligro de perder la vida antes que matar a su hijo no nato, como es el caso de santa Gianna Beretta Molla (1922-1962), médico y madre, que dejó de existir a los 39 años en el parto de su hija menor. Como médico conocía perfectamente el riesgo de su decisión, e igualmente la tomó. Hoy la Iglesia la ha elevado a los altares.
Personalmente conozco mujeres (en plural) que han tenido varios hijos por cesárea, contra la opinión de sus médicos que les ofrecían todo tipo de calamidades y dobles muertes, corriendo un supuesto riesgo que nunca ha sucedido en los casos que me ha tocado conocer.
Son ejemplos extremos; decisiones absolutamente libres, conscientes. Nadie podría decir que han sido obligadas a nada, simplemente han preferido un bien superior, como el caso de la mujer cuya muerte comento.
Yo no me atrevería a "salvarla" de la muerte material si ella considera que perdería la vida eterna, un bien infinitamente superior.Eligió con todas sus facultades ese destino terrenal ¿por qué negárselo? yo no aceptaría un aborto por ninguna causa, POR NINGUNA, y encontraría ilegítimo que un tribunal o una "autoridad" viniera a obligarme a lo contrario.
Si me hubieran intervenido contra mis principios, Dios me perdonaría pues no hubiera sido voluntario. No sé qué piense un testigo de Jehová, pero los cristianos sí creemos que el pecado es voluntario, o no es pecado en absoluto. Faltaría una condición para serlo.
Cada vez que nos enfrentamos a algún caso real de este tipo comienza la polémica de nuevo. Pienso que así como quisiera respeto en temas muy sensibles para mí, respetáramos la voluntad de estas personas, aunque estemos en las antípodas de su postura.
Oración a santa Gianna Beretta Molla*
15 comentarios:
Totalmente de acuerdo con vos.
Salvo que fuese contra la ley natural -que no es el caso- creo que hay que respetar las creencias.
La salvedad sería, por ejemplo, algunos en la India que creen que cuando se muere el esposo debe acompañarlo la esposa y la sacrifican a ella.
Un abrazo.
Sí, Josefina, tienes razón. También he pensado en los niños hijos de testigos de Jehová: ¿es legítimo privarles de ser transfundidos? pero me asalta de inmediato la idea de que es lo mismo: sus padres desean lo mejor para ellos, y aunque se les parta el corazón no los privarían del cielo, creo yo. Es tremendo dilema de conciencia.
Saludos a Montevideo
Yo creo que hay que respetar las creencias y las decisiones de cada uno.
Yo no estoy de acuerdo, yo creo que mi Dios quiere que yo viva y que haga todo lo necesario para que así sea. Pero no sé cómo es en otras religiones...
¡Ay, Ana! hay que respetar las creencias y decisiones de cada uno, pero dentro de un marco ético. No cualquier creencia ni cualquier decisión, tal como decía la hermana Jo, pero ¿hasta qué límite? en los casos que he propuesto, es la propia vida. Se ve mucho que las decisiones pasan por atentar contra la vida de terceros, generalmente del propio hijo. Este es el caso contrario.
Complicado, ¿eh? si no tenemos marcos de referencia objetivos, anteriores a nosotros, inamovibles e intocables, cualquier horror es posible.
Saludos
Al fin de cuentas tantas libertades conculcadas, lo que nos queda es la libertad de fe y conciencia.
Vivir contra uno mismo debe ser terrible.
Este post plantea un tema muy profundo. En la duda, y sin ser yo médico ni entender mucho de ética en la medicina, diría que la regla ha de ser respetar las conciencias, incluso hasta la muerte. Lo de la téstigo de Jehova nos podrá parecer ridículo, pero si se piensa en el caso de la católica que prefiere morir antes que abortar, podemos entender algo de la decisión de aquella mujer.
Salvando las distancias, es como el dilema que se plantea ahora en Europa, dónde hay muchas inmigrantes musulmanas. ¿Se las puede prohibir ir con velo al colegio, a la universidad, al trabajo? Para mi es claro que NO, que conviene respetar su decisión de ir cubiertas, sin que el Estado deba entrar a juzgar si eso viola su dignidad o no.
F.
Ale, no estoy de acuerdo con la decisión que toman los testigos de Jehová, el cual prefieren morir antes que recibir una transfusión de sangre, mi primo que es medico me cuenta que en el hospital llegan muchos de esa religión y prefieren dejar morir a sus hijos y hasta ellos mismo
Un beso y gracias por la oración
Juan 43:
¡mucho hay para contestar y compartir respecto a estos temas! desde luego no partimos de las mismas premisas, por lo tanto podemos hablar por siglos sin encontrarnos.
Me encantaría profundizarlos, pero dudo de que valga la pena ante tan grandes diferencias. Sólo diré algo que creo que es más sencillo de entender, y es la acusación sobre la presunta responsabilidad de la Iglesia Católica -presumo, no conozco otra que haya dado esa lucha- en la difusión del SIDA en África.
Para empezar, la mayoría de ese enorme continente NO son católicos. Los musulmanes son gran parte de la población, el resto animistas, otra religiones ancestrales y también de diferentes denominaciones protestantes además de la católica. Así las cosas, tu acusación es darle un papel preponderante a los católicos, e incluso cristianos, que en ese mundo no tienen.
Para seguir, el preservativo, en general, da una falsa seguridad que ha agudizado los problemas que se ha pretendido que se solucionan con su uso (embarazos adolescentes o fuera del matrimonio, Sida y otras infecciones de trasmisión sexual, etc.) Hay mucho escrito sobre ello en forma más afinada que un comentario en un blog.
Para terminar, donde se ha escuchado la opinión de fomentar la continencia, la fidelidad a una pareja y otros tips que la Iglesia propone, ha descendido enormemente el problema de contagios. Pongo por ejemplo a Uganda, que sólo aparece en la prensa cuando sufre escándalos o tragedias, pero no cuando tiene logros notables que desmienten la opinión dominante en temas valóricos.
En cuanto a aceptar el aborto por darle más importancia al placer sexual de una mujer que no quiere ser madre.... no comments, amigo; te darás cuenta de la desproporción de tus prioridades. Al menos yo, sí.
Saludos
Juan 43:
No, no borraré tus comentarios, pero para aportar al debate, cuando lo hay, es bueno ajustarse a lo propuesto para no divagar y tampoco ofender por ofender y menos aún injustamente.
¿Qué tiene que ver que el Santo Padre haya sido en su primerísima juventud un soldadito enrolado por su país? fue una víctima más de la locura mundial.
Acotemos, amigo, acotemos.
He sido yo mismo quien he eliminado mis anteriores comentarios.
Aclaro esto para que nadie se lleve a engaños.
Un saludo, y optó por el silencio.
¡ Salud !
Juan 43, lo siento. Yo no te iba a silenciar, sólo deseaba que manejáramos el tema dentro de su ámbito. Eres bienvenido.
No retiraré mis réplicas porque algo ilustran de lo que se ha dicho acá.
***
Luisa, del sur de España:
si los testigos de Jehová son secta o no, no me pronuncio ahora, sólo quería decir que si su sentir religioso les lleva a preferir la muerte antes que atropellar lo que creen correcto yo les respeto su decisión. No le hacen daño a ningún tercero directamente. Tampoco buscan ese resultado: es omitir un procedimiento artificial. No es una intervención activa para matar, como sería la eutanasia. No se parece ni de lejos. Por eso lo equiparaba con lo de las madres heroicas del ejemplo que puse. Lo que me sigue dando vueltas es el tema de los niños.... elegirían lo mejor para sus conciencias, pero es MUY complicado.
Tema complejo de verdad alemama. He conocido Testigos de Jehova que eran un ejemplo de vida. respetar sus creencias creo que es parte de nuestra misma libertad, pues lo hacen a conciencia y convencidos que estan obrando bien. Diferenciaria en cambio su voluntad de ver morir a sus hijos por negarles ellos p.,ej. una transfusion de sangre. Hasta donde llegan sus libertades?
Tengo una sobrina que ha tenido cuatro hijos por cesarea y al quedar embarazada del cuarto, le comento al medico su temor (de abortar, ni pensarlo siquiera) y el medico la tranquilizo diciendole muchacha eso eran cosas de antes hoy la medicina dice otra cosa. Hay medicos y medicos.
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