No tengo NADA de seguidora de la Nueva Era --New Age-- salvo algo de su música que, efectivamente, logra apaciguar el espíritu por usar sonidos tan naturales y serenos que nos conectan con buenos momentos y sensaciones placenteras, tal como lo siento cuando escucho la música "eterna" de los grandes maestros que acompañan mi día, especialmente cuando ando en el auto. Es como ponerse una pomadita, un ungüento en el alma..... pero hoy, estando en mi patio --que está muy primaveral-- tuve una experiencia de las que patrocinan los de la Nueva Era, creo, porque me dió un impulso irracional de abrazar el tronco de mi tulipero que está ¡bello bello! cada día más lindo y creciendo , tanto, que ya ha tapado parcialmente las ventanas de mis vecinos de atrás, que dan directamente a nuestra intimidad, y nosotros, siendo de muy bajo perfil y hasta tímidos, hemos aprovechado poco el lujo de la casa por sentirnos en un acuario transparente al estar ahí. Ya no es así, y el arbolito, al ser de hoja caduca les deja pasar el sol del norte en invierno y los protege de su inclemencia en el tiempo del calor. Todo bien, nuestros vecinos deben estar contentos, y se nota, pues pasan más en su terraza.
Abrazarlo en forma consciente me hizo sentir su rugosidad; su calor de todo un día bajo los rayos solares; su perfume seco; su firmeza enhiesta, y pensé que en caso de terremoto -- de esos que suelen hacerse sentir en estas tierras en el margen occidental de América-- yo me estremecería, pero el tulipero no se movería de su sitio por sus hondas raíces acordes a su tamaño y estuctura.
Me sentí muy parte del mismo planeta que comparto con esa criatura viva, pero que no se puede mover de ahí. Esté donde esté, yo sabré que en mi patio de Santiago hay un noble ser vegetal creciendo, teniendo sus ciclos estacionales y viviendo para darnos confort y alegría.
Abrazarlo en forma consciente me hizo sentir su rugosidad; su calor de todo un día bajo los rayos solares; su perfume seco; su firmeza enhiesta, y pensé que en caso de terremoto -- de esos que suelen hacerse sentir en estas tierras en el margen occidental de América-- yo me estremecería, pero el tulipero no se movería de su sitio por sus hondas raíces acordes a su tamaño y estuctura.
Me sentí muy parte del mismo planeta que comparto con esa criatura viva, pero que no se puede mover de ahí. Esté donde esté, yo sabré que en mi patio de Santiago hay un noble ser vegetal creciendo, teniendo sus ciclos estacionales y viviendo para darnos confort y alegría.
14 comentarios:
Precioso comentario. Saludos.
La verdad es que la foto es una preciosidad...
No me extraña que lo abrazases, no creo que sea algo de la Nueva Era...simplemente, cariño a las cosas que Dios nos regala...a los moentos, ¿no?
Abrazos
Hermosa foto, dan ganas de tirarse a su sombra para dormir una linda siesta...
jeje, CRIS....sí, es lo que yo pienso, pues la naturaleza me hace pensar siempre en su Autor. Con cada alegría y belleza que me toca, lo primero que me sale es la alabanza.
Lo de la Nueva Era lo saqué a colación pues en algún lugar de una presentación, creo, invitaban a abrazar un árbol para "sentir la energía"...y sí, es muy rico, pero en el sentido de llevarme al Creador de todo, también el mío.
Besos
que lindo tulipero. Caminar descalza por el pasto es otra grata experiencia.
No sé qué decir, sólo que ¡qué lindo post! :)
Hola, bellisima foto y muy bellas tus reflexiones. La naturaleza nos recarga con su mensaje universal.
Te abrazo
MentesSueltas
!Que foto tan bonita y que arbol tan magnifico!No me extraña que te produzca todas esas sensaciones
que belleza de foto!!!
BSS
Antes que nada, felicitaciones por esos 403 mejor dicho 406 post escritos en estos tres años, gracias por compartirlos
Es bello ese árbol verdad que provoca abrazarlo
Yo también lo abrazaría y echaría una siestita bajo sus hojas.
¡Qué suerte disfrutar ahora de la primavera.
Me ha encantado el post.
Un beso
María Jesús
Qué bonito post, Alemamá. Y la foto, también, hermosa.
Tampoco soy new-age, pero desde chica abrazo a los árboles, como algo natural. Andá a saber porqué. Bueno, también le hablo a las plantas del jardín, le agradezco a los árboles cuando les saco un fruto.
Estoy loquísima, bah... ;)
Siento que ese abrazo tuyo, tuvo mucho de mimo al compañero vegetal.
Qué bien se lo merece, no?
Beso
¡Qué maravilla de árbol, Alemamá!
¡Qué preciosidad de hojas y qué verdor!
En mi jardín yo tengo un castaño, también precioso, de hojas grandes, pero la pena de éste es que en otoño pierde las hojas y me hace ponerme melancólico.
Un beso.
Oye, que el tulipero también es caduco, o sería una monstruosidad en invierno tapando todo el sol a mis vecinos de atrás. También este árbol es lindo en otoño, con sus colores preciosos, y la estructura de su tronco y ramaje es MUY linda, aunque esté desnudo. Luego, en octubre florece y después deja unas especies de cálices secos que se quedan todo el año.
Es bello bello, ya lo dije.
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