Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



lunes, 16 de noviembre de 2009

Por meter la nariz donde no debo


Éste ni lo consideraría. No tenía idea que hubiera perfumes tan finos (y caros) para niños

Me saltó un chorro de alcohol directo dentro de mis fosas nasales, del lado derecho, para se exactos.

Estaba en el supermercado oliscando las lociones infantiles a ver si ¡por fin! reeditan alguna con olor a flor de manzano como cuando mis niños eran chicos, y puse mi "ñata" muy cerca de la botella de plástico blando y sin querer la apreté un poquito ¡y me salto un gran chorro dentro! Me ardía y quedé con olor a guagua (así les decimos a los bebés en Chile) mezclado con un perfume de Guerlain. Por fortuna era ESE olor a guagua.




8 comentarios:

Querubish dijo...

Bueno Alemamá hay olores peores y afortunadamente en tu caso fue ESE olor y no "HECE" otro.

Besos

AleMamá dijo...

Míralo, eh?, míralo, eh? jejeje, Querubish, está bueno el comentario, jeje

Gabriela dijo...

¡Qué ardor! Pero felizmente con un rico olor (y hasta en verso, je).

Winnie dijo...

jaja eso te pasa por meter las narices...jaja Un besote

Fernando dijo...

Querida Alemamá:

JAJAJAJAJA.

Menos mal que fue ESE olor, y no otro.

Me imagino que, al salir del súper, hubieras cogido un taxi para ir a casa. El taxista habría empezado a oler raro, te hubiera mirado por el retrovisor, y habría pensado "Algunas ya no saben qué hacer para aparentar menos edad de la que tienen".

JAJAJAJAJA.

AleMamá dijo...

Fernando, buen punto....oleré a guagua como si fuera la mía y no mi nieta, jeje

AleMamá dijo...

Gabriela la poetiza (ahora les dicen "poeta") Gracias por tus versos

AleMamá dijo...

Winnie: hay que fijarse donde se mete uno

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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