Otra foto de mi tulipero, ahora en otoño y casi sin hojas. La verdad es que me encanta este árbol, lo observo crecer y cambiar tal como se mira a un hijo....
Eso es muy poético, Alemamá, ojalá fuera verdad y estuvieran así todo el invierno. Lo triste es cuando avanza el otoño, van cayendo las hojas y se quedan pelados, como un esqueleto.
¡Qué bonito el Otoño y qué precioso este árbol con las hojas a punto de perderlas! ¡Cómo me evoca el declinar de la vida! Yo, con mis hojas ya amarillentas, antes de perderlas estoy aprovechando para hacer algunos viajes preciosos y en ellos me estoy acordando y echando de menos a todos y cada uno de mis amigos blogueros. Tú has sido una de ellas. Un beso.
Fernando: se caerán todas las hojas y habrá que recogerlas (lástima, a mi me gustan tiradas) pero cuando suceda, te diré que también me encanta mirar la estructura de ciertos árboles, bellos aún sin hojas, que es cuando los podemos apreciar. Así como voy, le tendré un álbum a mi tulipero, como un hijo verde, jeje
Toro Salvaje, bienvenido. Comparto contigo el amor por los árboles, pero no los pongo al nivel de un ser humano como conozco algunos por ahí. Un saludo cordial.
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios.
Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida.
Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.
13 comentarios:
Otra foto de mi tulipero, ahora en otoño y casi sin hojas.
La verdad es que me encanta este árbol, lo observo crecer y cambiar tal como se mira a un hijo....
Cómo no te va a gustar Ale...si es un árbol que enamora de bonito que es en las distintas estaciones. un beso
Y nosostros deseando recoger algún nuevo rayito de sol...y es que la primavera está siendo muy perezosa...no se atreve a despertar.
Hermosa vista.
El árbol no puede ser más bonito. Es maravilloso. ¡Qué suerte tenerlo!
Un beso
Qué bello árbol.
Yo estoy esperando con ansia que el calor se venga para acá. Necesito secarme los huesos... Un abrazo!
Eso es muy poético, Alemamá, ojalá fuera verdad y estuvieran así todo el invierno. Lo triste es cuando avanza el otoño, van cayendo las hojas y se quedan pelados, como un esqueleto.
Feliz otoño, en todo caso.
Que bonitos son también en otoño.
Amo a los árboles.
Besos.
¡Qué bonito el Otoño y qué precioso este árbol con las hojas a punto de perderlas! ¡Cómo me evoca el declinar de la vida!
Yo, con mis hojas ya amarillentas, antes de perderlas estoy aprovechando para hacer algunos viajes preciosos y en ellos me estoy acordando y echando de menos a todos y cada uno de mis amigos blogueros. Tú has sido una de ellas.
Un beso.
Fernando: se caerán todas las hojas y habrá que recogerlas (lástima, a mi me gustan tiradas) pero cuando suceda, te diré que también me encanta mirar la estructura de ciertos árboles, bellos aún sin hojas, que es cuando los podemos apreciar. Así como voy, le tendré un álbum a mi tulipero, como un hijo verde, jeje
Saludos
Toro Salvaje, bienvenido.
Comparto contigo el amor por los árboles, pero no los pongo al nivel de un ser humano como conozco algunos por ahí.
Un saludo cordial.
Inés, tanto tiempo y has venido. Gracias.
Publicar un comentario