Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



lunes, 31 de mayo de 2010

Comerse una pena


Mi nieta estaba llorando hoy en la tarde, cuando se le pasó la pena sacó la lengua y se tragó una lagrimita que rodaba por su cara. Entonces se da vuelta, mira con una sonrisa de oreja a oreja y dice _Mamá... ¡¡¡me comí una pena!!!


17 comentarios:

AleMamá dijo...

Entrada copiada casi al pie de la letra de un correo de mi hija Ale.

¿No es una linda anécdota?

Winnie dijo...

¡Qué sabios son los niños Ale! Es una anécdota maravillosa. Un beso

Capuchino de Silos dijo...

Me ha encantado tu entrada en la totalidad.Es una anécdota deliciosa.
Me encantaría ser como ellos.

maria jesus dijo...

Es una monada de anecdota. Que niña más encantadora.

He venido a felicitarte por la primera Misa solemne de tu hijo. Que orgullosa estarás. Me hubiera encantado que uno de los mios tuviera vocación, pero de nueve, ninguno.

Enhorabuena y un abrazo fuerte

Edit dijo...

Que delicia...
Cuanta frescura hay en tu entrada.
Tu nieta es un sol que nos ilumina a todos.
Un abrazo.

Fernando dijo...

Poesía pura, apúntala en una libreta para recordar.

Y la foto preciosa, también.

Jorge S. King dijo...

Los niños tienen salidas que superan toda capacidad de asombro.
Muy buen post.
Saludos Santiagueños.

j.a.varela dijo...

Esta pena sí que vale la pena.

Muy bueno Ale.

Juan

AleMamá dijo...

Ojalá fuera así de fácil y bastara con "comernos una pena"

AleMamá dijo...

Gracias, Mª Jesús. Es un orgullo tan inmerecido que me hace sentir muy poca cosa, pero agradecida.

Marcan dijo...

Enhorabuena por la primera Misa solemne de Pablo. Leyendo comentarios te enteras de todo, o casi.
La anécdota de tu nieta es para enmarcarla. Esta niña promete. Dale un besito de mi parte.

AleMamá dijo...

Nicolás: sí, es la primera misa solemne de don Pablo. Reza por él y por todos los sacerdotes. Los católicos los abandonamos bastante y luego nos quejamos de que pasen cosas lamentables.

monicalvarez dijo...

Ale:
buenísima la anécdota.Una maravilla.
Yo tengo otra de un peque que era alumno mío.
José mira mi pelo canoso y me dice:"Tía,¿por qué tienes el pelo así,es de lana?" Yo le digo:"no,es de verdad y Dios me lo hizo así"
José Miguel toca mi pelo,me vuelve a mirar y dice:"¡ahhh,es de verdad!Luego me pregunta:¿y te falta mucho para juntarte con Él"

Ale,no puedes imaginarte la risa que me dio y comprobar el alcance de su comentario.

Así son los niños y es por eso que elegí mi profesión.

Saludos desde Ñuñoa

hna. josefina dijo...

¡Precioso!
Y ya sabés lo que me alegro con vos de Don Pablo.
Un abrazo por los dos: el hijo sacerdote y ¡la nieta!

AleMamá dijo...

JAJAJA, Mónica, qué buena anécdota, jeje, no te lo mandó a decir con nadie, jeje, qué risa. Claro, una canosa de 20 como fue mi caso ya está con una pata en la tumba, jojo

Un beso

Gabriela dijo...

Las genialidades de los niños hay que apuntarlas para evitar que caigan en el olvido.
Gracias por compartirlo con nosotros.

tatacatito dijo...

¡Linda ella! dice el Tata con la secretaria Moma

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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