Un rincón para detenerse con buen clima en general. Como en todos los sitios, acá no faltarán los nubarrones, pero con que pasen, ¡todo en su lugar!



viernes, 20 de agosto de 2010

Hay cierta música que me para los pelos


Versión de Leonad Berstein

No se a qué lo asocio, pero la obertura de Tannhäuser del grandísimo Richard Wagner pertenece a esa categoría que me hace estremecer, me llega al fondo del alma independiente del tema de la ópera misma. Yo me imagino cosas como el paso de la vida, de las desgracias vividas por la humanidad pero que tienen esos remansos de paz y esos "ventarrones" musicales que parecen que se llevan todo lo establecido, pero dentro de las mismas ráfagas inquietantes y amenazadoras hay unos compases de calma, resignación o despreocupación, pero dolorosa.....no sé decirlo, pero es algo intraspasable, inefable, ya lo sé.

Éste debe ser un post muy críptico, ¡miren que tratar de decir con palabras las sensaciones de una música que me lleva de pasada al país que me hija eligió para formar su familia y que ya no es el mismo que conoció y donde sufrió su autor!

Otras músicas que tienen un efecto similar en mi  espíritu son las marchas. Las que sean, desde sinfónicas a militares, pasando por bandas de pueblo....¡lo que sea en ritmo de marcha, me matan de emoción!



6 comentarios:

Winnie dijo...

Ale es immposible no vibrar con esta música...se mete hasta los huesos....
Gracias por brindarnosla en esta mañana de sábado....Un gran abrazo

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Querida Alemamá:
Comparto totalmente tus sensaciones, por cierto muy bien explicada, sobre tus sentimientos al escuchar Tannhäuser y en cuanto a las marchas militares me producen una sensación de poderío y me levantas el ánimo cuando más caído lo tengo.
Gracias por tus bonitas palabras en el Suceso del Ceniciento. Esta es una broma que nos traemos entre Militos y yo desde que nos conocimos a través de nuestros blogs, por cierto, que personalmente todavía no nos hemos encontrado nunca.
Un beso.

AleMamá dijo...

Winnie, ¿la oiste realmente? es preciosa. En general las overturas de las óperas son más aceptadas que cuando te metes en el tema mismo, con los cantantes y todo lo demás. Hay quienes se espantan.

No soy muy culta en ópera. Este año me regalaron un abono y estoy muy feliz de ir, pero creo qeu igual prefiero oír arias u overturas con trozos escogidos.

Besos

AleMamá dijo...

Trely; gracias por venir y escuchar lo que propuse acá ¡y que gusto compartir lo de las marchas! son, como dices encendedoras del espíritu, ya sea patrio o solamente para levantar el ánimo. Las hay solemnes, alegres, tristes, patrióticas, ya lo dije, en fin, para todos los gustos y circunstancias.

Hilda dijo...

Ale, a mí me gusta muchísimo la música clásica, dice mi mami que es música que alimenta el alma.

No conozco mucho de Wagner, creo que lo único que conozco es la de las walkirias.

Gracias por compartir esta, es linda, sobre todo la última parte.

A mí me gusta mucho la música de Tchaikovsky, Beethoven y Liszt.

Por cierto, con el título de tu post, me destantee, porque aquí decimos que una música nos para los pelos, cuando la música no nos gusta, y es estridente.

Abracitos. Hilda

AleMamá dijo...

Jajaja, Hilda, hay que tener cuidado con lo que decimos. Mejor es hablar en castellano "de la península", ojalá de la propia RAE, jeje

Algo de mí

Mi foto
Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

Entradas más vistas