Vengo impactada de mi peluquería, y no es la primera vez que me pasa ahí, pues se forma un ambiente muy comunicativo por la personalidad de las personas a cargo, pero no pocas veces me ha tocado quedar para adentro con algunos temas tocados sin tapujos ni respeto por los demás. No he sido capaz de decir algo, he sido cobarde para expresar mis diferencias, "me he chupado", como decimos por acá, y me pregunto por qué.
Como persona que creo en una moral objetiva dentro de la cual nos movemos, me choca y me deja alterada porque no haber sido capaz de iluminar un poco esos ambientes con una mirada que enfrente de un modo diferente algunas situaciones de la vida.
Por regla general los hombres actuamos dentro de márgenes morales claros, al menos respetamos los usos que llamamos decencia, y cuando no lo hacemos estrictamente, disimulamos los quebrantamientos porque entendemos que eso ha ayudado a tener un marco de referencia para actuar en sociedad. Como dicen por ahí: "la hipocresía es el tributo que el vicio le rinde a la virtud", y no es que queramos ser hipócritas. Por lo general, por pudor o simple soberbia, disimulamos los errores, pero acá no hay nada de eso.
10 comentarios:
Ay Ale, yo creo que no en todas las situaciones una debe reivindicar lo que moralmente cree ético. Quizás no tocaba que allí hablaras....pero ¡cuéntanos el tema! Un besito
Hiciste, como se dice en España, lo" políticamente correcto".El problema es que, antes a los cristianos los echaban a los leones, y ahora simplemente los desacreditan. Parece que tu opinion no tiene valor, que estas anticuado, y eso corta.
Me da curiosidad qué era lo que hablaban a tu alrededor. Pero tienes razón en algo: a veces la gente habla cosas de los más inoportunas delante de extraño.
PD: acá también decimos que uno se chupa cuando no se atreve a hacer algo.
Así es, Alemamá, uno quisiera ser valiente y tener las luces suficientes para aclarar las cosas cuando oímos opiniones incorrectas, pero muchas veces nos falla una de las dos cosas: no queremos ser distintos o no sabemos muy bien qué argumentar.
Tampoco hay que agobiarse, claro, las cosas vienen como vienen y no siempre está uno preparado para responder.
A mi también a veces me duelen los silencios que me impongo. Luego en soledad mastico el tema que oí en reunión y lo medito y lo contesto sola.
Al principio creo que mi silencio fue cobarde, pero luego me doy cuenta que me gana el enojo o la confusión.
Cuando algún tema me choca mucho, me altera tanto que mis primeras palabras suelen ser espadas de doble filo que rebanan lo que tocan.
Como varias veces hice estragos, me auto impuse el silencio cuando tengo esa alteración interior.
Te pudo haber ganado el enojo amiga??
Gracias por compartir tu vivencia, en la que me siento reflejada.
Y sí como a tus amigas, también me dejaste intrigada???
La curiosidad es parte de la vida también, je, je...
Cariños...
Ante la curiosidad, les puedo decir que se ha hablado de temas muy íntimos, y nada sano. Se hace ostentación de actuaciones desagradables que, si se tienen, debieran quedar en el ámbito privado y no comentarlo así con terceros que no vienen al caso.
Creo que el comentario de Edit ha dado en el clavo. Necesito un poco de reflexión pues en situaciones así la ira y la pasión es lo que primero me viene, y en ese estado no se puede argumentar ni defender la postura de uno frente a esos temas complicados.
no sé lo que pasó; pero a veces, es mejor escuchar y no decir nada... con eso, haces el mejor y mayor favor...
no creo que siempre sea necesario dar la opinión sobre todo y ensenar a la gente... Yo SÉ que tú tienes muy buena formación y eres una persona que vive la caridad y además, eres muy simpática; pero hay un montón de gente (especialmente espanoles) que anda con la escopeta en la mano, para disparar a todo/a quien no piense como él/ella y a eso, le llama "ser cristiano/a".
Seguro que fue el Espíritu Santo el que cerró tu boca y te hace llevar todo dentro de ti y rezar que es aún más efectivo que hablar (no siempre, pero sí,casi siempre).
Sí, Edit tiene TODA la razón!
Besos y te apoyo, también tu silencio
Fíjate que lo que quiero decir es exactamente esta frase de hoy, en la meditación diaria de Francisco Fernández Carvajal:
"también debemos aprender a ser misericordiosos con los demás: este es el camino para atraer con más prontitud el favor de Dios".
Saludos!
Gracias por tu opiniçon, Marta, pero algo hay que decir cuando con sus dichos sin pudor alguno escandalizan a terceros. Al menos matizar la cosa, porque el que calla otorga, ¿no?. El punto es no estar preparada o que te hieva la sangre, y así no se puede sin arriesgar que no quieran "bajarse del macho" ni reflexionar.
Saludos
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