Me fui por tres días fuera de casa. Partí a un retiro espiritual cerca de Santiago. No me fui al Himalaya ni me salió caro, y los resultados debieran ser buenos si logro poner en práctica mis propósitos, y si me dejan hacerlo, porque algunos necesitan el concurso de más de uno de la familia. De parte mía no quedarán tirados por falta de empeño, espero, porque al poco tiempo uno vuelve al trillo de la costumbre y las buenas intenciones quedan como recuerdos en un papel arrugado. Ojalá los ponga en práctica en la mayor proporción posible.
Se los recomiendo. En estas fechas hay muchas de estas actividades; es cosa de voluntad y buscar el apropiado.
12 comentarios:
Una de esas reparadoras ausencias nunca cae mal.
Sabes que no te miento: Yo te extrañé aunque el mundo no dejara de girar. Un beso de alguien que necesita YA un descanso espiritual
Bienvenida, Alemamá.
Me hizo gracia lo de "y si me dejan hacerlo". Me imaginé un propósito del tipo "no me enfadaré con mis hijos, salvo que me den motivo para ello".
Buena recomendación. A veces nos parece que al volver vamos a encontrar todo cambiado, y los que cambiamos somos nosotros...
Un abrazo!
Propósito Nº 1: no volver a abandonar a mis fieles lectores que tanto me extrañan.
REspetos propuestos.
Natalio
Fernando, tienes razón, jeje
Gracias a todos los que me han extrañado. Es casi increíble, pero es así, nos echamos de menos en la bloguería.
GEnial tenerte de vuelta
Un superabrzo
No dejó de girar pero se torció un poco el eje. ¿Fuiste vos o Japón?
Jeje, Juan Ignacio, sí se torció unos 20 centímetros, y otros pocos con el terremoto 8.8 de Chile 2010, así es que pensándolo bien en algo contribuí.
Saludos, amigo
Un abrazote.
Yo todavía en ese estado, entre el propósito y la acción, luchando.
Se puede, no se puede, se puede con la gracia de Dios...
Así es Ojito (Toyita)
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