Mi marido anda de viaje de nuevo. Creo que nunca me acostumbraré a su ausencia. Lo peor es lo enorme que se siente la cama pues, pese a que sigo usando estrictamente mi lado de siempre, pareciera que necesito los ronquidos, las levantadas y los movimientos involuntarios de mi esposo para dormir tranquila yo. Es parte de la rutina de cada noche el sentirlo ahí aunque sea para arrancar de su lado porque me acaloro o para ponerle los pies fríos y hacerlo saltar en invierno.
Tan internalizado tengo lo que he dicho, que en este viaje lo pasaron a buscar a las 5:00 de la madrugada para llevarlo al aeropuerto, y él, gentil como siempre, no me avisó, y yo debo haber pensado que seguía su rutina y no me despedí hasta hacerlo por teléfono cuando aterrizó. No me desperté.
Con este tipo de cosas me doy cuenta lo duro que debe ser enviudar para una pareja bien consolidada. Nunca sé si prefiero que parta él primero para que no quede solo o que sea yo la que quede y mi lecho sea un inmenso páramo vacío.
13 comentarios:
De momento mejor ni te lo plantees Ale....Ya sabes que lo que tenga que llegar...llegará, pero mientras....¡sigue en tu lado y celebra que el otro esté ocupado! Un gran beso
sobre la viudez... aparentemente es una paradoja, aunque en realidad, no lo es: cuando has tenido un matrimonio feliz, después de enviudar, generalmente, buscas otra pareja ;)
saludos!
Me gustó mucho esa descripción que hacés en donde decís que te pareciera necesitar los ronquidos y los pies fríos (bueno, esos eran los tuyos) y todo eso.
No quiero justificar mis ronquidos pero creo que con mi esposa tenemos un sentimiento similar y a mí me da algo de pena cuando veo a parejas mayores (mayores que nosotros) que por mayor comodidad a veces duermen separados.
Cada uno es cada uno y hay miles de culturas, pero bueno...
Marta, no puedo ni pensar en esa posibilidad sin que se me "recojan los hígados". Si llegara a unas segundas nupcias, sería en camas separadas, definitivamente, y el candidadto sería alguien con buena conversación, muy culto y nada más.
Saludos
Juan, Ignacio: los ronquidos y movimientos a mi lado sólo me indican que todo está en orden, por eso es el mejor ruido de fondo. Nunca me han molestado.
Saludos, y ronca tranquilo. Te aman.
Mi mamá enviudó hace 33 años, mi cuñada hace casi 9. Formaban parte de lo que llamas parejas bien consolidadas y, hasta el momento, no han vuelto a casarse.
Por eso, discrepo de la opinión de Marta.
Gaby, hay de todo. Para mi no me calza, pero hay quienes reinciden con éxito, tanto ellos como ellas. En fin, no estoy viuda. La vida dirá.
Hola Alemama, con todo respeto, estoy completamente de acuerdo con Winnie0: ese tipo de situaciones mejor ni planteárselas. Hay que vivir el presente y el día a día. Y tenemos, me incluyo, que pensar en puras cosas positivas.
"Por último hermanos, piensen en todo lo verdadero, en todo lo que es digno de respeto, en todo lo recto, en todo lo que tiene buena fama...". Filipenses 4, 6-9.
Qué bonito, Alemamá.
Me parece que, mirando egoístamente, lo mejor es irse el primero.
Cyrano, ese texto e parte de la epístola que se leyó el domingo en misa y la he llevado a la oración toda la semana. Mira qué coincidencia. Saludos, amigo.
¡Y no es chiste...!
Saludos
Es precioso.
Tiene aroma de amor de verdad
Me encantan estos testimonios.
Ultimamente solo oigo quejas de amigas sobre sus parejas.
Echaba de menos alguien que hablara de la parte bonita y gratificante del matrimonio.
Gracias¡
Gracias, Miriam. Son tantos años de convivencia en el matrimonio que de verdad somos UNO.
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