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miércoles, 27 de junio de 2012

Alarma de BOMBA en misa solemne

Hoy es la fiesta de san Josemaría Escrivá, fundador del Opus Dei, uno de mis santos favoritos por haber propuesto un camino muy carretero para que los laicos viviéramos la vocación cristiana dentro de nuestro estado, como los primeros cristianos.

Bueno, por esa razón fuimos con mi cansado esposo, después de un día duro, a la misa solemne en la Catedral de Santiago. Celebraría nuestro arzobispo monseñor Ezatti más muchos sacerdotes que concelebrarían con él. El encuentro partía a las 19:00 de este martes invernal oscuro y helado, pero los delincuentes de los últimos tiempos tenían decidida otra cosa: una alarma de bomba que retrasó la misa por una hora.

Cuando comenzaron los cantos de espera, un sacerdote pidió calma y dijo que debíamos desalojar el templo porque Carabineros de Chile (nuestra policía uniformada), debía revisar todo el recinto, que es enorme y complicado como todos los de su género.

Salimos en perfecto orden; acordonaron todo y se llenó de policías del GOPE, el grupo especialista en estos temas, y a esperar.

Todos nos mirábamos con cara de "no lo puedo creer", pero algunos aprovecharon el tiempo, como unas chicas de colegio que se pintaban las uñas delante de todos. Había sacerdotes revestidos, listos para la misa, en medio de las veredas y el gentío variopinto del lugar; coches con niños pequeños, ancianos abrigándose un poco más, y otras escenas por el estilo. Muchos sacamos nuestros móviles para dar noticias de lo que estaba ocurriendo y, en mi caso, pensando que tendría un montón de reacciones en mi sitio y correo cuando la misa terminara pero sorprendentemente, no pasó nada. Ni en Facebook ni en el Gmail ha habido el asombro que algo así me produciría a mí. 

¿Será que ya deben ser cosas extraordinarísimas las que sucedan para inmutarnos? Espero que no, que aún nos quede humanidad.


7 comentarios:

Susana dijo...

Cuando empiezan a no reaccionar es el principio del fin. No es por desanimarte, pero me temo que seguís el camino de España. Un beso.

dolega dijo...

Seguro que no se enteraron. Ya verás ahora, te vas a pasar tres dias contando lo mismo. Teempezarán a llegar mails y comentarios.
A mí me ha pasado, es como de efecto retardado:)

Fernando dijo...

Me parece una noticia horrible, Alemamá. Vivimos en una sociedad de idiotas salvajes, en que cualquiera se cree con derecho a hacer cualquier gamberrada para reirse un rato. Eso, por no hablar de la falta de respeto a la Iglesia y del dinero público que costó la movilización policial. Una vergüenza.

Dicho esto, por aligerar algo, ¿cabe mejor ejemplo de lo que decía San Josemaria, de que los cristianos no debemos vivir encerrados en las iglesias sino en medio del mundo?

Unknown dijo...

En cuanto la noticia se extienda y llegue a la mayoría de los medios, seguro que coincidiremos todavía una gran parte del mundo en manifestar nuestra repulsa por ese acto falto de respeto hacia la Iglesia y sus feligreses y falto también de la moralidad que han demostrado los gamberros.

Y sí, sería una pena que España llegara a ser tan mal ejemplo.

Un beso Ale.

Cyrano dijo...

Lo que nos faltaba terrorismo en un lugar donde se practica un culto. Estos bestias,ya no saben que hacer para llamar la atencion

Miriam dijo...

Me parece tremendo , una falta de respeto a la iglesia y a las personas. Horroroso
Y muy bueno el comentario de Fernando, sí sirve para poder esbozar una sonrisita y así seguir adelante

Marga dijo...

Ale, qué pena lo que comentas, te digo que si yo te tuviera en facebook o en gmail tampoco me habría enterado mucho, porque no los enciendo sino una vez por semana y así. Y no uso smartphone de puro rebelde que soy.
Me resultas absolutamente simpática y tu lugar me parece un sitio despejado y cálido en verdad, espero que esta cybersimpatía no se ve afectada por devociones (quizá) contrarias. A mí no me molesta la tuya :-)
Un abrazo grandote...

Algo de mí

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Vitacura, Santiago de Chile, Chile
Mujer, hija, esposa, madre, y como consecuencia, ahora soy abuela de Sofía,Isabel y Juanito, por el momento, mientras llegan los demás que están en la mente de Dios. Tengo 5 hijos, uno de ellos es sacerdote católico. Una bendición inmerecida. Mi apodo bloguero de AleMamá se lo debo a mi yerno. Para distinguirme de su esposa llamada como yo (y no por culpa mía) comenzó a llamarme así. Muchos me lo escriben como "Alemana", pero no, se trata de Ale, como apócope de Alejandra, y mamá por el mejor papel que la vida me ha dado, el de esposa y madre. Soy chilena, católica, y con la cultura occidental muy metida en el alma. Me interesa la tecnología y la ciencia al servicio del hombre, considerando la Ley de Dios siempre, siempre, siempre.

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